LA PARTICIPACIÓN DEL MAGISTERIO EN LA REVOLUCIÓN MEXICANA.

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Los maestros se sumaron a la revolución en los estados y ayuntamiento que se fueron a la oposición desde el principio o en los que dominaron los primero grupos opositores al gobierno de Díaz; además muchos profesores siguieron trabajando o colaborando con los gobiernos y ayuntamientos oposicionistas, igual que lo hacían antes de que se convirtieran en opositores al régimen; en algunas partes las autoridades siguieron siendo las mismas

Al principio fueron muy pocos los maestros que por decisión personal se enrolaron en algunos de los grupos alzados o levantados en una región distintas y distante al lugar donde desempeñaron su función docente.

La situación dentro del magisterio fue muy movida por lo siguiente; antes dependían del gobierno y tuvo su primer cambio antes de la caída de Díaz, donde no pudo dejar su lugar por ajustes en el gabinete, pero posteriormente fue sustituido por León de la Barra, y dejando como secretario de instrucción a Vázquez Gómez uno de los políticos con mayor orden de anti relección.

La profesión docente sufrió cambios con el paso de la revolución entre ellos los siguientes:

Su formación, su reclutamiento, los estilos de dirección técnica administrativa y escolar.

Provoco inestabilidad en las condiciones de trabajo (suspensiones, ceses y despidos provocados por razones políticas o económicas) e irregularidades del pago.

La creciente intromisión política en la dirección educativa y escolar, tanto en la definición de los proyectos como en las decisiones administrativas y técnicas.

Una expansión escolar que ya no solo dependía del estado sino más bien por los cargos ejecutivos.

A mediados del periodo se funda el primer sindicato de maestros de maestros del DF.

Finalmente la revolución ensanchó y diversificó las rutas de acceso de elite, abrió al magisterio mayores oportunidades para arribar a posiciones políticas que prácticamente tenían vedadas desde 1910; en suma uno de los legados más importantes fue la ampliación de oportunidades políticas para el magisterio por parte de los revolucionarios triunfantes.

Pero eso no fue todo surgió también una disputa entre los normalistas y los universitarios, la razones eran que los normalitas querían ser diferentes y tener la libertad, sus propias funciones, pero ellos pertenecían al estado; estaban considerados como profesionistas de educación elemental, y a los universitarios como educadores superiores.

En cierto sentido los normalistas eran más que profesionistas y las pruebas radican en lo siguiente ellos pasaban más tiempo educando que los universitarios, y Vivian más para loa docencia, y el más significativo era que a partir de las materias eran las necesarias para las universidades de este modo querían demostrar esa comparación y ya no depender tanto del estado para tener una libertad igualitaria.

Al buscar afirmar su identidad profesional, los normalistas no quieran que se les confundieran con los universitarios en ese sentido, y a su vez pasaron por 2 desventajas, la primera era la crisis de las escuelas normales heredadas por el Porfiriato, y la segunda la politización del reclutamiento.

El gobierno de Madero les concedió a los normalistas un lugar relativamente privilegiado frente a los universitarios.

Conclusión.

En la era de la revolución mexicana, la participación de los docentes, fue un suceso inevitable, tarde o temprano, cambiarían las formas del sindicato en la educación, y el movimiento fue el inicio de un cambio que para bien o mal se modificaron ciertos aspecto, y en algunos casos la participación de una parte de los docentes se debió a la presión ejercida por los levantamientos en contra de la dictadura de Porfirio Díaz, lo que orillo a que más maestros se unieran para que beneficiaran a las escuelas rurales, pero no todo podía ser tan fácilmente, pues como en todos los bandos algunos profesores salieron perdiendo sus vacantes por no colaborar o estar en contra del sistema, que por la misma situación existía más pruebas que demostraban que algo andaba mal, y por otra parte los maestros normalistas tenían que lidiar con otro problema más grande, los universitarios que se querían adueñarse de un monopolio junto a los políticos, que para mí no estaba correcto, pues ellos se creían de la elite por enseñar a personas para la educación superior, y diciendo insignificantes a los normalista por solo enseñar a la educación elemental, pero no tardó mucho en que reformaran varios aspectos dentro de la educación, que afectaría a los no normalistas.

REFERENCIA