La proyección internacional de las potencias hegemónicas

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EN EL ESTE, EL MOMENTO DE LA RECUPERACIÓN

Las dudas de la dirección

Con la muerte de Stalin, la URSS, conoce un proceso inverso al de 1924. Juschov, el organizador del funeral de Stalin, durante los cuales decenas de personas mueren asfixiadas, tiene la intuición de romper con el poder personal. Para alimentar su legitimidad Juschov necesita provocar un choque que será el informe secreto leído en el XX congreso.

Durante los 3 años siguientes la dirección soviética parece dudar entre dos tendencias: la distensión o la rigidez. El viaje de Jruschov a Belgrado supone aceptar el policentrismo en el seno del bloque que se trasforma en campo socialista.

Los excesos del stalinismo se corrigen de inmediato.

La sociedad percibe también los cambios que anuncian el abandono de los principios antiguos, la disolución de máquinas y tractores en el campo, la reducción de las entregas obligatorias y la derogación de leyes de vigilancia policial del mundo obrero ilustran el giro populista de Jruschov en busca de una legitimidad entre el pueblo llano y los simples trabajadores.

EL XX CONGRESO Y EL INFORME SECRETO DE JRUSCHOV.

La lectura del informe secreto por Jruschov convierte la desestalinización en una desestabilización del campo socialista. Durante las primeras sesiones Jruschov exalta el principio de dirección colegiada y define las orientaciones internas y externas del partido Estado: la coexistencia pacífica presentada como un enfrentamiento no inevitable, el policentrismo en el campo socialista, la necesidad de preservar al Tercer Mundo de la guerra y los objetivos del VI plan.

Los cinco principios de la coexistencia pacífica según Jruschov: respeto mutuo de la integridad territorial y de la soberanía, no agresión, no injerencia en los asuntos internos, igualdad y ventaja recíproca, coexistencia pacífica y cooperación económica.

Durante la noche del 24 al 25 de febrero de 1956, el informe secreto rompe la imagen del “padrecito de los pueblos”, devela los crímenes de un tirano aislado de las masas, que viola los principios marxistas y dilapida la herencia leninista. Jruschov satanizaba a Stalin y lo hacía responsable de todas las desviaciones, pero también mostraba el gusto por su poder personal, su grosería y su autoritarismo.

Una desestalinización estalinista.

En menos de 9 meses la desestalinización es coordinada por el dirigente de la decimosexta República, el secretario general del PCUS (El Partido Comunista de la Unión Soviética).

El ejército Rojo es una fuerza policial al servicio de los partidos comunistas en el poder, en 1953, la represión de los alzamientos obreros en Berlín prefigura el aplastamiento de 1956, que anuncia la normalización de Checoslovaquia en 1968. Los procesos de cuestionamiento terminarán el día en que los dirigentes soviéticos ordenen al Ejército Rojo que se quede en los cuarteles. Desde entonces, el policentrismo se expresará en la esfera material: Janos Kadar, el secretario general del partido comunista húngaro en Moscú, inventa 10 años más tarde el “socialismo de gulasch”, un sistema mixto que mezcla la propiedad estatal y la pequeña economía privatizada. Con el socialismo de mercado se imponen los especialistas, dueños de unos conocimientos que, por la fuerza de las cosas, minan la autoridad de los políticos

En la URSS, el periodo jruschoviano, es una especie de edad de oro durante la cual la sociedad respira. El lanzamiento de satélite Sputnik en octubre de 1957 es la prueba de la superioridad del comunismo sobre el capitalismo. En 1961 el vuelo triunfal de Yuri Gagarin el primer cosmonauta, el primer ser humano en viajar al espacio, al hacerlo a bordo de la nave Vostok, confirma el control de la tecnología más sofisticada.

La brecha de 1960 en el seno del campo socialista

La vía china difiere de la soviética, la toma del poder no se parece ni al proceso revolucionario de 1917, ni a los golpes de fuerza que, en 1947-1948 acaban con el frontismo en las democracias populares. Viene tras 15 años de guerra civil marcada por la huida del aparato del partido de la ciudad hacia el campo. Mao tiene algo de Tito, ambos llegaron al poder sin la ayuda ni el apoyo del Ejército Rojo. Mao no puede adoptar el modelo estaliniano. La reforma agraria de junio de 1950 y la distribución de parcelas de forma unificada, equitativa y racional a los campesinos pobres rompe el feudalismo y prepara el paso al socialismo.

Con la Guerra de Corea, Pekín obtiene de Moscú un certificado de socialismo. China parece “estalinizarse” con el primer plan quinquenal (1953-1957) elaborado por expertos soviéticos.

Mao decide en 1955 forzar la construcción del comunismo e imponer la colectivización (fue una política puesta en marcha por Iósif Stalin entre 1928 y 1933, para consolidar la tierra en dominio popular y la mano de obra en granjas de explotación colectiva o koljós) en el campo. En ese mismo momento, Moscú se preocupa por el desarrollo del panasianismo y la reunión de la Conferencia de Bandung en abril de 1955. La presencia activa de Zhou Enlai en la tribuna de la conferencia afroasiática junto a otros líderes del Tercer Mundo parece coronar la eficiencia de la diplomacia china.

Al contrario de la Unión Soviética, China en el único Estado socialista subdesarrollado. A ambos países los separan diferencias de concepción diplomáticas, Mao exalta la lucha contra el imperialismo, fustiga a los que temen una guerra nuclear y critica la coexistencia pacífica.

En apariencia, China conoce también una versión propia de desestalinización con la campaña de las Cien Flores lanzada en mayo de 1956 y la suspensión momentánea del culto a la personalidad. En junio de 1957 irrumpe con brutalidad las Cien Flores y prepara el lanzamiento del gran salto hacia adelante. Se trata de una campaña de movilización para lanzarse al comunismo. Para encaminarse el poder decide reconstruir la sociedad y la economía a partir de las comunas populares.

Las luchas de facciones en la cima del Estado acentúan la crisis y precipitan la ruptura con la URSS. Hay una paralización de producción industrial y agrícola. El gran salto hacia adelante resulta un retroceso cuya víctima es el pueblo chino con millones de muertos en los campos de reeducación, muertos de hambre y en disturbios políticos. Casi 50 millones de personas desaparecen.

El nacionalismo los lleva a adaptar elementos tomados del