La psicología positiva en la práctica clínica en colombia.
Enviado por karlo • 17 de Enero de 2018 • 4.562 Palabras (19 Páginas) • 471 Visitas
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Empero, es de común acuerdo establecer a Wilhelm Wundt como el fundador de esta ciencia, al adjudicarse el crédito de haber creado el primer laboratorio de psicología experimental (Davis y Palladino, 2008).
Ahora bien, es importante recalcar que la manera como se ha conceptualizado la psicología ha sucedido desde la pluralidad. Es así que su definición ha estado en constante variabilidad, dependiendo de la concepción del autor, de la escuela que la enuncie o, de la época histórica en que se teorice.
Es así que, aunque Wundt define la psicología como la ciencia que estudia la mente, su estructura y, sus procesos(Leahey, 2013), conceptualización que se hace incompatible con las definiciones ulteriores.
Hilgard (como se citó en Mestre, Samper, Tortosa, y Nácher, 2002), por ejemplo, elude tajantemente esta concepción mentalista de la psicología al definirla como “la ciencia que estudia el comportamiento y las experiencias de los seres vivos” (p.811).
Históricamente la psicología ha ido transformando la forma en que se define a sí misma, su objeto de estudio y, su metodología, lo que ha dificultado en demasía su unificación. Sin embargo, hay ciertas características que han sido invariables hasta el día de hoy, por ejemplo, el objetivo constante que la psicología se ha planteado de adquirir un estatus científico (Saíz, Valldeneu, 2009).
Es en este punto donde radica el aporte más importante de Wundt; al enfatizar tan fuertemente en el aspecto experimental la psicología fue consolidando su objeto de estudio a partir de propiedades que fueran observables y medibles, siendo estas dos, características fundamentales en el ámbito científico (Ardila, 2003).
Edward Titchener, alumno de Wundt e importante representante de la escuela estructuralista, se encausó aún más que su maestro en la introspección, el cual, dada su naturaleza metodológica se alejaba de los preceptos objetivos de la ciencia. Empero, la asunción fundamental seguía siendo la misma: hacer de la psicología una ciencia que pudiera estudiar a los individuos tal como la física puede estudiar la materia (Davis y Palladino, 2008).
Tal y como lo plantea Leahey (2013), Wundt y el estructuralismo posibilitan que la psicología se inscriba por primera vez como ciencia, más es imperativo recalcar que es el conductismo aquel que enmarca finalmente la psicología en el positivismo a través de su fuerte énfasis en el empirismo y la operacionalización de los procesos psicológicos a partir de definiciones observacionales.
La influencia del psicoanálisis en la orientación patogénica. El origen del psicoanálisis como terapia, así como de la teoría psicodinámica, se le atribuye irrefutablemente a Sigmund Freud (Schultz y Schultz, 2010).
La formación que tiene Freud es como médico neurólogo, más no como psicólogo, hecho en sí mismo que lo encauza en un estudio de lo anormal, dada la recurrencia de sus pacientes de padecer diversas ansiedades y perturbaciones; teoriza así las histerias, los trastornos neuróticos, el narcisismo, las obsesiones y las parafilias, entre otras psicopatologías (Bornstein, 2006).
El psicoanálisis es un tratamiento para pacientes con desórdenes nerviosos, los cuales tienen una etiología psíquica, y que emergen a partir de la represión de problemáticas inconscientes (Freud, 1920).
En sumatoria a esto, Leahey (2013) hace notar que:
A Freud le atormentaban dos objetivos: estudiar qué forma toma la teoría del funcionamiento de la mente si se tiene en cuenta consideraciones cuantitativas, una especie de economía de los factores nerviosos; y en segundo lugar, descubrir en la psicopatología algún beneficio oculto para la psicología normal (p. 240).
Como queda en evidencia, Freud tiene un fuerte énfasis en la enfermedad mental, razón por la cual desarrolla un número importante de psicopatologías que luego aparecerán en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, así como en la Clasificación internacional de las enfermedades, ambos textos de relevancia insoslayable en la psicología en el momento de determinar y clasificar una enfermedad de la psique a partir del síntoma psicopatológico, para su posterior terapia (Bornstein, 2006).
Es así que aunque la psicología no adopta la epistemología hermenéutica inherente al psicoanálisis, y aunque se distancia del modelo dinámico per se, aún así toma del psicoanálisis un sinnúmero de conceptos referentes a lo psicopatológico para sí misma, desprendiendo incluso ramas de la psicología a partir de esta influencia: La psicología de lo anormal y el estudio de los trastornos de la personalidad.
La psicología humanista: Los albores de una orientación salugénica. Una vez ya existentes el psicoanálisis y el conductismo como escuelas o, movimientos psicológicos, emerge la psicología humanista como una tercera fuerza, a razón de que ninguna de las teorías psicológicas regentes daban cuenta sobre aspectos como el funcionamiento de las vidas prósperas, los diferentes modos de vida existentes en los individuos, la búsqueda de significado o, la necesidad inherente a los humanos de querer actualizarse, fijarse metas y, alcanzar logros (Buhler, 1971). La psicología humanista se interesa por la especificidad de los individuos, esto es, por aquellas características individuales e irrepetibles que lo configuran como persona, así como de la complejidad que este aspecto implica, pues para ello es imperativo comprender la razón que direcciona su existencia, sus motivaciones, los diferentes escenarios contextuales en los que se desenvuelve, así como los diferentes hechos históricamente representativos que lo demarcan como persona diferenciada.
Kaulino y Strecher (2003) hacen notar que a inicios del siglo XX un grupo importante de psiquiatras europeos -entre los cuales resaltan Binswanger, Van Den Berg y, Strauss-, se encontraban influenciados por la lectura filosófica de Heidegger, hecho que los llevó al inminente rechazo del enfoque Freudiano y la existencia del aparato psíquico, así como también a soslayar el carácter reduccionista del determinismo conductista, para a cambio proponer una comprensión de la mente humana y el ser per se, a através de un análisis de tipo humanista-existencial.
Los psicólogos humanistas se oponen tajantemente a concebir la existencia de los seres humanos regidas y direccionadas por impulsos de la libido sexual, como lo propone el psicoanálisis, o acaso por las contingencias ambientales que le fueron dadas en su experiencia, según propone el conductismo. A cambio de estas concepciones, propone una perspectiva
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