La segunda cruzada

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Por otro lado, Almeria, Tortosa, Fraga y Lérida volvieron a ser cristianas en un proceso que se llevó a cabo desde el año 1147 hasta el 1149 mediante otros ejércitos ibéricos dirigidos por Alfonso VII de Castilla, García Ramírez de Navarra y Ramón Berenguer VI de Barcelona.

El rey Conrado de Alemania partió acompañado por Federico I y su ejército a finales de mayo del año 1147 hacia Constantinopla. Tomaron la misma ruta que en la primera cruzada, por los ríos Rin y Danubio. Ya para septiembre habían llegado y, desfavorablemente, tuvieron disputas e incidentes de batalla. Guiados por el emperador de Constantinopla, Manuel I, el ejército se dividió: una parte por las costas y la otra acompañando a Conrado por el centro. Esto fue estando en Nicea, pero llegaron poco después a Turquía, donde el ejército fue emboscado por los turcos el 25 de octubre de 1147. Al no tener nunca oportunidad de prepararse para defenderse y batallar en contra de los turcos, el ejército de Conrado fue masacrado. Al ver esto suceder, Conrado huye. Al llegar el ejército de Luis VII, Conrado acepta unirse a ellos y, como la mayoría de su ejército se encontraba en manos turcas, la cruzada pasó a ser mayormente francesa. La cruzada alemana había culminado.

El fracaso de la Cruzada

Entre los francos y Nur-al-Din, hijo de Zangi y nuevo rey, hubo una alianza. Sin embargo, esta se derrumbó en cuanto los francos decidieron atacar a Damasco.

El rey era un hombre muy distinto a su padre. Lo consideraban honrado, razonable, sensato y magnánimo, y que se preocupaba por su reino y la condición de su gente, y en especial a los pobres.

Los francos tenían escasez de luchadores, pero se recostaban con el hecho de que sus caballeros eran bien guarnecidos y que contaban con el apoyo de los templarios. Sin embargo, sus estrategias no eran las más efectivas ni las más inteligentes. Lo más ilógico de todo, era el hecho de que irían en contra de su aliado. Si estaban de parte de ellos, ¿por qué atacar? Nur-al-Din siempre había intentado mantener su alianza con los francos, pero cuando Unur, gobernador de Damasco, se percató de que los cruzados venían a luchar en contra de la ciudad, este se lo comunicó a Nur-al-Din, y él no le negó la ayuda, aunque la decisión rompiera la alianza entre Damasco y Francia.

Los cruzados se propusieron atacar a la cuidad desde una llanura de la cual pudieran ver los movimientos de sus enemigos, pero esta estrategia no fue muy segura y se dieron cuenta de cuán peligrosa era esta ciudad realmente. Los jefes esperaban conseguir algún botín luego del ataque, y esto llegó a confundir a los caballeros, haciéndolos pensar que Unur los había engañado para escoger un lugar que los hacía asequibles.

Los francos y alemanes no eran muy inteligentes, así que cuando fueron advertidos de que el ejército de Nur-al-Din venía a vencerlos, los cruzados se retiraron hacia Jerusalén por miedo. La Segunda Cruzada fracasó para los cruzados: ya no había qué más hacer.

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Referencias

Anónimo. (5 de marzo de 2016). La Segunda Cruzada. Obtenido de Wikipedia, la enciclopedia libre: https://es.wikipedia.org/wiki/Segunda_Cruzada

Calvo, W. (s.f.). Bernardo de Clairvaux (1090-1153). Obtenido de Iglesia Evangélica Pueblo Nuevo: http://www.iglesiapueblonuevo.es/index.php?codigo=bio_bernardoc

Cuesta, J. I. (2009). Breve historia de las cruzadas. Madrid: Ediciones Nowtilus.

Martínez, C. d. (2014). Las Cruzadas. Punto de Vista Editores.

Portillo, L. (15 de noviembre de 2010). Segunda Cruzada. Obtenido de Historia Universal: http://www.historialuniversal.com/2010/04/la-segunda-cruzada-cristiana.html

Rodríguez, A. (2012). Segunda Cruzada. Obtenido de Las Cruzadas: Luchas por Tierra Santa: http://historiamedievalcruzadas.blogspot.com/p/segunda-cruzada.html

Ruiz, A. J. (2013). Cruzadas Parte 1. Obtenido de guerrashistoricas: http://guerreashistoricas.blogspot.com/2013/02/cruzadas-parte-1.html

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Figuras

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Figura 1. (Portillo, 2010)

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Figura 2. (Ruiz, 2013) (Ruiz, 2013)

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Figura 3. (Calvo, n.d.)