Las mujeres en la antigua roma.
Enviado por klimbo3445 • 22 de Abril de 2018 • 3.891 Palabras (16 Páginas) • 593 Visitas
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Las Vestales.
Se les llamaba vestales y no monjas, era un tipo de sacerdocio femenino, pero siempre eran inferiores a los hombres, existían flaminicas eran sacerdotisas genéricas, hubo culto específicos de las mujeres pero sin duda las más importantes eran las vestales.
Existían ámbitos en la sociedad en los que la mujer se consideraba importante ejemplo de esto las vestales, estas dependían directamente del Pontífice máximo, pero es verdad que las vestales gozaban de una serie de privilegios que prácticamente ninguna mujer podría gozar, de hecho en los teatros, los peores lugares eran otorgados a las mujeres, pero si una vestal por ejemplo visitaba el coliseo tenía un palco especial, sentarse a un lado de una vestal se consideraba un honor, incluso se dice que si un reo iba a ser ejecutado y por casualidad una vestal pasaba a su lado él era perdonado.
Vesta, el origen del nombre, la Diosa Vesta es la diosa del hogar pero no del hogar como algo nimio, si no como la sacralidad del hogar, por eso es representada por la llama y mantener ese fuego era su misión. La llama significaba la garantía y la permanencia del estado Romano.
Eran dirigidas a volverse vestales desde muy jóvenes a una edad en los 6 y los 10 años las elegían, solo se elegían de las familias ‘‘patricias’’, porque eran clasistas, pues se creía que eran mejores, no se podía elegir a cualquier niña.
Se les tenían muchísimas exigencias ejemplo de esto es que una vestal no podía intimar durante 30 años y tenía que vivir en la casa de las vestales.
Las vestales que estaban a punto de retirarse eran quienes estaban a cargo de las que apenas comenzaban, existía una vestal máxima que era quien las dirigía.
Los primeros años, eran los años de su formación básicamente les enseñaban todos los rituales para mantener la práctica de la pax deorum que era la armonía o el acuerdo entre los hombre y los dioses para el beneficio mutuo e indispensable para el bienestar del estado.
Algo de lo más importante era a mantener el fuego vesta, si faltaban a esta premisa fundamental eran castigadas o condenadas a ser apaleadas hasta morir.
Las vestas en un ámbito familiar se consideraban sumamente importantes, la vesta quedaba fuera de la tutela del ‘‘pater familia’’ pero esto era una honra total y daba mucho prestigio político.
Se cubrían totalmente incluso el cabello para ofrendar a los Dioses y demostrar su pureza.
Si eran encontradas faltando a su compromiso de ser vírgenes por 30 años, si seguían siendo vírgenes no se podía derramar su sangre, pero si dejaban de ser vírgenes seguían siendo una vestal y como no se podía derramar la sangre de una vestal, el castigo era ser enterrada viva. Se construía una habitación debajo de la tierra y se le daba comida y agua para unos pocos días, hasta que muriera.
El matrimonio.
Muchos de los matrimonios en roma fueron organizados por los paterfamilias de los novios. La niña tenía una edad alrededor de trece años, mientras que el niño era algo más mayor por término medio. La novia tomaría sus juguetes de infancia y ropa y le ofrece a la diosa Venus, o a cualquiera de otros dioses de familia llamada Lares y Penates. Un cerdo sería sacrificado en el día de la boda, u las oraciones serían hechas a Juno.
El padre de la novia firmaría el contrato de matrimonio y los obsequios de la novia serían dados a los novios de la familia. El día de la boda terminaría con el novio fingiendo raptar o separar a la novia de su madre como un recuerdo de la historia legendaria de las mujeres Sabinas en Roma temprana. La matrona unía las manos derechas de los esposos, y un niño, entre ambos, que sostenía una antorcha, personificaba al dios Himeneo. Después de matar al buey o cerdo, se celebraba la cena nupcial de la novia. Tres jóvenes, cuyos padres estuvieran vivos, llevaban junto a la esposa el huso, la rueca y una antorcha de espino blanco encendida en casa del padre de la novia. Para que el matrimonio sea valido hacen falta tres requisitos previos:
1. Capacidad natural: capacidad fisiológica para poder tener hijos. En las mujeres a los doce años aproximadamente y los hombres catorce.
2. Capacidad jurídica: Debían ser personas libres y estar en posesión de la ciudadanía romana plena o, al menos, tener el ius connubii o derecho al matrimonio legal. Los esclavos, por ejemplo, no podían contraer matrimonio legal, ni entre ellos ni entre, evidentemente, con personas libres; en la práctica, a pesar de que estaban unidos a otras personas, esta unión era considerada ilegítima; por eso, sus hijos nacían esclavos y no tenían ningún derecho. Igual consideración tenía la vida conyugal entre dos personas libres, si las dos o una de ellas no tenía el ius connubii ; los hijos de una pareja así eran considerados bastardos.
3. Consentimiento de las partes o los esposos: los dos contrayentes debían dar su consentimiento o bien el paterfamilias decidía sin la opinión de sus hijos, si éste se opone, el matrimonio no puede realizarse. Los impedimentos para que se celebrara el matrimonio eran los siguientes:
1. El parentesco en línea descendiente y ascendiente estaba prohibido. En línea colateral también y estaba, asimismo, prohibido el matrimonio con sobrinos y sobrinos-nietos.
2. La afinidad: estaba prohibido casarse con familiares de la esposa.
3. Otros: prohibición de casarse entre patricios y plebeyos por la Ley de las XII Tablas hasta que la Ley Canaleja lo permitió. Cualquiera de estas condiciones originaba la nulidad del matrimonio.
En Roma, en la época republicana, había tres tipos de matrimonio, desde el punto de vista jurídico:
El matrimonio cum manu. Consistía en que la esposa abandonaba a su familia y se integraba en la del marido, y quedaba sometida jurídicamente al poder de éste. Este tipo de matrimonio fue el más utilizado en los últimos años de la República; después cayó en desuso. Para acceder a esta modalidad de matrimonio, se utilizaban tres procedimientos: 1. La confarreatio. Era una ceremonia religiosa, utilizada sobre todo por los patricios. En ella, los contrayentes, en presencia del Flamen Diales o del Pontifex Maximus, compartían el panis ferreus. Sería el equivalente a nuestra ceremonia por la iglesia.
2. La coemptio. Tenía un carácter totalmente civil. Era el procedimiento más usual. En éste se simulaba la compra de la mujer por parte del marido, en presencia de cinco testigos
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