“Los nuevos autoritarismos de América Latina”
Enviado por Mikki • 25 de Febrero de 2018 • 1.693 Palabras (7 Páginas) • 350 Visitas
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Esta dictadura se prolongó desde 1973 hasta 1989. El régimen chileno aplicó en forma más radical en ciertos momentos y de modos más flexibles en otros, las típicas recetas económicas liberales. Para ello, redujo drásticamente el peso del estado en la economía, realizando privatizaciones masivas; abrió el mercado nacional al comercio exterior, obligando al sistema productivo local a volverse competitivo o desaparecer; liberalizó el mercado financiero y desreguló el mercado de trabajo; eliminó el control sobre los precios e incentivó la exportación. Hacia finales de la dictadura, el poder adquisitivo de los salarios era más bajo que veinte años antes y el gasto social también se había reducido.
Durante su gobierno el senado y la cámara de diputados fueron clausurados. En la economía, aparecieron los “chigagos boys” quienes pretendían un crecimiento económico sustentado en empresas privadas. A partir de 1974 se impuso un modelo neoliberal.
Las consecuencias de este régimen fueron: aplastamiento del sindicalismo, aumento de la pobreza, alto nivel de desocupación y profunda desigualdad.
En 1988 Pinochet deja el poder.
El gobierno de Onganía
El presidente Illia fue sacado por la fuerza de la casa de gobierno y los militares se hicieron cargo del poder. El día 30 de junio de 1966, asumió el nuevo presidente, Juan Carlos Onganía, jurando sobre los estatutos de la autodenominada "Revolución Argentina". Se disolvió el Congreso, se intervinieron todas las provincias y organismos del Estado y se destituyó a los miembros de la Corte Suprema.
A poco de asumir y, en la seguridad de que las universidades eran un reducto opositor, el gobierno decidió intervenirlas quitándoles la Autonomía y el Cogobierno, conquistas logradas con la reforma de 1918.
Cuando docentes y alumnos quisieron defender sus conquistas, se produjo uno de los hechos más lamentables de la historia cultural argentina: la Noche de los Bastones Largos. Ese 28 de julio de 1966, la Guardia de Infantería, armada con pistolas lanza gases y largos bastones, golpeó y detuvo a docentes y estudiantes de varias facultades de Buenos Aires. La consecuencia fue el despido y la renuncia de más de 700 docentes que abandonan el país para continuar sus brillantes carreras en el exterior. La represión tenía que ver con el intento de erradicar el comunismo. Determinadas manifestaciones culturales se las veía como sinónimo de una expresión de la izquierda.
El ministro de Economía, Krieger Vasena, logra controlar la inflación congelando los salarios, una receta muy conocida. Tras una devaluación del peso del 40%, el dólar permaneció estable por casi dos años. El gobierno encaró obras públicas, pero los principales beneficiarios del programa económico fueron los grandes empresarios y las más importantes empresas industriales, muchas de ellas multinacionales.
En mayo de 1969, comenzaron a evidenciarse los síntomas de un descontento que venía creciendo entre distintos sectores de la población debido al cierre de los canales de participación política, la política educativa, social y económica del gobierno.
El 15 de mayo, la policía reprimió violentamente una manifestación de estudiantes en Corrientes. Allí murió el estudiante de medicina. Dos días después, en Rosario, estudiantes que se movilizaban para repudiar el crimen fueron enfrentados por la policía. Uno de los uniformados, asesinó al estudiante Adolfo Bello de 22 años. El hecho produjo la indignación de los rosarinos que se manifestaron masivamente en una "marcha del silencio". El 21 de mayo la policía volvió a reprimir y a cobrarse una nueva víctima, Blanco de 15 años. La situación se agravó y las calles de Rosario fueron ocupadas por obreros y estudiantes. Era el "Rosariazo", el primer estallido de una larga lista que expresaba el descontento popular con la dictadura de Onganía quien decretó la ocupación militar de Rosario y varios puntos de la provincia de Santa Fe.
El 29 de mayo de 1969, se produjo el Cordobazo. Obreros y estudiantes ocuparon el centro de la ciudad. Los obreros abandonaron sus puestos y, desde los cuatro puntos de la ciudad comenzaron a marchar hacia el centro, hacia el local de la CGT. La Policía fue desbordada y debió retirarse. Finalmente, el ejército logró controlar la situación en la ciudad, pero en el país la cosa parecía incontrolable.
Los hechos de Córdoba abrieron el paso a la violencia como forma de hacer política. El cierre de los canales tradicionales de participación, como los partidos políticos y la represión de la actividad gremial en las universidades llevaron a muchos jóvenes a canalizar su protesta a través de la guerrilla.
Desde los hechos de Córdoba, el ejército a través de su jefe, el general Alejandro Agustín Lanusse, venía presionando a Onganía para que compartiera las decisiones políticas con las Fuerzas Armadas y tomara conciencia de la gravedad de la situación nacional. El secuestro y asesinato del general Aramburu, llevado a cabo por los Montoneros, y la incapacidad del gobierno para esclarecer el hecho, fueron el detonante para un nuevo golpe interno. Derrocaron a Onganía el 7 de junio de 1970 y designaron como presidente a Roberto Marcelo Levingston.
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