Zonas Francas en Costa Rica
Enviado por Albert • 10 de Octubre de 2017 • 1.974 Palabras (8 Páginas) • 881 Visitas
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Algunas ventajas de las Zonas Francas para el país son la generación de empleo, la evidente atracción de inversión extranjera directa, el aumento de las exportaciones, y el desarrollo económico del país, así como el fortalecimiento de la clase social trabajadora.
Sin embargo hay también algunos perjuicios de esta modalidad como la falta de capitalización de impuestos, además las ganancias de dichas empresas no se quedan en el país sino que por ser capital extranjero, y no hay un balance claro entre los beneficios que podemos percibir como país en comparación con los beneficios que perciben las empresas del régimen.
En cuanto a las ubicaciones de las Zonas Francas y parques industriales hay una clara saturación de empresas en las zonas centrales del país, y hay un déficit en las zonas aledañas o rurales. Estas zonas fuera del Gran Área Metropolitana corresponden a su vez a las zonas con los mayores índices de pobreza y desempleo del país.
Recomendaciones
Claramente el Gobierno actual tiene grandes retos de cara a esta realidad nacional.
En cuanto al tema de infraestructura creo conveniente la valoración de la apertura de un nuevo muelle que atienda con calidad y agilidad estas empresas. Al menos se debería asegurar que lo que tenemos hoy funcione sin trabas y bajo procesos altamente efectivos (lo cual hoy no sucede). No es posible que toda la economía sufra cada vez que hay una manifestación en JAPDEVA, y no haya un plan B para mantener este “barco” a flote.
Además creo que la mejora de la red vial es definitivamente una necesidad, pues de nada sirve traer y traer empresas que tienen requerimientos grandes cuando a transporte se refiere pero esto que parece tan sencillo se convierte en una traba más pues encuentran en nuestras calles enormes retos y atrasos por temas de congestionamiento, mal estado de las carreteras, y trabas adicionales en horarios, rutas y otros.
Con respecto a la educación creo que el país ha estado haciendo un buen trabajo, pero como en todo, siempre hay grandes oportunidades. Se sigue manteniendo niveles claramente altos en comparación con otros países de la región en los estándares de educación, sin embargo las universidades y los colegios o la educación secundaria, deben ser aliadas claras del país. No basta con formar ciudadanos que sepan leer y escribir, sino que sepan pensar, cuestionar, formular, crear y competir. Las instituciones educativas tienen en su haber el desafío de crear el futuro, y pueden ellos mismos orientar a sus alumnos a lo que el país necesita: más técnicos, más ingenieros, más especialistas en el área de investigación y servicio al cliente. Si las empresas buscan un perfil de alta calidad, pero no encuentran en el país personas con el enfoque requerido sigue sin tener sentido para ellos invertir aquí. Hay que replantear las bases de la educación, los mismos educadores deben ser formadores y aliados de la generación de oportunidades, no pensando en crear solo gente educada sino grandes profesionales y una mano de obra competitiva. Los mismos centros educativos deben promover profesionales que se enfrenten a estos retos sin temor alguno.
En cuanto al tema de las tarifas eléctricas son ya un tema inclusive de interés nacional. Se convirtió en una de las bases del discurso del actual Presidente quien con clara preocupación reiteró la importancia de adecuar las tarifas para volvernos “atractivos” de nuevo para empresas y capital extranjero. No nos sirve ser un país caro y no rentable para las inversiones, ¡al contrario! Creo que a todos nos interesa tener mejores oportunidades de empleo, mejores salarios y niveles de vida, inclusive mejores calles y puertos. Todo eso nos vuelve, como ya dije, más “atractivos” y competitivos. ¿Ahora, será que el monopolio del recurso eléctrico podrá competir también en materia de tarifas? Porque claro está que en Costa Rica no compite más que consigo mismo, pero en la región el país es el perjudicado si la estructura monopolística no se amarra los pantalones y cambia sus tarifas de facturación.
Finalmente creo que necesitamos replantear las zonas en donde queremos tener presencia de nuevas empresas. El tema del congestionamiento vial es simplemente intolerable, y cada vez es peor. Si bien la idea no nació pensando en perjudicar el sistema vial, sino todo lo contrario, hoy la realidad es otra. Necesitamos desahogar la capital, abrir nuevos espacios de trabajo alejados del casco central en donde otros perfiles de colaboradores, otras zonas y otras rutas sean las que adquieran mayor relevancia y desarrollo. Creo que uno de los éxitos de la Zona Franca del Coyol ha sido justamente que con su desarrollo se ha generado un desarrollo paralelo de nuevos espacios residenciales, nuevas carreteras y nuevos negocios a su alrededor. Esto mismo puede hacerse en las otras provincias como Guanacaste, Limón y Puntarenas.
Costa Rica ha sido históricamente innovador y ha sabido quebrar paradigmas. Si bien recordamos, ¿fue innovador cuando estableció que la educación era gratuita y obligatoria, o cuando se consolidó en materia de paz y estabilidad democrática tras la abolición del ejército? Entonces, ¿cómo es que ahora vamos como el cangrejo en todo lo demás?
Sí, es una buena idea, pero el reto sigue. El esquema de Zonas Francas es claramente una propuesta que puede potenciar al país, que tiene grandes beneficios para la nación, pero puede ser mejor. No creo que la implementación esté a medias, creo que simplemente se deben pulir y alinear todas las áreas que se ven involucradas por el Régimen. Es un reto del Estado, pero también de los costarricenses. Se debe tomar decisiones ya. Esperemos que el nuevo Gobierno pueda potenciar las Zonas Francas y posicionarlas como las grandes generadoras de una bonanza social y económica una vez por todas sin que signifique detrimento de otra área. Que todo evolucione mano a mano, sin perjudicar otros que no creíamos involucrados, y que potencie al país como la Nación que queremos ser.
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