Museo de Antropología.

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Los mixtecos quienes habitaron en especial la zona montañosa de Oaxaca y sus costas. Esta cultura decoró sus edificios ceremoniales y palacios mediante complicadas combinaciones de grecas escalonadas. Los mixtecos se preocuparon por rescatar su memoria histórica, razón por la cual produjeron códices históricos a manera de libros pintados. Este pueblo destacó por sus hazañas militares y la habilidad de sus artistas y artesanos, crearon extraordinarios objetos de oro y plata y tallaron hábilmente el jade, el azabache, la obsidiana y el cristal de roca.

Costa del Golfo

Aquí se muestra el entorno geográfico que caracteriza a la zona costeña del Golfo de México fue propicio para el florecimiento de diversas culturas que eligieron esta región por su ambiente tropical, la abundancia de ríos y la riqueza de recursos naturales. La cultura más temprana fue la de los olmecas quienes habitaron el sur de la costa del golfo durante el preclásico (1200 a 600a.C.). Este pueblo planificó los primeros centros urbanos: La Venta, en Tabasco y San Lorenzo, Tenochtitlan en Veracruz. Crearon grandes esculturas monumentales, como las cabezas colosales, altares que recrean ideas cosmogónicas, en imágenes de seres sobrenaturales en las cuales los rasgos de los jaguares se mezclan con los de los humanos. Los olmecas trabajaron con materiales preciosos como el jade, el cristal de roca, la magnetita y la obsidiana y crearon ornamentos, espejos, figurillas y otros objetos artísticos, reconocibles por su característico estilo.

En el centro de Veracruz, durante el preclásico (600 a.C. a 200 d.C.)y durante el clásico (200 d.C. a 900 d.C.), florecieron diversas culturas como la de Remojadas que se conoce por sus figurillas y recipientes modelados en arcilla, o bien la cultura de El Tajín, que toma su nombre de esta ciudad, con edificios decorados con grecas y nichos. Esta cultura tuvo gran desarrollo del juego de pelota, que dio lugar a la creación de piezas llamadas yugos, palmas y hachas, curiosas imágenes talladas en piedra en las que se representó a animales sagrados, guerreros y una decoración a base de entrelaces y volutas.

En la parte septentrional de la costa del golfo, es una extensa región que se extiende hasta San Luis Potosí, los huastecos tuvieron un gran desarrollo cultural, desde el preclásico hasta el posclásico (800 a.C. a 1521d.C.). Su mayor florecimiento corresponde a la etapa final y fue entonces cuando crearon esculturas notables.

Los alfareros, desde las etapas tempranas, modelaron delicadas figurillas femeninas con enormes muslos como rasgo físico. Este pueblo costeño utilizó las conchas y los caracoles como materia prima para elaborar una vistosa joyería y varios tipos de ornamentos, tallando y calando los objetos con una depurada calidad técnica.

Maya

En la sala se presenta como este pueblo habitó una extensa región que comprende toda la península yucateca y Chiapas, en México, así como Belice, Guatemala, El Salvador y partes de Honduras y Costa Rica en Centroamérica. Los mayas desarrollaron su cultura desde el preclásico hasta el posclásico y planificaron ciudades-estado que hoy son atractivos sitios arqueológicos. En México los más importantes son Yaxchilán, Palenque, Bonampak, Uxmal y Chichén Itzá.

Los mayas buscaron su propia identidad física: practicaron la deformación craneal, la mutilación dental, la escarificación del rosto y el cuerpo y la introducción del estrabismo.

Palenque y las numerosas figuras de Jaina, realizadas en arcilla presentan con sus vestimentas y ornamentos a aquella antigua sociedad. Este pueblo se distinguió en toda Mesoamérica por el elevado nivel de sus conocimientos, ya que creó un calendario de gran perfección y contó además con una escritura mediante la cual consignaron su memoria histórica. Los mayas fueron grandes artistas y artesanos.

Norte

En esta sala se muestra el extenso territorio que comprende el norte de México se diversificaron algunas expresiones culturales. Las regiones áridas fueron las preferidas por los cazadores-recolectores, quienes se adaptaron a aquel agreste ambiente y vivían en cuevas, donde depositaron a sus muertos con sus ofrendas funerarias. Se observan cestos, sandalias y tejidos de fibras vegetales, así como sus armas de cacería.

En otras regiones se observaron desarrollos de carácter agrícola, especialmente en Guanajuato y San Luis Potosí y, más al norte, en Oasis América, se desarrolló la cultura de Paquimé, conocida también como Casas Grandes, cuyos habitantes construyeron complejos residenciales de adobe, se dedicaron a la agricultura y el comercio de la turquesa, el cobre y otros materiales, y crearon una peculiar cerámica decorada con motivos geométricos.

Occidente

Esta sala está dedicada a las principales culturas que se asentaron en esta región de Mesoamérica. Corresponden las culturas de Capacha y Chupícuaro, de agrícola y con una fuerte tradición funeraria, testimoniada por las ofrendas de figuras y vasijas modeladas en cerámica, se reconocen por su decoración geométrica; es sobresaliente el conjunto de jugadores de pelota, procedentes de El Opeño, Michoacán, que prueba la antigüedad de este deporte.

También se exhiben figuras modeladas en arcilla que representan a individuos y animales de carácter sagrado que vivieron en Colima, Nayarit y Jalisco, ya que en esta región del Occidente floreció la cultura de las Tumbas de Tiro, que perduró por un largo tiempo, desde el preclásico hasta el clásico. Los sitios habitacionales se construían con piedras talladas y se edificaron plataformas para casas, templos y canchas para el juego de pelota. Debajo de las casas excavaban tiros a manera de pozos y en estas cámaras sepulcrales depositaban a los difuntos acompañados por figuras y animales.

Los purépechas, quienes crearon un gran imperio semejante al de los mexicas. Tallaban esculturas en piedra y su cerámica era de gran delicadeza con un acabado de apariencia cerosa. Este pueblo destacó en el arte de la orfebrería y utilizó armas y herramientas de cobre que le confirió gran superioridad bélica.

Etnografía

En esta sala se observan los pueblos indígenas contemporáneos de México, poseen una cultura tradicional que conforma una gran identidad; se dedicaban en particular a la agricultura y desde el siglo XVl tras la conquista española, su religión, aunque esencialmente católica, sufrió un acusado sincretismo debido a que persistieron elementos de los cultos prehispánicos, lo