Objetivos económicos de las naciones europeas al circunnavegar los mares y que culminaron con el descubrimiento de América al final del siglo XV. Karen Fabiola Escalante Ramírez. 302823
Enviado por Jillian • 24 de Abril de 2018 • 12.543 Palabras (51 Páginas) • 455 Visitas
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Fueron los países del norte los grandes rivales de los portugueses en África y en el Océano Índico. Los navíos holandeses, franceses e ingleses empezaron a competir con el monopolio portugués, fundando fuertes y colonias propias. Poco a poco aumentó el comercio de los países nórdicos sin que por eso disminuyese el comercio oceánico de portugueses y españoles. Los recién llegados llegaban a rodear sus dominios más valiosos (como con Hong Kong, frente a la colonia portuguesa de Macao). También les tomaron la delantera en la exploración de las últimas regiones desconocidas del Océano Pacífico y de la costa este de América del Norte, que eran parte de la "zona española" del reparto del Tordesillas. Exploradores holandeses como William Jansz y Abel Tasman exploraron las costas de Australia (que los españoles buscaron y no habían conseguido encontrar) mientras que en el siglo XVIII fue el marino británico James Cook quien cartografió gran parte de la Polinesia.
Descubrimiento de América
El Reino de Castilla compitió con Portugal, pero empezando sus exploraciones del Atlántico con retraso respecto a los lusos: hasta finales del siglo XV los exploradores castellanos no entrarían en competencia directa con sus vecinos peninsulares, aunque su presencia comercial y pirática era activa en las aguas atlánticas. El primer enfrentamiento fue por las Islas Canarias, que fueron confirmadas como posesión castellana en el Tratado de Alcáçovas e incorporadas en su totalidad tras largas campañas contra los indígenas insulares entre 1478 y 1496. Por otro lado, los recursos castellanos estaban dedicados al esfuerzo bélico contra el reino de Granada en la Península. Una vez terminada la Reconquista y recuperada la población de los estragos debidos a la peste negra, los Reyes Católicos pudieron dedicarse a la financiación de nuevas exploraciones y rutas comerciales ultramarinas.
En 1492 los monarcas deciden financiar la expedición de Cristóbal Colón con la esperanza de encontrar una ruta que llegase a las Indias, navegando hacia el Oeste, buscando una alternativa a la ruta de las especias y cumpliendo con el Tratado de Alcaçovas, que reservaba a Portugal el camino por el sur de África. En rigor, el continente americano había sido descubierto por culturas asiáticas, varios milenios antes de la llegada de Colón, pero hasta ese momento, su existencia había permanecido desconocida por la mayor parte de las culturas asentadas en Europa, África y Asia. Conocido el nuevo camino al este del continente asiático, denominado por algunas etnias europeas como ‘las Indias’. La delimitación de las áreas de influencia de España y Portugal pasó a ser un asunto comprometido que acabó resolviéndose diplomáticamente con la firma de un nuevo tratado en Tordesillas, de 1494. Dicho tratado fijó el límite entre las dos potencias ibéricas tras las demandas de Portugal por mover la línea hacia el oeste de un meridiano que pasaba 370 leguas al Oeste de las islas de Cabo Verde. Los portugueses se otorgaron todo el territorio no europeo que se encontraba al Este de dicho meridiano. Esto ponía en sus manos África, Asia y la parte oriental de Sudamérica, el extremo de Brasil. Los españoles se adjudicaron los territorios que pudieran descubrirse al occidente del mismo –tierras prácticamente desconocidas hasta ese momento– principalmente la zona occidental del Continente Americano, así como algunas islas del Océano Pacífico.
Al principio, Colón y otros exploradores españoles quedaron decepcionados por el resultado económico de sus exploraciones. A diferencia de África o Asia, los habitantes de las islas del Caribe no poseían especias ni seda, ni tenían bienes que los españoles consideraran de valor, aunque sí poseían gran cantidad de productos agrícolas desconocidos por el mal llamado Viejo Mundo, como el maíz, la mandioca, el algodón, el maní (cacahuete), los pimientos, la piña, la patata y el tabaco. Tiempo después, al explorar más el continente, los europeos fueron hallando nuevos productos y comenzaron a percatarse del valor comercial de los mismos en los mercados de Europa, para competir con los bienes que portugueses e italianos llevaban desde Asia y África. A los productos ya mencionados se sumaron nuevas especias como la vainilla, el tomate, el cacao y su derivado el xokolatl o chocolate, la llamada pimienta de Jamaica, o la cochinilla, fuente de un apreciado tinte. Ya en 1496, Bartolomé Colón funda Santo Domingo, conocida por ser el lugar del primer asentamiento europeo en América y por ser la primera sede del gobierno colonial español en el Nuevo Mundo.20 Pero en aquel momento no se conocía la existencia del Continente, al otro lado del Golfo de México, ni del tamaño real del océano más grande de la Tierra.
En el interior de América los españoles encontraron imperios que eran tan extensos y estaban tan poblados como los de Europa. Su conquista fue relativamente sencilla gracias a la habilidad negociadora de los conquistadores con los pueblos sojuzgados por dichos imperios y, en parte, por algunas pandemias que su llegada había desatado. Lograron hacerse con su control con algunos grupos de hombres audaces y con suficiente habilidad diplomática como para convencer a los sojuzgados por los imperios nativos de iban a liberarlos.
Recursos de América
Como se ha dicho más arriba, después de que Colón llegara a América, las diversas culturas africanas, europeas, y asiáticas, comenzaron a utilizar y consumir una gran cantidad de productos desarrollados por las culturas americanas. Los de más rápida y fácil explotación fueron los alimenticios como el maíz, la mandioca, el algodón, el maní (cacahuete), el ají, la piña o ananá, el aguacate, el tabaco, la vainilla, el tomate, la patata o el cacao y su derivado el xokolatl o chocolate. Unos de los más apreciados fueron los pimientos, en sus múltiples variedades, que proporcionaban unas ventajas parecidas a las de la pimienta.
Así mismo en las tierras americanas se comenzó a cultivar con gran éxito planta ya conocidas por los europeos, como el azúcar o el café y también de las nuevas tierras se llevaron al Viejo continente cultivos que florecieron bien, caso del tabaco. Otros productos tardaron algo más de tiempo debido a distintos motivos. Así el caucho, obtenido del látex, debió esperar más hasta depurar el método de extracción, lo mismo que los nuevos tintes. El Palo de Brasil no era de origen americano, provenía de Ceilán y se le conocía desde la Edad Media, pero en Santo Domingo y Cuba se halló otra planta, la Caesalpinia Crista, similar a la original asiática, la Caesalpinia Brasiliensis. El tinte obtenido de
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