PRIVATIZACIÓN, ESPERANZA DE SALVAR EL MUNDO.

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Uno de los casos más recientes es la “privatización” en México, en donde este año se expide la ley general de aguas, en donde se niegan fines de privatización, aunque hay voces que apuntan que esa es la intención de dicha legislación. La mayoría está negando y no ha aceptado esta privatización porque consideran que el agua es un derecho humano que no debería tener ningún costo.[3]

El Artículo 81 abre la participación a la extracción, captación, conducción, potabilización, suministro, tratamiento, desalojo, medición, facturación y cobro de tarifas.[4]

El artículo anteriormente mencionado es el que causa polémicas porque dicen que al hacer esto se vulnera el derecho a la libre extracción del líquido.

En Latinoamérica cómo podemos notar es el lugar en donde más polémica hay acerca de la privatización, debido a las costumbres que hemos traído desde años atrás en donde el agua es algo que por naturaleza el hombre necesita, y en este momento se vería amenazada con la política porque no es empleada de la manera adecuada.

Algo que se puede notar es que el problema en sí, no radica en la privatización, porque de una u otra manera, es algo que se plante para contribuir a la preservación del medio ambiente y de esta manera evitar un gasto innecesario producido antes de tiempo, logrando así escases de recursos hídricos en un futuro. La discusión en esta política es más de la forma en que se ejecuta en cuanto al territorio en cuestión, porque en las variadas ocasiones en que este proyecto ha llegado a falla mientras se llevaba a cabo era por un manejo inadecuado y abusivo que le dan las empresas privadas, produciendo cierta inconformidad de parte de los usuarios, ya que empiezan a salir a flote diversas crisis económicas, y sea por los costos elevados que son asignados a la prestación del servicio o a la búsqueda de agua potable debido a la calidad deficiente del servicio, que llega a tal punto de ofrecer el servicio de acueducto a unos lugares específicos.

Una de las estrategias que se podrían plantear para que la privatización se vea como una solución a uno de los problemas que están al asecho en la sociedad, es buscar que esta sea justa en cuanto a los cobros, porque algo que se debe tener en cuenta es que antes del agua ser un servicio, fue un derecho, porque es algo que nos da la vida, y si se mantiene un equilibrio tanto del que presta el servicio como del que lo contrata podrías haber una rápida aceptación a ésta políticas sin el riesgo de no ser aceptada porque sería empleada justa y razonablemente.

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