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Recensión aprendiendo a ser humanos. una antropología de la educación

Enviado por   •  21 de Mayo de 2018  •  4.388 Palabras (18 Páginas)  •  310 Visitas

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La Antropología Filosófica se ha desarrollado de manera abstracta y desligada de los intereses inmediatos del hombre de la calle. Por eso se hace preciso devolver la filosofía a la vida. Por tanto debemos ser capaces de mostrar que los problemas y formulaciones filosóficas pertenecen a la vida ordinaria humana. Por otro lado, hay que intentar articular la ciencia y la filosofía, mostrando la correspondencia entre problemas y formulaciones de la ciencia positiva y problemas y formulaciones de la filosofía.

5. UNA FILOSOFÍA «A RAS DE TIERRA»

La Antropología Filosófica realiza una síntesis en el plano filosófico de los conocimientos aportados por las ciencias biológicas, las ciencias humanas y las ciencias sociales. Se trata de hallar una concepción del hombre que describa la estructura en la que transcurre la vida humana.

Morey señala tres características que debe cumplir una Antropología de carácter filosófico: generalidad, que ha de ofrecer un espacio para el encuentro interdisciplinar de los diversos saberes que tratan sobre el hombre, profundización en la cuestión de lo humano y la variación cultura, y la utilización de un método y contenidos filosóficos.

La metodología debe componerse de tres momentos: uno fenomenológico o de recogida de datos de experiencia, otro trascendental en el que se busca desvelar los supuestos y el significado último de esos hechos, y un tercero hermenéutico, de interpretación y contextualización de los datos.

6. LA FILOSOFÍA DE LA EDUCACIÓN Y SUS DETRACTORES

Peters definió la Filosofía de la Educación como una familia de investigaciones filosóficas, unidas entre sí por su carácter filosófico y su relevancia en cuestiones educativas. Como abarca todas las cuestiones educativas o ninguna, es imprescindible para el desarrollo de la tarea educativa, o totalmente innecesaria.

Algunos pioneros de la Filosofía de la Educación pretendían que su disciplina fuese auténticamente filosófica, y reconocida como tal, a la vez que esta se introdujera efectivamente en los planes nacionales de formación del profesorado, y que los mismos profesores reconocieran su relevancia en orden al trabajo que desarrollan.

Des de el ámbito de la filosofía, se considera a la Filosofía de la Educación como una disciplina filosófica de segunda categoría. Para que un saber auténticamente filosófico pueda desarrollarse en esa dirección es preciso averiguar qué es lo que permite que una materia sea considerada objeto idóneo para su tratamiento filosófico: hay que determinar cuáles son las condiciones que debe satisfacer para poder construir sobre su base una consistente "filosofía de...". Porque, evidentemente, cualquier materia no es adecuada. En aquellos casos en los que la "filosofía de X" ha sido desarrollada con éxito, X debe tener una estructura racional de una complejidad suficiente como para que puedan originarse problemas para su comprensión.

Para que una materia pueda convertirse en fuente fructífera para la reflexión filosófica debe ser capaz de suscitar preguntas del tipo: "¿cómo es esto posible?". Por lo tanto, si no hay un lugar dentro de un determinado campo del saber para formularse preguntas de este género, no parece una materia apta para la reflexión filosófica.

7. TEORÍA Y PRÁCTICA. UNA APROXIMACIÓN DESDE EL ÁMBITO EDUCATIVO

Wilfred Carr señala la necesidad de analizar la teoría y la práctica. Este, sostiene que parte de las dificultades con que nos encontramos hoy para articular teoría y práctica se deben a una falta de comprensión del desarrollo histórico de la noción de praxis.

La teoría maneja ideas abstractas, la práctica de realidades singulares. La actividad teórica es inmune a la presión del tiempo, la práctica está sometida a los requerimientos de la vida cotidiana. Las soluciones a los problemas teóricos se hallan cuando se conoce algo, los problemas prácticos solo pueden ser resueltos haciendo algo. Cuando este esquema se aplica al campo de la educación, la caracterización de la práctica educativa que se obtiene es siempre insatisfactoria.

8. LA ANTROPOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN

La Antropología de la Educación es una disciplina sistemática, descriptiva e interpretativa, que pretende cumplir una función instrumental: ayudar a orientar lúcidamente la acción educativa. Esta orientación se realiza en dos sentidos: uno de ellos, más filosófico, busca clarificar la naturaleza de la educación y la educabilidad; el segundo sentido, más antropológico, investiga la función que cumple la educación en el marco del sistema sociocultural.

Es descriptiva por considerar que la función de la Antropología de la Educación consiste en proporcionar conocimiento adecuado de las características antropológicas que son más relevantes en relación con el proceso educativo. Esta Antropología debe tener siempre presentes los datos empíricos obtenidos por las ciencias positivas, su aportación consiste en constituirse como un saber de sentido que ofrezca una interpretación flobal de los hallazgos de las ciencias experimentales.

Para que la Antropología de la Educación pueda realizar su cometido, ha de cumplir dos condiciones: ha de ser elaborada con el máximo rigor lógico, para que pueda tener la fuerza interpretativa que se espera de ella. Y debe poseer una calidad explicativa y resolutoria del fenómeno educativo.

En el segundo capítulo, Naturaleza y cultura en el hombre, se verán las relaciones entre naturaleza y cultura en el ser humano. Este estudio lleva a perfilar la noción de educabilidad como diferencia específicamente humana.

1. QUÉ ENTENDEMOS POR CULTURA

Para proceder a la caracterización de la educabilidad, es preciso analizar previamente las relaciones entre la naturaleza humana y la cultura. Para ello, hay que intentar precisar qué entendemos por "cultura", ya que la palabra se una con una pluralidad de sentidos.

La palabra cultura proviene del latín colere (cultivar), y tiene tres sentidos: el físico (cultivar la tierra), el ético (cultivarse según el ideal de la humanitas clásica) y religioso (dar culto a Dios). Esto, abarca las tres grandes líneas de despliegue de la acción humana: la razón técnica, la práctica y la teórica, que dan origen a las tres actividades humanas fundamentales, hacer, obrar y saber.

La palabra cultura se utiliza a veces para designar un conjunto de conocimientos, también

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