Resumen tema 2: de los Reyes Católicos a los Austrias
Enviado por Albert • 21 de Abril de 2018 • 3.577 Palabras (15 Páginas) • 550 Visitas
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- El impacto en la economía y la sociedad
A partir del siglo XVI, las Indias fueron una gran parte de intercambios comerciales. Castilla suministraba trigo, aceite, vid… y América oro y plata, pero también productos agrícolas como el cacao, maíz, patata, tabaco…El monopolio del comercio americano se otorgó al puerto de Sevilla y en 1503, se creó la Casa de Contratación de Sevilla donde se controlaba el tráfico de personas y mercancías. Los viajes que se hacían a América se realizaban en flotas. El oro y la plata fueron mercancías que dominaron el comercio americano y la enorme afluencia de metales preciosos provocó un aumento de los precios en el territorio castellano, al aumentar el dinero en circulación sin incrementar la producción dando lugar a la revolución de precios.
- Los Austrias del siglo XVI: Carlos I y Felipe II
- Carlos I: el proyecto imperial
Tras la muerte de Isabel I, su hija Juana fue proclamada reina de Castilla. En 1506 murió Felipe I el Hermoso, esposo de la reina, y esta enfermó mentalmente (Juana la Loca). Por su incapacidad para gobernar, Fernando asumió la regencia de Castilla hasta su muerte. Tras este suceso, Carlos I fue proclamado rey de Bruselas y llegó a España en 1517. Su herencia era inmensa ya que tenía casi toda Europa. Cuando llegó a España lo hizo rodeado de una corte de amigos de Flandes, entre ellos Adriano de Utrecht quien no sabía nada del país. A raíz de esto, se levantó recelos entre los notables de Castilla y Aragón. En 1519 falleció su abuelo y Carlos fue elegido por unanimidad emperador con el nombre de Carlos V de Alemania. Recibió este título en unas circunstancias difíciles, se acababa de producir la rebelión religiosa y política de los protestantes. Carlos I entendió que tenía una gran misión histórica: el mantenimiento de una monarquía cristiana y universal. Pero este proyecto fue discuto; para defender su idea de Imperio cristiano y unitario, el emperador se vio envuelto en continuas guerras y llevó una vida itinerante. A los 56 años, y con graves problemas de salud, el emperador abdicó en su hijo Felipe II.
- Las Comunidades y las Germanías
Recién empezado el reinado de Carlos I se produjeron los levantamientos de las Comunidades y de las Germanías. Estas Comunidades surgieron en Castilla donde se habían registrado problemas sociales y políticos. Las Cortes reclamaron a Carlos I más atención a los asuntos del reino, pero este sólo las convocó para pedir dinero para su coronación como emperador. Una serie de ciudades se sublevaron contra la monarquía, se constituyeron un gobierno del reino y ofrecieron la Corona a la madre de Carlos I. Este movimiento agrupaba a un sector de los hidalgos y de las clases medias urbanas. Los comuneros reclamaban la protección de la industria nacional, es respeto a las leyes del reino y una mayor participación política. Adriano de Utrecht reunió un ejército que derrotó a los comuneros en Villalar. Las Germanías estallaron paralelamente y afectaron a casi todos los territorios de la Corona de Aragón. Estas fueron una revuelta de artesanos, de la pequeña burguesía de campesinos contra la oligarquía ciudadana, la nobleza y el alto clero. Carlos I se alió con la nobleza, y los agermanados fueron derrotados.
- El Imperio hispánico de Felipe II
El sucesor de Carlos I fue su hijo Felipe II quien fue un monarca de un inmenso imperio y titular de una Corona que era la primera potencia en Europa. A diferencia de su padre, Felipe II fue un monarca dedicado por entero a las cuestiones de su reino, él resolvía los asuntos y consolidó y reestructuró las instituciones de gobierno. Además, fijó una sede permanente para la corte, estableciendo la capital en Madrid. No obstante, acabó retirándose al monasterio del Escorial. Este monarca pudo haberse conformado con su monarquía hispánica y en su predominio en Europa, por lo que siguió el ideal de defensa del catolicismo. Además, añadió el enfrentamiento con Inglaterra y la situación de permanente revuelta en Flandes. Pero, a pesar de todo, Felipe II aumentó sus dominios al incorporar Portugal a la Corona en 1580.
- Intransigencia religiosa y autoritarismo
En la pugna entre reforma protestante y contrarreforma católica, la monarquía de Felipe II se situó de forma decidida como defensora de los principios del Concilio de Trento. De este modo, se promulgaron leyes para vetar la importación de libros y se impidió cursar estudios en el extranjero. Mientras, la Inquisición publicaba un índice de libros prohibidos, registraba bibliotecas y perseguía a cualquier sospechoso de herejía. Igualmente, la monarquía anuló todos los particularismos étnico-religiosos de los moriscos. Además, se les acusaba de connivencia con los ataques berberiscos y turcos en las costas mediterráneas. En 1566 se promulgó un decreto prohibiéndoles el uso de su lengua, su forma de vestir y sus tradiciones. En respuesta, los moriscos andaluces, dirigidos por Aben Humeya, protagonizaron una insurrección en 1568 que se extendió a Las Alpujarras. La revuelta fue sofocada casi dos años después por Juan de Austria. En abril de 1609, en época de Felipe III, se decretó la expulsión de los moriscos; primero de Valencia y luego del resto de reino. Muchas personas abandonaron el país y la mayoría se dirigió al norte de África. Antonio Pérez, implicado en un complot político huyó a Aragón y reclamó la protección del Justicia de Aragón. Este se negó a entregarlo. Y Felipe II acusó a Antonio Pérez por herejía y envió un ejército que puso fin a la sublevación y ajustició a Lanuza.
- La expansión imperial en el siglo XVI
- La lucha contra los protestantes
La ruptura de la unidad católica fue el principal problema de la monarquía de Carlos I. Martín Lutero había pedido la reforma de la Iglesia en las 95 tesis, donde criticaba algunas de sus prácticas. Para hacer frente al problema se convocó la Dieta de Worms, en la que se pidió a Lutero su retractación, pero éste se negó y se puso bajo la protección de Federico de Sajonia. Al poco tiempo, el protestantismo fue adoptado por varios territorios alemanes, en los dominios de Flandes y en la Inglaterra de Enrique VIII. El emperador Carlos, como defensor de la Iglesia, debía combatir el protestantismo, preservar la unidad religiosa y defender la autoridad del Papa. El enfrentamiento tuvo lugar en dos ámbitos: el político y el religioso. El monarca derrotó a la
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