“SURGIMIENTO DE GRUPOS DE AUTODEFENSA EN MEXICO”
Enviado por klimbo3445 • 5 de Diciembre de 2017 • 1.781 Palabras (8 Páginas) • 453 Visitas
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En el caso específico del estado de Michoacán, que es el del que más hemos escuchado en los medios de comunicación últimamente, éstos grupos tienen presencia en la mayoría de los municipios y han sido encabezados por el denominado líder de autodefensas, el Dr. José Manuel Mireles, médico general de la Clínica de Salud de Tepalcatepec, Michoacán, quien desde febrero del 2013 decidió organizar a varios de sus conocidos en su comunidad, y posteriormente aledañas, para hacer frente a la extorsión del cartel de Los Caballeros Templarios, ya que, habían diversos casos de niñas raptadas y violadas por parte dicho grupo criminal, extorsiones a los ganaderos y agricultores de la región y en apoyo a los afectados fue que logró la tenencia de muchos municipios, aunque todavía están por cumplir su objetivo de llegar a la capital Morelia. Él asegura que su grupo solventa sus gastos con la cooperación de la misma comunidad y que no necesita apoyo de ningún grupo delictivo. El pasado 4 de Enero la avioneta en que viajaba cayó en el municipio de la Huacana, el piloto murió, él logró sobrevivir, y se dice que ahora recibe protección de las autoridades. Sin embargo, el caso tomó tintes políticos, ya que después del accidente de Mireles, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, dijo estarlo cuidando porque ya que se trataba de una persona que ha venido lastimando a los grupos de los carteles, particularmente a Los Templarios, esta postura fue duramente criticada, ya que el mismo Mireles actúa al margen de la ley. Ahora tras dos meses de ausencia, José Manuel Mireles ha regresado a su pueblo y lo han recibido de buena manera sin importarles aquel video de Televisa en el que aparentemente se ordenaba el desarme del grupo.
Hay muchas comunidades donde la gente apoya a estos grupos, incluso las autoridades, y así los propios grupos se institucionalizan. Aunque todos los grupos son distintos, tienen en común tres vertientes: la necesidad de control, asegurar su armamento de protección y su capacidad de expansión. Sobreviven por la extracción de recursos de la propia comunidad, de los impuestos que cobran, incluso en especie y tampoco podemos dejar de suponer que también hay mecanismos de financiamiento externo que pueden provenir de carteles.
Sus mecanismos de supervivencia los llevan a interactuar y a trabajar en conjunto con las mismas comunidades, hay premios y castigos “si estás conmigo te protejo”, si no “te puedo secuestrar o matar”. Aunque la mayoría trata de simpatizar con la comunidad para tener arraigada su base social, establecen servicios en las comunidades que no se tenían, ganándose así esa lealtad. Incluso llegan a dar despensas, juguetes, hacen las capillas del pueblo, pavimentan calles, hacen infraestructura y la mantienen.
El papel de las autoridades para hacerles frente ha sido de cautela en algunos casos, y de omisión en otros, lo que ha ocurrido es que diferentes instancias del gobierno no asumen la responsabilidad del problema, los gobiernos municipales dicen que no es problema de ellos porque lo consideraban de índole federal, el estado dice que no porque señalan que no estaban cometiendo delitos que estuvieran en el contexto de la legislación estatal, y la federación dice que no porque no tienen armas exclusivas del Ejército y afectación nacional. Al final de cuentas están cometiendo delitos y están atentando a la autoridad pública, y en ese sentido es problema de los tres órganos de gobierno. Estos grupos no solo están compitiendo con la autoridad, sino que la están sustituyendo, es complicado, ya que tienen base social y apoyo de sus comunidades.
Es sumamente necesario atender y trabajar en conjunto para encontrar mecanismos de comunicación entre las comunidades y las autoridades, ya que de no hacerlo podría suceder lo que está pasando en otros países. Si no se atiende y resuelve el problema social, podría ocurrir lo que sucedió en Chiapas con el levantamiento del EZLN (Ejército Zapatista de Liberación Nacional), pero a niveles insospechados, ya que la organización e intereses de cada grupo son totalmente diferentes. En Colombia, por ejemplo, se redujo el impacto de la violencia, pero no se erradicó, este país aún sigue siendo de los más violentos de América Latina, lo que pasa es que se institucionalizaron estas bandas delictivas en las comunidades. Otro caso es lo que está pasando en Guatemala, El Salvador y Honduras con los maras, hace unos años estos grupos decidieron hacer una tregua entre ellos, y de ahí para acá hubo una disminución de un 30 a 35 por ciento en los índices de violencia, pero lo que realmente ocurrió es que no dejaron de matar y secuestrar, sino que no dejaban tirados los cuerpos, sino que los recogían y los iban a enterrar a cementerios clandestinos, que es lo que estamos encontrando ahora. Como ya hemos visto los resultados anteriores en esos países, no nos pinta un futuro muy prometedor, al parecer éstos grupos de autodefensa definitivamente no son la solución que nuestro país necesita y esperemos que pronto recuperemos la libertad, que aunque se considera conquistada, realmente la hemos perdido.
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