Teoría Social Latinoamericana. Las funciones de Civilización y Barbarie en Europa
Enviado por Ivana Cocio Cruz • 12 de Junio de 2018 • Ensayo • 6.232 Palabras (25 Páginas) • 432 Visitas
Teoría Social Latinoamericana
Textos de Práctico – Primer Parcial
Svampa M., “El dilema Argentino: Civilización o Barbarie”, Taurus – Alfaguara, 2006, Buenos Aires, Cap. 1 y 2
Capítulo 1: Las funciones de Civilización y Barbarie en Europa
El término Civilización se lo ubico en el binomio “Civilización -Progreso”, característico de la modernidad, como procesos creciente de refinamiento de las costumbres. Pronto adoptará dos acepciones: en primer lugar, indicará movimiento o proceso por el cual la humanidad había salido de la barbarie original, dirigiéndose por la vía del perfeccionamiento colectivo e interrumpido, piensa la misma sociedad en distintos momentos (sentido diacrónico), y en segundo lugar como un “estado” de civilización, “un hecho actual” posible de observar en ciertas sociedad europeas, piensa en un mismo momento distintas sociedades (sentido sincrónico).
En ambas vertientes pueden verse la idea de civilización como progreso. El mismo concepto será utilizado tanto por corrientes transformadoras (revolucionarias) y conservadoras (reaccionarios). La idea de progreso como legitimación de las teorías y posicionamientos políticos. Implicará, por otro lado, el pasaje de la verticalidad a la horizontalidad, la disociación del orden de la cultura en relación al orden natural. Otra implicancia es que es la concepción de universalidad de dicha construcción. Es decir que todo el género humano, tarde o temprano debe alcanzar ese progreso, ese estado actual de cosas.
La categoría bárbaro no define sino que carga (designa) una determinada carga valorativa al hecho de ser distinto. Así como designa lo extranjero, lo no perteneciente a la comunidad, también apuntaba a dar cuenta de un estado anterior de “civilización” al que pertenecían las culturas, en comparación con la cultura europea. Los bárbaros eran considerados dentro del proceso de colonización, como peligrosos y por ende debían ser educados acorde a los valores europeos, convertidos a fieles cristianos y sino eliminarlos. Estas acciones formaban parte de la política colonial etno y eurocentrista, desde la cual diversos países europeos llevaban a cabo una misión civilizadora sobre aquellos pueblos menos “civilizados”. Esta categoría surge entonces, para legitimar a su contrapuesto, la civilización (europea), sobre la base de la estigmatización.
A partir de la Revolución Francesa, la burguesía se apoderó del Estado con el apoyo de las clases populares para derrocar a las clases aristocráticas y ultracatólicas del poder. En ella se produjo una lucha interna entre revolucionarios y los contrarrevolucionarios, en defensa de la civilización. El enemigo era el revolucionario quien pretendía la inversión del orden, la violencia del popularismo, los atentados en contra de la propiedad, la religión y la cultura. Esto introduce la idea de que la barbarie se halla también en el interior y no solo es “extranjera”, incorporando la noción de enemigo interno. Será función primordial de la burguesía auto representarse como la única detentora del Progreso, detentando un nuevo mecanismo de legitimación en nombre de los valores de la civilización. En toda civilización podía desencadenarse un proceso de corrupción en su interior, provocando una decadencia del progreso alcanzado, dando cuenta de etapas de regresión o retroceso. Se da con la Revolución Francesa el reconocimiento de un bárbaro interno, concepto potenciado por la Revolución Industrial a partir de la figura del proletariado.
Existen según Svampa dos cuerpos ideológicos (liberalismo y socialismo) dentro del mismo universo de ideas: por un lado aquel que como mencionamos, encarna a las clases populares en la imagen de la barbarie interna. Pero por el otro lado, la teoría revolucionaria encarnaba a esta clase como el agente ultimo del progreso. Ambos cuerpos compartían las mismas creencias y valores: razón, ciencia, progreso. El socialismo marxista disputaba al mundo burgués, el monopolio de dichos valores. (Civilización y barbarie; socialismo y barbarie).
Se configuran tres funciones básicas de la imagen “Civilización o Barbarie”: en primer lugar, la de mecanismo de invectiva política que busca desacreditar al adversario. En segundo lugar, la imagen se incorpora al funcionalismo legitimador de la burguesía ascendente, y en tercer lugar, la imagen vehiculiza también el fantasma de la desagregación social y se revela en ello como una representación de lo social.
Capítulo 2: Civilización y Barbarie en el Siglo XIX latinoamericano
El siglo XIX representa para América Hispana el siglo de su emancipación, y posteriormente la conformación de sus Estados nacionales. Los ejes principales del pensamiento hispanoamericano tienen que ver principalmente con la emancipación política. Emancipación que significó guerras internas y posteriormente la constitución de los Estados nacionales en América Latina. Este largo proceso trajo consigo escisiones expresadas en las dicotomías: republicanismo-catolicismo; democracia-absolutismo; civilización-barbarie. Pero en sí todas apuntan a combatir el pensamiento reaccionario de la época, con la noción de progreso.
Cooper, a quien retomara Sarmiento en 1845, al oponer Civilización y Barbarie, separa la vida en la ciudad, por un lado, y la vida salvaje de los indios y de los hombres que viven en el límite de los dos mundos, por el otro, realizando más que una crítica de un estado de cosas. Sarmiento lo retoma en 1845 para combatir la dictadura de Rosas. El cuadro social esbozado pone en evidencia la extensión y multiplicación de la barbarie, que ha asfixiado a la vida civilizada de las ciudades, realizando Sarmiento – a partir de su experiencia política – un diagnóstico de una realidad social, donde él ve el triunfo explosivo de la barbarie. Lo que tenía de particular la dicotomía sarmientina, es que más que señalas las diferencias de ambas Américas, las enlazaba en la lucha de la civilización contra la barbarie.
La tensión entre progreso y barbarie en América latina tuvo que ver con que si bien se buscaba la civilización a través del progreso por sobre la barbarie a partir de la lectura de autores de realidades distintas, se tenía una noción de la realidad propia que contradecía la posibilidad de instaurar la civilización en una sociedad mayormente bárbara. Había que importar tradiciones civilizadoras ajenas a las que estaban ya instaladas en Latinoamérica, las cuales eran difíciles de hacer encajar.El pensamiento latinoamericano del siglo XIX vivió inmerso en esta tensión: por un lado, la urgencia del progreso, y para ello, la exigencia de importar ciertas tradiciones, y por otro lado, la necesidad de construir la nación con y desde los elementos que proporcionaba la misma realidad latinoamericana.
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