COMPORTAMIENTO Y ACTITUDES SOCIALES CAPÍTULO VI (Psicología Social, David G. Myers)

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Cambio por medio de la acción, se dice que la actitud sigue al comportamiento, a veces no es necesario esperar a que llegue el entendimiento de lo que estamos haciendo, debemos actuar, incluso si no es de nuestro agrado o queremos hacerlo.

El prejuicio lo podemos definir como la precognición negativa hacia un grupo y hacia los miembros, este genera un sesgo, ya que es una actitud que combina el ABC, antes mencionado, sentimientos, inclinaciones para actuar y creencias. El complejo es difícil de explicar, ya que puede llegar el sujeto puede llegar a tener un afecto condescendiente para mantener su objetivo en desventaja.

A las creencias negativas les llamamos estereotipos, cuando generalizamos se le llama estereotipar. Para Lee Jussim, Clark McCauley y Yueh-Ting Lee (1995) los estereotipos pueden ser positivos o negativos, exactos o inexactos. Podemos decir que un estereotipo es una creencia que tenemos de los atributos de un grupo de personas.

De esto se deriva el racismo (cuando discriminamos personas de una raza determinada) y el sexismo (discriminación a persona de determinado sexo), ambas su intención únicamente es prejuzgar.

Se encuentra el prejuicio de género, que son creencias que tenemos de un determinado comportamiento que pueden tener solo las mujeres o los hombres, los estereotipos de género son más fuertes que los raciales, ya que son generalizaciones sobre un grupo de personas.

Debemos aclarar que un estereotipo no es un prejuicio, los estereotipos (creencias) sirven como base a los prejuicios (actitudes). Actualmente aún existen prejuicios contra el género y raza, sin embargo, estos se han vuelto sutiles.

Existe la desigualdad social, que solo se refiere a determinada posición, justificando superioridad económica de quienes tienen solvencia y poder.

En los prejuicios influyen nuestras emociones y pensamientos (fuentes cognitivas), muchas veces dejamos que estas nos determinen cuando nos sentimos presionados, preocupados, cansados, estimulados y cuando se es joven y no podemos apreciar la diversidad.

La agresión la podemos definir como un comportamiento con manifestación verbal o física que busca la intención de lastimar a alguien. Podemos diferenciar la agresión hostil, es resultado de la ira y el objetivo es herir, y la agresión instrumental que busca herir como medio para alcanzar otro fin.

Se dice que la agresión es innata, Freud decía que era un impulso primitivo, Lorenz decía que era un factor adaptativo y no autodestructivo, ambos decían que la agresividad era instintiva. Según estudios la agresión tiene influencias neurales que facilitan la conducta agresiva e influencias genéticas que estimulan conductas de este tipo. También se ha evidenciado que sustancias bioquímicas pueden generar o estimular una conducta agresiva hacia los demás, ya que las personas que están intoxicadas por este tipo de sustancias pierden contacto con la realidad.

Podemos decir que la agresión puede ser resultado de la frustración (producto que impide que logremos un objetivo), muchas veces la agresividad no es dirigida a lo que la originó, el desplazamiento entra como mecanismo para descargar esta energía.

La agresión también puede ser aprendida, y dependiendo de los beneficios que observemos que esta logra, podemos adoptarla para utilizarla en nuestra relación con los demás. La catarsis y un cambio de actitud nos pueden llevar a reducirla.

Podemos definir como conflicto al desacuerdo que se observa de las acciones o los objetivos. Existen dilemas sociales, por ejemplo los prisioneros, áreas comunes y sus cuidados. Para la solución de estos se han creado regulaciones para el bien común, comunicación, y cambio en los beneficios que cada uno obtendrá.

La conciliación, son estrategias que se han empleado para obtener cordialidad y paz entre la sociedad, para esto se ha tomado base las cuatro “C”:

- Contacto, la proximidad refuerza el agrado.

- Cooperación, la fusión de dos seres interdependientes, unidos por un objetivo en común.

- Comunicación.

- Conciliación, reducir tensiones para llegar a un acuerdo.

El altruismo es definido como lo opuesto al egoísmo, es cuando una persona busca servir o ayudar al bien ajeno sin ningún interés o beneficio propio. Se dice que el altruismo es motivado por: un intercambio social que tiene como fin maximizar gratificaciones, un interés para sí mismo disfrazado de ayuda (sentirnos valiosos), y la empatía.