“ESTRÉS EN LA ENFERMERÍA” – EL CUIDADO DEL CUIDADOR
Enviado por Kate • 8 de Enero de 2019 • 2.215 Palabras (9 Páginas) • 345 Visitas
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El enfermo provoca en ciertas ocasiones fuertes reacciones negativas y algunas positivas en el enfermero. La enfermera tiene que estar atenta a sus propias reacciones y situaciones para controlar su conducta de forma que la principal motivación de sus acciones sea el mayor beneficio del enfermo. En esta relación enfermera - enfermo que tener muy presente la neutralidad efectiva y el control emocional. Para poder comprender las características de la relación enfermera – enfermero es necesario recurrir a los conceptos de relación primaria y relación secundaria:
1.- Relación Primaria
Se basan en la relaciones de satisfacciones de necesidades básicas cargadas de efectividad, es decir, de hacer las cosas mejor que se puedan de forma que el paciente se sienta lo mas cómodo posible y con la mayor atención.
2.- Relaciones secundarias
Se establecen con un fin determinado, por lo general reproductivo, y en ellas la afectividad tiene un papel menos predominante (relaciones profesionales). En realidad no existen relaciones puramente primarias o secundarias, pero se hace necesario determinar cuál de las dos predomina en la relación enfermera-enfermo. El vínculo enfermera-enfermo debe ser una relación predominantemente secundaria con características de relación primaria.
Se consideran elementos estresantes la falta de desarrollo y crecimiento profesional dentro del equipo de trabajo, a causa de la escasa autonomía y participación en la toma de decisiones, las dificultades de comunicación entre los miembros equipo asistencial o con otros servicios relacionados con la actividad asistencial, deficientes relaciones funcionales, el vivir en un entorno de presión amenazante (evaluación de la actividad, los familiares, compañeros, otros estamentos, etc.), un trabajo rutinario y con diferentes líneas de autoridad, las situaciones de incertidumbre por falta de Información, las órdenes de trabajo verbales, el incremento burocrático, un estilo de mando (supervisión) amenazante, el cambio continuo de unidad asistencial y equipo de trabajo (correturno), el escaso o nulo reconocimiento, agresiones verbales, etc. También unas deficientes condiciones ambientales de trabajo aumentan el riesgo de estrés, tales como insuficiente espacio, ruidos, luz deficiente, calor, ventilación, frío, peligrosidad, riesgos físicos, inadecuado material, déficit de material de seguridad, gases volátiles y contaminantes, exposición a radiaciones, vibraciones, deficientes condiciones ergonómicas, aspectos arquitectónicos, etc. Por último un alterado clima laboral puede ser un factor estresante sobre todo si existen problemas con superiores, compañeros o subordinados y una falta de soporte del equipo de trabajo.
La necesidad de dar cuidados permanentes las veinticuatro horas del día a personas enfermas, conlleva una organización del tiempo de trabajo en diferentes turnos de cuidados de enfermería.
Más del 60% de las enfermeras españolas de los hospitales públicos tienen turnos rotatorios. La turnicidad es uno de los factores que condicionan la salud del personal asistencial, sobre todo hospitalario. Los turnos cambiantes o la alternancia de días libres no respeta el ritmo de la vida social y ello es más alarmante de lo que parece, no solamente a nivel fisiopsicológico, sino también social.
La enfermera con turno rotatorio o nocturno fijo trabaja cuando la población duerme y duerme cuando los demás están activos laboralmente. Además sus días libres no coinciden con los del resto de la sociedad; ella trabaja cuando otros se divierten y libra cuando otros trabajan. Esto provoca alteraciones en su vida de relación social, sociocultural o de diversión. Estas dificultades provocan un sentimiento de aislamiento social.
En general las mujeres suelen desempeñar a menudo trabajos más estresantes que los hombres, como es el de enfermera profesión preferentemente femenina aunque el trabajo más estresante de todos es el de ama de casa. Este incluye una elevada carga de tareas, así como una escasa valoración o reconocimiento personal, y bajas posibilidades de adquirir nuevos conocimientos, por la pobreza de estímulos externos significativos. El trabajo total de la mujer empleada con plena dedicación se estima en 15 horas más de trabajo a la semana que el hombre en las mismas condiciones laborales.También existe una medición del estrés, indicies y cuestionarios más significativos que nos demuestran de manera más rigurosa que es el estrés. El estrés es una respuesta automática del organismo ante situaciones que exigen mayor esfuerzo de lo ordinario, o en las que puede suceder algo peligroso, nocivo o desagradable.
Por último los factores de riesgo personal que pueden influir en la aparición de estrés laboral son: excesivas o inadecuadas expectativas sobre el trabajo, fuerte involucración laboral o profesional, compulsión por el trabajo, hiperactividad, intolerancia al sufrimiento humano, vivencia personal de urgencia continua, conflictos interpersonales, carencia de soporte social, rasgos personales de introversión, obsesión o depresivos, gran necesidad de reconocimiento y aprobación, rasgos de la personalidad como neuroticismos o de conducta tipo A, ansiedad, etc.
Conclusión
Hay un tema por último el cual me gustaría destacar antes de pasar a la última parte del ensayo y es la del salario que percibe un enfermero o enfermera el cual difiero un poco con el autor puesto que menciona no de una manera tan general pero si un tentativa que su salario es muy bajo y que no es proporcional con la labor tan excesiva y la vida misma que ponen en juego en su trabajo. Pero la experiencia y la coincidencia de tener por suerte a amigos que son enfermeros me doy cuenta de que su salario no es nada despreciable y bien pago. Tal vez el tema realmente a tratar seria si tienen el tiempo para poder disfrutarlo después de largar jornadas de trabajo y es aquí donde en forma de conclusión me atrevo a decir que el verdadero resultado a estos diversos factores que desatan de forma distinta en cada uno de los enfermeros es realmente la frustración de no poder disfrutar de sus vidas, del tiempo del que ellos disponen tan efímero y que de algún modo dedican mayor a la sociedad que a su familia.
La profesión del enfermero es una de las profesiones más humildes y solidarias que aun con el salario que perciben no puede aún ser saldada con ninguna cantidad simbólica, puesto que el cuidado que se le ofrece al paciente es muy parecido al de una madre que cuida de su hijos con su vida misma; se desvelan, se aguantan llantos, groserías, penas, vergüenzas, emociones
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