El objetivo del presente trabajo consiste en dar cuenta del tipo de vinculación afectiva que tiene él bebe con su cuidador..

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y gritos ante la ausencia de la madre, cuando la madre vuelve e intenta calmarlo el niño sigue enfadado.

El apego inseguro evitativo se caracteriza en que aquí el niño no le molesta la ausencia de la madre, se muestra frio cuando ella regresa, no busca el abrazo ni el confort materno, el niño demuestra una autoconfianza prematura y tiene respuestas defensivas. (Casullo y Liporace 2005)

Los experimentos de Harlow, 1995

Este experimento intenta explicar qué tipo de vínculo existe primordialmente entre la figura del cuidador y los monos. El mismo fue realizado con monos Rhesus; no logrando verificar la teoría del impulso secundario. Constaba de experimentos en los que se separaba los monitos de las madres al nacer, suministrándole modelos de madres que consistían en un cilindro hecho de alambre o uno cubierto de paño suave. La alimentación la recibían de una botella que podía darse en cualquiera de los dos modelos. Esto permitió evaluar los efectos en forma independiente de la comida y de un objeto suave del que pudieran aferrarse. Todos los experimentos demostraron que en contacto con la suavidad del modelo inducían a desarrollar una conducta afectiva, pero no en el caso de los alimentos. Cualquiera fuera el modelo que proporcionaba el alimento, rápidamente los animalitos empezaban a pasar la mayor parte del tiempo con el modelo de paño. Esto demuestra que el contacto con algo suave y agradable es fundamental en el desarrollo de las respuestas afectivas ante la madre sustituta; siendo la alimentación absolutamente secundaria. (Harlow, 1955, citado en Bowbly, 1990)

1.3 Trastorno de carencia afectiva

René Spitz ha estudiado la importancia del vínculo afectivo, quien plantea que existen diferentes trastornos causados por la carencia afectiva parcial o total; los cuales fueron comprobados a través de diferentes observaciones en instituciones con niños que fueron abandonados por su madre o familias.

Los trastornos observados según este autor son:

Privación afectiva parcial: En las observaciones realizadas durante un año y medio sobre un total de 170 niños, se encontraron 34 niños que tras un mínimo de seis meses de vivir con sus mamas se vieron privados de ellas durante un periodo largo. El sustituto de la madre que se les proporcionó no les satisfizo. Estos 34 niños presentaron un cuadro clínico que progreso de mes en mes. Durante el primer mes los niños de volvieron llorones, exigentes y se aferran al observados.

En el segundo mes los llantos se vuelven en chillidos, hay pérdida de peso y se estanca el desarrollo. Durante el tercer mes los niños rechazaron el contacto, permanecen la mayor parte de los tiempos acostados boca abajo en la cuna, tienen insomnio y siguen perdiendo peso. Generalización del retraso motor y rigidez de la expresión facial. Después del tercer mes se fija la rigidez del rostro, los llantos cesan y son reemplazados por gemidos extraños. El retraso aumenta y se convierte en letargia.

Cuando se restituye la madre o se encuentra un sustituto aceptable el trastorno desaparece con rapidez.

Carencia total: el material de estudio consistió en 91 lactantes residentes en un orfanato, situados fuera de EEUU. Se les confió a los cuidados de una niñera que atendía a 10 niños y a veces a más. En lo que respecta a la parte material, los cuidados eran perfectos: Alimento, alojamiento, higiene, etc. Eran iguales que en otras instituciones observadas. Pero el ocuparse la niñera al mismo tiempo de 10 niños, estos recibían solo una décima parte de las provisiones afectivas maternas.

Una vez separados de la madre, estos niños pasaron por la depresión anaclitica, y luego el retraso motor se hizo evidente, tenían pasividad total, yacían en sus cunas con el rostro vacío de expresión y una coordinación ocular defectuosa. Hacia los cuatro años de edad, los niños no llegan a caminar ni a hablar, tienen poca resistencia a infecciones y su deterioro es progresivo, llegando a un porcentaje extremadamente elevado de marasmo y de muerte.

CONCLUSIÓN

Desarrollando el análisis, se ha podido concluir que existen distintas posturas cuanto a la vinculación afectiva del bebé con su cuidador. Una puede considerarse como primaria, sostenida con lo expresado por los autores Bowbly y Spitz, y la otra, sostenida por la teoría psicoanalítica propuesta por Freud. De acuerdo a lo investigado, se ha visualizado que el niño desde su nacimiento posee una capacidad fundamental para relacionarse con los otros pudiéndose desarrollar, siempre y cuando exista un cuidador primario que le permita establecer esta relación social, así como proveerlo de todo aquello que es necesario, ya que no puede hacerlo por sí mismo. Estas experiencias afectivas con los cuidadores primarios en el primer tiempo de vida genera una gran influencia a favor de su desarrollo cognitivo, social y emocional. Esto se dará gracias al sostén emocional que permite que se construya entre el niño y los cuidadores un vínculo que será trascendental para el desarrollo del individuo y la satisfacción de sus necesidades.

Respondiendo al interrogante inicial del presente trabajo, coincidimos que el vínculo emocional es de carácter primario, ya que es a través de éste que el niño comienza a desarrollarse, construyendo su subjetividad, a través del afecto del otro. Es donde el bebé crecería sanamente, por medio de la palabra y del abrigo de su cuidador. Desplegando de manera satisfactoria las diferentes áreas que componen a la persona. Este vínculo que se forma tiene consecuencias futuras ya que es óptimo para el crecimiento y desarrollo de cada bebe, de lo contrario el niño se enferma y muere, tal es así que vimos las características de patologías graves como la Depresión Anaclítica y el Marasmo.