Ensayo sobre contratransferencia

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Es importante reconocer que la contratransferencia escapa a nuestra consciencia y por lo tanto deberá mantenerse en lectura desde el analista reconociendo que todo aquel sentimiento o actitud que se tome hacia el paciente es transferencia (Coderch, 1990).

El origen de la contratransferencia hace referencia a los conflictos no resueltos provenientes de la infancia, de roles sexuales, necesidades insatisfechas, responsabilidades paternas entre otras del propio terapeuta.

Hemos ido encontrando que la contratransferencia es un término que se ha descrito relativamente poco y que se retoma desde contados autores, se observa que los hallazgos en cuanto a los desencadenantes muestran diferencias marcadas entre los teóricos observadores, puesto que una misma situación puede desencadenar diferentes actos contratransferenciales o no hacerlo dependiendo del contenido en experiencia de los terapeutas, sin embargo se habla de cierto tipo de contra transferencia crónica que se manifiesta mayor mente y hacia la transferencia de los pacientes sin posibilidad de discriminación encontramos pues que las manifestaciones también son de índole particular pues nunca serán las mismas, adoptando diferentes formas, manifiestas desde pensamientos que inundan la mente del terapeuta como respuestas actuadas tal cual en el proceso terapéutico, dentro de distintos planos; Hayes, and Gelso, (2001) mencionan a las afectivas, cognitivas y del comportamiento; reiteradamente se ha manifestado lo indispensable de la observación de dicho fenómeno para poder mantenerlo al margen del proceso y en función del mismo, pues es a partir de que el terapeuta puede detectarse en sí mismo dicha inundación de emociones, ideas, pensamientos y deseos de realizar actos incluso de actos llevados a cabo, para ir en la búsqueda de la resolución a sus conflictos y así disminuir sus puntos ciegos; poco a poco se ira construyendo un espacio higiénico y ordenado para el paciente posibilitando la alianza terapéutica, la atención en el encuadre entre otras áreas como aliados que faciliten el proceso y con ello garantizar la mejora del proceso así como del paciente mismo.

A pesar de las críticas a la lectura de la contratransferencia, principalmente desde el lugar de verdugo, se ha logrado hacer de la misma un aliado para el desarrollo y cuidado de la relación terapéutica que es inherente al proceso, por medio de lo cual se posibilita o dificulta la mejora del paciente.

Me parece muy considerable mencionar que los desarrollos contratransferenciales son inevitables, naturales y a veces deseables en cualquier análisis, siendo una contraparte de los fenómenos transferenciales Tower, L. citada en Miller (1998).

REFERENCIAS:

Coderch, J. (1990). Teoría y técnica de la psicoterapia psicoanalítica. Barcelona: Editorial Herder.

Debereux, G. 1999. De la ansiedad al método de las ciencias del comportamiento. Madrid España: Siglo XXI editores.

Etchegoyen, H. (2002). Los fundamentos de la técnica psicoanalítica. Buenos Aires, Argentina: Amorrortu Editores.

Fraigne, M., Gallo, A., y Mantykow, B. (2004). Encuadre, actitud analítica y contratransferencia. Psicoanálisis AP de BA. Vol. XXVI no. 1.

Hayes, J. and Gelso, C. (2001). Clinical implications of research on Countertransference: Science informing practice. Sesión: Psychotherapy in practice. Vol. 57 (8), pg. 10041-1051

Miller, J. 1998. El psicoanalista y sus síntomas. Buenos Aires – Barcelona – México: Ed. Paidós.