LA CORROSION DEL CARÁCTER Richard Sennet 1)
Enviado por Helena • 12 de Marzo de 2018 • 11.242 Palabras (45 Páginas) • 896 Visitas
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en relación con su vida familiar. “Nada a largo plazo” es el principio que corroe la confianza, la lealtad y el compromiso mutuos. La organización de las instituciones modernas limita la posibilidad de que madure la confianza informal. Una violación especialmente atroz del compromiso mutuo suele producirse cuando las empresas se venden, y los empleados (a quienes se les pedían horas extras y esfuerzo intensivo) son dejados en las cunetas. La estructura de red flexible de las modernas instituciones, dice el sociólogo Mark Granovetter, están marcadas por la “fuerza de los vínculos débiles”, lo que –en parte- quiere decir que las formas fugaces de asociación son más útiles que las conexiones a largo plazo, y –en partetambién, que los lazos sociales sólidos- como la lealtad- han dejado de ser convincentes. Para hacer frente a las realidades actuales, donde no se puede depender o confiar en la empresa, el desapego y la cooperación superficial son una mejor armadura que el comportamiento basado en los valores de lealtad y servicio. Trasladado al terreno de la familia, el lema “nada a largo plazo” significa moverse continuamente, no comprometerse y no sacrificarse. La idea de “compromiso” resulta abstracta para los niños porque no ven que se practique en la vida, o en la generación de sus padres. El comportamiento que cosecha buenos resultados, o incluso solo la supervivencia en el trabajo, deja poco que ofrecer en el papel de padre modélico. ¿Cómo 3 proteger las relaciones familiares para que no sucumban a los comportamientos a corto plazo, y básicamente, al débil grado de lealtad? Este conflicto entre familia y trabajo plantea algunas cuestiones sobre la experiencia de la vida adulta en sí. ¿Cómo pueden perseguirse objetivos a largo plazo en una sociedad a corto plazo? ¿Cómo sostener relaciones sociales duraderas? ¿Cómo puede un ser humano desarrollar un relato de su identidad e historia vital en una sociedad compuesta de episodios y fragmentos? Las condiciones de la nueva economía se alimentan de una experiencia que va a la deriva en el tiempo, de un lugar a otro lugar, de un empleo a otro. El capitalismo de corto plazo amenaza con corroer el carácter, en especial aquellos aspectos del carácter que unen a los seres humanos entre sí, y brindan a cada uno de ellos una sensación de un yo sostenible. Un cuarto de siglo antes, yo había imaginado que el capitalismo tardío aún entraba en la experiencia cotidiana de la gente como siempre lo había hecho: por medio del éxito y el fracaso, la dominación y la sumisión, la alienación y el consumo. Hoy esos viejos hábitos de pensamiento no interesarían a la experiencia de ninguna persona. Rico está atrapado en una trampa, porque mientras que dice detestar a los “parásitos sociales” que viven de la beneficencia, mientras cree en quitarles los niños a los “malos padres”, y proclama que la incertidumbre y el riesgo son “desafíos” en el trabajo, quiere, en su papel de padre, mantener las relaciones sociales y ofrecer una orientación duradera, luchando contra los vínculos rotos en el trabajo, la amnesia deliberada de sus vecinos, y el fantasma de sus hijos convertidos en “ratas de centro comercial”. (Como vemos todos valores que apelan a reglas fijas que no se ajustan a los vaivenes de las circunstancias). Las dificultades de esta trampa se manifiestan en su lenguaje: rara vez emplea la voz pasiva al recordar los acontecimientos. No dice “me despidieron en un recorte de plantilla”, sino “tuve que hacer frente a una crisis y tomar una decisión”, o “creé mis propias opciones y asumo toda la responsabilidad por haberme mudado tantas veces”. O: “Claro que me enfadé pero eso no sirve de nada. No había nada injusto en que la empresa redujera su volumen de operaciones. Tuve que hacer frente a las consecuencias”. Aún se siente responsable de ese suceso que está más allá de su control. La pregunta ¿Cómo puedes imputarte a ti mismo la responsabilidad? Habría sido razonable, pero a la vez un insulto, porque habría sugerido la idea “tú no cuentas”. El quiere llamar la atención sobre su férrea disposición a que se le considere responsable, sobre ese aspecto del carácter, más que sobre un particular curso de los acontecimientos. La flexibilidad lo ha empujado a pensar que la auténtica fuerza de voluntad es la esencia de su ética. Rico es realista en el sentido de que se concentra en su pura determinación de resistir. (Escribirle a la empresa diciendo los 4 estragos que el despido causó en su familia, hubiera sido una pérdida de tiempo). Quiere resistir en especial a la erosión de esas cualidades del carácter como la lealtad, el compromiso, los objetivos y la resolución, cualidades que por naturaleza son “a largo plazo”. Rico afirma los valores intemporales que caracterizan a la persona que él es. Su voluntad se ha vuelto estática. Lo que falta entre los polos opuestos (experiencia a la deriva y aseveración estática) es un relato que organice su conducta (relato que de forma al avance del tiempo, que sugiera motivos sobre por qué ocurren las cosas, que muestren sus consecuencias). Según Schumpeter, la destrucción creativa, el pensamiento empresarial, requiere gente que se sienta cómoda sin calcular las consecuencias del cambio, o gente que no sepa que ocurrirá a continuación. La mayoría, sin embargo, no se siente tranquila con estos cambios despreocupados y negligentes. Las experiencias de Rico con el tiempo, el lugar, y el trabajo no son únicas, cómo tampoco lo es su respuesta emocional. Las características del tiempo en el neo-capitalismo han creado un conflicto entre carácter y experiencia. La experiencia de un tiempo desarticulado que amenaza la capacidad de la gente de consolidar su carácter en narraciones duraderas. Rico es un hombre de éxito y un hombre confuso. El comportamiento flexible que le ha traído el éxito está debilitando su propio carácter en modos que no tienen una solución práctica.
2) RUTINA La sociedad moderna se rebela contra la rutina, el tiempo burocrático. Sin embargo, en los albores del capitalismo industrial, no era tan evidente que la rutina fuera una lacra. El lado positivo de la rutina aparece descrito en la gran “Enciclopedia” de Diderot. El lado negativo en “La riqueza de la naciones” de Adam Smith. Diderot creía que la rutina podía ser como cualquier forma de memorización, un profesor necesario. Smith, creía que la rutina embotaba la mente. Hay, la sociedad está del lado de Smith. Diderot sugiere lo que podríamos perder si nos decantamos por su contrario. El objetivo de Diderot era justificar la dignidad intrínseca del trabajo. Diderot, en cuya época comienza una muy importante transformación del trabajo (la separación de la casa y del lugar de trabajo), describe en L’Anglée un nuevo modo de trabajo (la fábrica)
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