LA VIDA. ENSAYO
Enviado por Ensa05 • 10 de Julio de 2018 • 1.362 Palabras (6 Páginas) • 350 Visitas
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Me preparaba para la primera comunión y tenía un novio, él no sabia que yo jugaba barbies y por causa de la ausencia de mi experiencia en besos, solo le daba picos y eso cuando se podía, me daba miedo que alguien me vigilara o mi mamá llegara a llevarme del pelo a la casa, pues cuando veía niñas por las calles besándose con sus novios o lo que fueran me decía claro y sin tapujos:
-¡Yo la llego a ver así y la llevo de las greñas!
¿Qué ganas de besar me iban a quedar a mi?
A los once entonces la cuestión estaba así: El sexo es pecado, el sexo duele, los besos son horribles, una ninfa y una ninfómana son términos diferentes.
Yo creía fielmente en las pijamadas y una noche hice una con la única amiga de mi bloque, pues mi casa y su casa era la distancia más larga que podíamos recorrer en la noche, dos pisos de distancia eran menos peligro decían mi mamá y la de ella.
La habitación de mi hermana y la mía eran separadas por una división de vidrio, las camas estaban una a un lado de la otra, solo separadas por un vidrio.
A las 11 de la noche cuando dormía sentí el afán de mi amiga que estaba a mi lado golpeando mi hombro, cuando pude volver de la tierra de los sueños, sentí un frio que recorrió pelo a peleo y poro a poro mi piel, pues lo primero que vi al abrir mis ojos fue a mi hermana encima de David, su “amor platónico”, por pura inocencia pensé que no estaban haciendo algo malo, pero esa sensación que trate de darme duro apenas unos segundos, cuando sus gemidos empezaron a recorrer nuestra habitación mientras mi madre dormía en el cuarto de al lado.
Mi amiga que tenía mi edad y yo continuamos viendo la acción, el cuerpo de mi hermana y David se entrelazaban casi como serpientes, todo iluminado por la pantalla del computador donde escuchaban música, para ser honestos en el momento quede impactada, no me dolió puesto que no sabía ni que pensar en ese momento, así continuaron entre sexo oral, la cabeza de mi hermana repitiendo el mismo trayecto una y otra vez: Arriba y abajo.
Así transcurrió la noche hasta que nos dormimos de nuevo en la mañana cuando mi mamá fue a darme un beso de buenos días me desplomé, tal ves el dolor de no saber por que lo había hecho en frente mío, o el haberla visto desnuda, o el que no notara que la veía, tal vez sentir que ella estaba mal haciendo eso… Lloré en los brazos de mi mama como una niña, preguntándome una y otra ¿Cuál había sido mi error como hermana menor para tener que ver a mi hermana mayor, mi ejemplo, consumida por un deseo carnal a mi lado?
La respuesta no la hallé nunca, mi hermana se disculpó, pero no volví a ser la misma, sin duda alguna esa noche determinó lo que sería mi vida sexual adolescente de ahí en adelante, pero lo que fue peor sucedió años más adelante cuando esa escena se repitió una y otra vez, pero entonces ya no me dolía, ahora era yo la que empezaría el juego en el que el respeto por ese acto quedaría de tapete.
Cuando cumplí mis 14 mi mamá y yo hablábamos de sexo varias veces me pregunto si aun era virgen, aunque mi respuesta siempre fue si, mi mamá jamás entendió que podía ser virgen, pero mi inocencia había sido arrebatada poco a poco por la mujer que era mi ídola; si mamá soy virgen pero no soy inocente, si mi ejemplo a seguir puede ¿Yo por que no?
MARIA ANTONIA LOPEZ TRUJILLO.
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