LAS CONFIGURACIONES FAMILIARES

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a esta falta de límites de ser causa y origen de todos los males que afligen a la adolescencia. La delegación de la autoridad con que muchos padres hoy en día pretenden afrontar algunas dificultades respecto de los límites, no es tan solo resultado del reconocimiento de su impotencia o incapacidad. No se es pasiva, sino activamente delegador. Se observa que las pautas familiares son aprendidas por los hijos, desde su más tierna infancia, no en base a los que los padres dicen, sino a lo que efectivamente hacen.

Los padres con un estilo permisivo cargan a sus espaldas con historias experimentadas, que muestran las marcad de la época, lo que la sociedad acepta y legitima en un momento determinado.

• DIFERENCIAS GENERACIONALES Los cambios en las estructuras y en las dinámicas familiares en la Argentina son producto de las profundas transformaciones que se han producido en la sociedad argentina, fundamentalmente a partir de la segunda mitad del Siglo XXI.

“Las familias de ahora no son como las de antes”. Las de antes tenían un jede de familia que concentraba el poder y traía el sustento. Los hijos y la esposa-madre, desempeñaban papeles subordinados a él. O sea, el modelo patriarcal.

Otros cambios interesantes en los comportamientos tradicionales de la familia ocurrieron durante los procesos dictatoriales que afectaron a la mayoría de los países de la región. Estos procesos se refieren al “policiamiento” de las familias, por parte de los gobiernos autoritarios y, simultáneamente, su capacidad para generar nuevos actores políticos surgidos en el contexto de la resistencia a las dictaduras, sobre todo en relación con la problemática de los derechos humanos.

El panorama de la vida familiar cambió tanto en los últimos años y tan drásticamente que todavía genera sorpresa y desconcierto. Se expone así la familia post moderna marcada por la creciente inestabilidad de los vínculos, la disminución de hijos por cada pareja, la resistencia generalizada a formalizar las uniones, la convivencia bajo un mismo techo de hijos de diferentes relaciones y muchas veces de distintas generaciones.

La familia argentina esta transitando el camino que ya recorrieron otras sociedades de mayor desarrollo.

Los cambios sociales han provocado modificaciones sobre todo aquellos cambios en los que se entronizó el individualismo, la autonomía y la realización personal.

El estudio de las familias debe ser abordado desde diversas disciplinas y abordajes teóricos y metodológicos que permitan dar cuenta de su diversidad y complejidad. A su vez, los conceptos de familia deben dar cuenta de esta heterogeneidad.

• MODOS

Durante los últimos tres siglos el concepto de familia vigente era el de “familia conyugal”, apoyada dicha forma en la religión, que se ocupó de cernir y reducir el concepto de familia a una ecuación perfecta que establecía el pasaje del matrimonio a la pareja conyugal: pareja conyugal + prole: familia. La unión matrimonial era el modo de acceso a la procreación.

En el siglo XIX existía una multiplicidad de sistemas familiares. El padre tenía el lugar central y la función de garantizar el funcionamiento. El amor al padre ordenaba y regulaba. En la década de los setenta de nuestro siglo se producen movimientos de rebeldía sobre los ideales imperantes y a partir de allí surgen nuevos modelos familiares, modos y configuraciones, como el de las fraternidades.

La sociedad postmoderna refleja una ausencia de los modos y modelos normativos de adulto. Hay ahora una gran variabilidad de guiones de vida y legitiman los llamados “estilos de vida”, y una pérdida de influencia de los modos y modelos tradicionales, que son los que habitualmente ofrecen los padres a sus hijos. Lo que lleva a la confusión, de ahí la generalizada confusión parental.

• COSTUMBRES

Pensar hoy la familia se extiende más allá de los miembros que comparten un hogar; el hogar incluye miembros que no son familiares y, por el contrario en la misma vivienda pueden coexistir varios hogares e incluso convivientes que no tengan entre sí las relaciones de parentesco.

Durante los años 70´, la discontinuidad del crecimiento regional y sus consiguientes efectos en el mercado de trabajo, en las políticas sociales y en los mecanismos de satisfacción de las necesidades básicas, hizo que en algunos segmentos familiares se determinaran costumbres que pudieran ser detectados en las áreas más pobres, para hacer frente a la reproducción de las condiciones de vida de las familias.

Las familias tradicionales, aportan a las costumbres y tradiciones un sentido de continuidad, esto unifica a todos sus familiares. Las tradiciones le dan a cada miembro de la familia una razón para sentirse bien. Las costumbres están identificadas con los roles tradicionales a los que se orientaba la familia, y con los valores morales, éticos y religiosos enraizados con la sociedad de la época.

La madre ha adquirido más poder de decisión en la familia, a diferencia tradicional en que la madre se debía a la crianza de sus hijos y al hogar como ‘ama de casa’; pero también han aumentado sus responsabilidades dentro y fuera del hogar, ya que el trabajo doméstico sigue siendo, en su generalidad, una tarea femenina. La incorporación de la mujer a un trabajo en la industria, en el comercio o en cualquier otra área de la producción, ha forzado cambios en la familia; la mayor participación de los hijos en los trabajos del hogar ha puesto en tela de juicio los tradicionales