Rol del Hermano mayor en la configuración del mundo familiar y social

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Plantear que hacer la pregunta por el rol del hermano mayor es preguntarse por la configuración del mundo -tanto en ámbito familiar como social-, exige una explicación, y en el esfuerzo de querer brindarla, se pueden distintos escenarios en los que se manifiesta: así como el hombre vive en el mundo y en sus esquemas y normas, con ello tiene muchas relaciones inevitables, y las primeras suelen ser las del círculo familiar. El matrimonio entre el hombre y la mujer solía ser más esencial años atrás de lo que lo es actualmente, pero sigue siendo preferible que si se planea -o no necesariamente- tener hijos, estos nazcan dentro de los lazos del matrimonio y ser criados por un padre y una madre que están dispuestos a dedicar su tiempo y amor a aquel nuevo individuo que decidieron traer al mundo. La felicidad en la vida familiar tiene mayor probabilidad de perdurar en el tiempo en la medida en que los lazos dentro del sistema funcionen y convivan de manera amena, pero, si de pronto se decide agrandar la familia, y conceder un nuevo hijo, es el momento cuando todo puede perder el equilibrio, esto porque al llegar un nuevo integrante, se modifica automáticamente el comportamiento de cada uno de los que ya se encontraban en el, una nueva adaptación, pero a quien se le complicaría más este proceso sería al que se nombra de inmediato como el hermano mayor, personaje al que antes incluso de la llegada de su nuevo compañero, se le adjudican responsabilidades de manera indirecta, insinuando los futuros deberes que tendrá con su hermano: cuidarlo, ayudarlo, acompañarlo y amarlo son sólo algunos. Sin embargo, la ilusión de tener un amigo de travesuras no dura mucho, es cuando llega al momento de verse aislado, alejado de la atención de sus padres, que el hermano mayor desarrolla cierto rencor hacia su hermano, rencor que, si se piensa, es totalmente natural y comprensible, ya que, normalmente al momento en que los niños llegan a diferentes etapas del desarrollo, viven cambios en sus necesidades, y esto puede afectar considerablemente la manera en que se relacionan. Al hablar de los cambios en las necesidades, es en referencia a -por ejemplo- cuando los niños pequeños actúan de manera celosa con sus juguetes y pertenencias varias, por lo mismo, si el hermanito -bebé- toma el juguete de su hermano mayor, es muy posible que este reaccione de manera agresiva, defendiendo lo poco y nada que cree tener, ya que, además los niños en tienen un significado de la justicia y la igualdad muy marcado, por lo que no es raro que no logren entender por qué sus hermanos se sientan con la autoridad de tomar sus cosas sin consultar o por qué son tratados de otra manera, e incluso muchas veces puede que sientan que su hermano recibe trato preferencial, y usualmente quien la mayoría del tiempo lidia con eso, es el hermano mayor. Posteriormente, en la adolescencia, el sentido de la individualidad e independencia conlleva a que muchas veces no le agrade ayudar con las responsabilidades del hogar, ni mucho menos cuidar de sus hermanos menores o incluso pasar tiempo con ellos, y esto empeora si los padres se lo platean como exigencia, porque sí, al parecer, ser el hermano mayor obliga a asumir el papel de -por decir de alguna manera- una segunda mamá o un segundo papá, se le limita la libertad conocida hasta el momento, el joven en ocasiones adquiere un sentimiento de asalto a su tiempo, sus intereses, su vida.

El contexto en el que se desarrolle la escena familiar, claramente será determinante en cuanto el desempeño del rol del hermano mayor, ya que, si es una familia humilde, de pocos recursos en la que los padres por trabajar día y noche para tener con que alimentar a sus hijos, el mayor de estos tomaría el cuidado de su (s) hermano (s), lo más probable es que como más que una exigencia, lo vea como una necesidad, una ayuda para sus esforzados padres, y aquí el vínculo con los hermanos será mucho más importante. Por otro lado, si se habla de una familia de una calidad de vida de excelencia, una posibilidad es que trabajen o no ambos padres, en el hogar cuenten con una ayuda extra, una “nana” que haya sido contratada para ayudar con la mantención de la limpieza y muchas veces con tareas varias en las que se vean involucrados los niños, es decir, no solo se dedicaría a los que haceres, sino también a la crianza indirecta de los hijos de sus patrones, los niños crecerían con recuerdos de los cuidados de su nana y no de sus padres, aquí quizás no exista un rol de hermano mayor muy marcado, al tener a alguien ahí pendiente de todas sus necesidades, sólo les queda vivir su hermandad, sus risas y claro peleas, pero no con raíz en la disputa por el amor de los padres, sino que por juguetes o reglas de juegos. Por último, me gustaría ejemplificar con una familia que cuente con algún integrante con algún tipo de capacidad diferente -que no sea el hermano mayor-, porque ya sea el padre, la madre o el hermano menor, nuevamente el rol del hermano mayor vuelve a ser fundamental. La disponibilidad y las manos del mayor de los hermanos será en la mayor parte de los casos, la mejor alternativa para solicitar ayuda, por lo que, otra vez, sería uno de los grandes pilares dentro de su familia, y tanto en este como en el primer caso, se ve reflejada la gran influencia de este rol dentro de un sistema familiar, pero ¿Qué ocurre al salir de este? ¿Qué efectos provocaría el hermano mayor en la desenvoltura de quienes hayan contado con su influencia? Estas son unas de las cuestiones del artículo que se buscará, esclarecer más adelante.

En cuanto los padres, estos también se ven afectados por el rol del hermano mayor, si volvemos a el inicio de la problemática, el conflicto entre hermanos no es algo que los papás puedan ignorar, ya que, ver y escuchar que sus hijos se pelean puede resultar frustrante y molesto. Ahora, la actitud de los padres ante estas instancias es importante, debido a que si solucionan los conflictos de manera productiva y lo menos agresiva posible, le estarán dando el ejemplo ideal a sus hijos sobre afrontar los problemas que surjan entre ellos y con el resto, pero por otro lado, en casos extremos, los padres caen en un estrés y colapso por no saber la razón de las conductas de sus hijos, y por verse impotente al no lograr controlarlos, esto visto desde el punto de vista de los hijos, perderían su estabilidad, ya que en su razonamiento, si los papás se frustran a ese nivel, ellos también lo pueden hacer, pudiendo ser este mal ejemplo un factor determinante en cuanto reacciones de los pequeños con ellos y su entorno. Una convivencia en el hogar llena de conflicto es desagradable para todos, los afecta de una u otra manera, sin embargo, suele ser difícil saber cómo detener las peleas o, incluso, si debería involucrarse, esto por la poca comprensión con las posturas