Los esfínteres, son anillos musculares que están situados en la vejiga y al final del intestino a través de los cuales son expulsados la orina y las eses fecales y estos son capaces de contraerse y aflojarse.
Enviado por Rimma • 14 de Febrero de 2018 • 1.623 Palabras (7 Páginas) • 518 Visitas
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USO DE LOS SERVICIOS SANITARIOS
- Coloque en el área destinada para esta actividad, papel higiénico.
- Lleve al niño al inodoro cada vez que manifieste deseos de orinar o defecar.
- Quite la ropa o auxilie al niño, según sea el caso.
- Siente al niño correctamente en la bacinica o inodoro y asegúrese que se encuentre cómodo; verifique que si lo hace por sí solo, lo realice adecuadamente, permanece sentado por un lapso de cinco minutos.
- Entregue papel sanitario en cantidad suficiente y solicite al niño lo coloque en la parte interna de los dedos de la mano sosteniéndolo firmemente con el pulgar, apoye al que no puede hacerlo.
- Solicite al niño que se levante con cuidado y en su caso, auxilie al que no pueda realizarlo.
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- Indique al pequeño que separe un poco sus piernas e incline el tronco hacia adelante para que pueda limpiar su ano de abajo hacia arriba, separando ligeramente los glúteos de las nalgas con una de sus manos para tener más fácil acceso al área apoye a los más pequeños hasta que puedan realizarlo por sí mismos.
- Pida al niño deposite el papel higiénico en la bacinica o inodoro.
- Solicite que se acomode su ropa, ayude a los más pequeños para que vistan correctamente.
- Vacíe el contenido de la bacinica en el inodoro.
- Pida al niño jale la palanca del inodoro.
- Demuéstrele cariño mientras desarrolla estas actividades.
MEDIDAS DE SEGURIDAD:
Asegúrese que el piso del área se encuentre seco para evitar accidentes.
Verifique que el asiento del inodoro cuente con su tapa reductora.
Por ningún motivo deje a los niños solos en el área de sanitarios.
DESVENTAJAS Y FACTORES DE RIESGO
Los problemas de control de esfínter generalmente se presentan a causa de una falta de simetría en la relación. Cuando los padres no son capaces de esperar e imponen el control de esfínter como idea suya, el niño sentirá este proceder como una intromisión, la autonomía se vuelve una lucha entre ellos por el poder. Así se prepara el escenario para el fracaso. La mayoría de estas luchas por el poder simplemente harán que el periodo de entrenamiento sea tormentoso y desagradable y que se prolongue. Sin embargo, los padres que verdaderamente se empeñan en esta lucha pueden causar serios problemas. El niño puede retener las deposiciones, causándose estreñimiento crónico que puede desembocar en el ensanchamiento del colon (megacolon).
Algunos niños tal vez dejen escapar la orina, especialmente cuando están bajo estrés. Los padres suelen asustarse y sentirán la necesidad de indagar en el problema, el resultado son radiografías, los catéteres y la invasión de los genitales, el niño se asusta, si se produce una fijación de su ansiedad en este aspecto, el niño puede volverse más vulnerable a la incontinencia crónica.
El niño sentirá ya, entre los cuatro y seis años de edad, un toque de culpabilidad en torno a su sexualidad en desarrollo, y el hecho de mojarse en la cama de noche afectará a su futura imagen de sí mismo. La masturbación excesiva y la enuresis están con frecuencia asociadas. Lo que está en juego es la necesidad del niño de volverse independiente a su propio ritmo. Aunque las razones pueden ser fisiológicas, como una vejiga inmadura que se vacía con frecuencia, o un sueño demasiado profundo (resultado de un sistema de señales inmaduro), el problema radica en quién controlará la decisión. A medida que los padres y los médicos empiezan a investigar las causas y a tomar medidas, el niño va perdiendo su autonomía y su necesidad de controlar la situación, se ve a sí mismo como un fracasado, inmaduro, culpable y desesperanzado. El daño que esta imagen de sí mismo le hará a su futuro, será mayor que los síntomas mismos.
“Pasará otra generación antes que nos demos cuenta de que el control de esfínteres es un proceso de aprendizaje propio del niño para ser completado por él de acuerdo con su maduración sobre su tracto gastrointestinal y sobre su sistema nervioso central”- Dr. T. Berry Brazelton.
Cuando hay problemas, háganle saber que muchos niños se demoran en adquirir control, y son buenas razones. Si quiere oír las razones, explíquenselas. Mantengan al niño en pañales o en ropa protegida, no como castigo, sino para eliminar la ansiedad y el alboroto. Déjenlo tranquilo. No lo mencionen de nuevo. No le hagan pruebas al niño. Háganle un análisis de orina, pero no manipulaciones ni invasiones. Deben permitir este tipo de pruebas, solamente si el pediatra ve claros indicios de que hay un problema físico. Hagan que las deposiciones del niño sean siempre blandas. Denle fruta y fibra y ablandadores de la deposición para que puedan tranquilizarlo.
Aclárenle al niño que cuando logre el control, el éxito será de él y no de ustedes.
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