Este apartado tiene por objeto conocer las normas básicas de aplicación directa en España en materia de PRL.
Enviado por tomas • 4 de Septiembre de 2017 • 1.733 Palabras (7 Páginas) • 766 Visitas
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La Ley 31/95 de PRL exige un nuevo planteamiento de la Prevención en la empresa. Se debe actuar antes de que se produzcan los accidentes, antes de que se produzcan los daños. Esta forma activa de actuación se basa en: evaluar los riesgos inherentes al trabajo, tomar las medidas precisas para eliminarlos o reducirlos, controlar periódicamente las condiciones de trabajo.
La gestión de esta actividad preventiva debe estar integrada en la gestión global de la empresa, concretando unos objetivos que deben formar parte de los objetivos de calidad y planificando el la actividad preventiva en el conjunto del sistema productivo y de la organización de la empresa.
El concepto de gestión implica la definición e implantación de tres actividades básicas: planificación, organización y control. La gestión de la prevención comprende la definición y la implantación en la empresa de la planificación, organización y control de la actividad preventiva.
La finalidad de un adecuado sistema de gestión de la actividad preventiva no es un mero cumplimiento formal de la LPRL y su normativa de desarrollo y así evitar sanciones, sino conseguir un adecuado nivel de seguridad para los trabajadores.
Por otro lado, en un mercado competitivo los objetivos de calidad son imprescindibles para el desarrollo de las empresas. Para alcanzar la excelencia empresarial, los objetivos de calidad deben incluir las condiciones de trabajo.
El Sistema de Gestión de Prevención de Riesgos Laborales (SGPRL) es la parte del sistema de gestión general de la organización que define la política de prevención y que incluye la estructura organizativa, las responsabilidades, las prácticas, los procedimientos, los procesos y los recursos para llevar a cabo dicha política.
La empresa debe actuar en prevención de acuerdo con un sistema con el que se planifiquen los recursos y los medios para evaluar los riesgos, la ordenación de un conjunto de medidas adecuadas y el control de la efectividad de estas medidas.
Un adecuado SGPRL debe ser capaz de:
- Identificar y valorar los riesgos de las actividades, productos y servicios.
- Identificar y valorar los efectos sobre el medio ambiente laboral, las instalaciones y las personas causados por incidentes, accidentes y posibles situaciones de emergencia.
- Identificar los requisitos reglamentarios aplicables.
- Identificar las prioridades y posibilitar la definición de objetivos y metas relacionadas con la seguridad.
- Facilitar las actividades de control, supervisión, auditoria y revisión para asegurar que se cumple la política y que sigue siendo adecuada.
- Evolucionar para adaptarse al cambio de circunstancias.
- Existen diferentes etapas que se deben ir cumpliendo para que la implantación de un SGPRL sea efectiva.
La dirección de la empresa debe establecer la política de prevención a seguir en ella. La política en materia de prevención es un conjunto de directrices y objetivos de la empresa que deben servir de guía para la gestión de la prevención. La mejora de las condiciones de trabajo y la prevención de riesgos laborales deben ser objetivos permanentes y fundamentales de la dirección.
La política de prevención debe suponer un compromiso de la empresa con los trabajadores en materia de seguridad y salud.
Una política realista, asumida por la dirección, que cumpla con la legislación vigente y que prevea las modificaciones normativas que pudieran aparecer, que esté realmente implantada y que sea tenida en cuenta en las decisiones y prácticas empresariales, fomenta la eficacia de la gestión de la prevención.
La dirección debe comprometerse en aspectos como:
- El establecimiento de una planificación de seguridad e higiene en los proyectos de ampliación o nuevas instalaciones.
- En la investigación de accidentes y seguimiento de las recomendaciones.
- Asignación de presupuesto específico a la PRL.
- Dotar a la organización de prevención del personal específico necesario.
La política de prevención debe quedar reflejada por escrito como un compromiso que es necesario cumplir.
En la transparencia vemos distintos aspectos esenciales que sería recomendable incluir en la Política de Prevención de la empresa.
Asimismo, en la formulación de esta política debe tenerse en cuenta su concordancia con el resto de políticas de la empresa.
Una vez definida la política preventiva debe realizarse una difusión de la misma para que todos los trabajadores se familiaricen con ella.
Con el desarrollo de la política de prevención se debe tratar de desarrollar una cultura de seguridad y salud en la empresa, que redundará en comportamientos y hábitos de trabajo seguros.
Es responsabilidad de la dirección el garantizar la seguridad y salud de los trabajadores a su cargo. Para ello definirá las funciones y responsabilidades correspondientes a cada nivel jerárquico a fin de que se cumplan los compromisos adquiridos y asumirá una serie de actuaciones en línea con lo que se entiende por un compromiso visible con las personas y sus condiciones de trabajo. Algunas de estas actuaciones se muestran en la transparencia.
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