Miedo en adolescentes.
Enviado por Christopher • 23 de Diciembre de 2017 • 2.668 Palabras (11 Páginas) • 434 Visitas
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A partir de los años 80 se abandona la hipótesis de un lenguaje no verbal, visión del comportamiento no verbal que entiende éste como una conducta informativa o comunicativa, cuyos elementos y estructura no tienen las mismas características que el lenguaje verbal. (Fernández- Dols, 1994).
Los psicólogos han preferido denominar a este ámbito de estudio como comportamiento no verbal, evitando así la polémica sobre el grado en que determinado objeto de estudio es comunicación no verbal o simplemente conducta informativa no verbal. Así pues, una definición formal de lo que es comportamiento no verbal no es tarea fácil. Corrace (1980) lo entiende como el conjunto de medios de comunicación existentes entre individuos vivos que no usan el lenguaje humano o sus derivados no sonoros.
Para Ricci y Cortesi (1980) el comportamiento no verbal incluiría el comportamiento espacial del hombre, el movimiento, la gestualidad, los cambios en la mirada y en la expresión de la cara, el aspecto externo y aquellos aspectos no estrictamente lingüísticos del discurso. Fernández Dols (1994) señala que comportamiento no verbal es cualquier acción que no sea estrictamente verbal.
Venturini explica en su trabajo que cuando hablamos de sintaxis en el lenguaje corporal estamos hablando de esa articulación de gestos que conforma un discurso vivencial y emotivo capaz de hacer vibrar, al decir vibrar se entiende que puede hacer reaccionar al cuerpo. Por supuesto no se habla de una sintaxis que se puede escribir, analizar y estudiar racionalmente como se hace con la sintaxis del lenguaje hablado. El autor habla de un proceso más intuitivo ligado a los procesos que no reconocemos que se desarrollan por debajo de la conciencia (Venturini: 2002).
La adolescencia, una etapa difícil, donde todo ser humano pasa por ella, comprende cambios físicos y psicológicos y existen algunas necesidades.
La comunicación no verbal, los gestos, ademanes, posiciones, la mímica de las manos, las miradas y nuestra vestimenta, todo contribuye a expresar quiénes somos y que queremos y sobre todo a dónde vamos.
El joven en su comunicación no verbal expresa muchísimos cambios y necesidades, podemos comprenderlos por tan solo buscar que es lo que su cuerpo expresa.
En el ser humano al experimentar una emoción generalmente comprende un conjunto de cogniciones, actitudes y creencias sobre el mundo, que utilizamos para valorar una situación concreta y, por tanto, influyen en el modo en el que se percibe dicha situación. (Psicoactiva:2002)
Algunos componentes de las emociones fisiológicos e involuntarios iguales para todos:
• Temblor
• Sonrojarse
• Sudoración
• Respiración agitada
• Dilatación pupilar
• Aumento de ritmo cardiaco
Los datos antes mencionados son para toda reacción a una emoción y todos se dan en el interior del cuerpo sin tener que saber necesariamente nada, o séase que sin tener un nivel cultural o de aprendizaje, simplemente se dan como sucede con los instintos, que se llevan por dentro sin necesariamente aprender algo sobre ellos.
Pero cuando ya intervienen personas, contextos y aprendizaje todo a lo que reaccionamos y la manera que lo hicimos es porque ya fue aprendida de una cierta manera y moldeado a nuestra persona y manera de ser, todo lo que está a nuestro alrededor y sobre todo lo más cercano propicia a que al momento de sufrir un sentimiento, reaccionemos de tal forma, al igual que una emoción o percepción acerca de algo.
Una emoción es un estado afectivo que experimentamos, una reacción subjetiva al ambiente que viene acompañada de cambios orgánicos (fisiológicos y endocrinos) de origen innato, influidos por la experiencia. Las emociones tienen una función adaptativa de nuestro organismo a lo que nos rodea. Es un estado que sobreviene súbita y bruscamente, en forma de crisis más o menos violentas y más o menos pasajeras.
En el ser humano la experiencia de una emoción generalmente involucra un conjunto de cogniciones, actitudes y creencias sobre el mundo, que utilizamos para valorar una situación concreta y, por tanto, influyen en el modo en el que se percibe dicha situación.
Durante mucho tiempo las emociones han estado consideradas poco importantes y siempre se le ha dado más relevancia a la parte más racional del ser humano. Pero las emociones, al ser estados afectivos, indican estados internos personales, motivaciones, deseos, necesidades e incluso objetivos. De todas formas, es difícil saber a partir de la emoción cual será la conducta futura del individuo, aunque nos puede ayudar a intuirla.
Apenas tenemos unos meses de vida, adquirimos emociones básicas como el miedo, el enfado o la alegría. Algunos animales comparten con nosotros esas emociones tan básicas, que en los humanos se van haciendo más complejas gracias al lenguaje, porque usamos símbolos, signos y significados.
Cada individuo experimenta una emoción de forma particular, dependiendo de sus experiencias anteriores, aprendizaje, carácter y de la situación concreta. Algunas de las reacciones fisiológicas y comportamentales que desencadenan las emociones son innatas, mientras que otras pueden adquirirse.
Charles Darwin observó cómo los animales (especialmente en los primates) tenían un extenso repertorio de emociones, y que esta manera de expresar las emociones tenía una función social, pues colaboraban en la supervivencia de la especie. Tienen, por tanto, una función adaptativa.
Existen 6 categorías básicas de emociones.
- Miedo: Anticipación de una amenaza o peligro que produce ansiedad, incertidumbre, inseguridad.
- Sorpresa: Sobresalto, asombro, desconcierto. Es muy transitoria. Puede dar una aproximación cognitiva para saber qué pasa.
- Aversión: Disgusto, asco, solemos alejarnos del objeto que nos produce aversión.
- Ira: Rabia, enojo, resentimiento, furia, irritabilidad.
- Alegría: Diversión, euforia, gratificación, contentos, da una sensación de bienestar, de seguridad.
- Tristeza: Pena, soledad, pesimismo.
En esta ocasión hablaremos sobre
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