PROTOCOLO AUTOMEDICACIÓN.

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América Latina

En Guatemala se condujo un estudio que pretendía investigar al índice de automedicación contrastado con la situación socioeconómica de distintos individuos, encontrándose que un 79% de la población se auto medica en el área suburbana y un 77% en el centro de Guatemala, siendo la amoxicilina el fármaco más utilizado para la automedicación. Sin embargo, otros estudios fallan en concluir en establecer una relación entre factores socioeconómicos y la incidencia de la automedicación. Por ejemplo, en Perú se encontró que la educación no tenía influencia apreciable en dicha costumbre[1], mientras que en Honduras se condujo un estudio que indicó que las personas que habitan en áreas rurales usan menos antibióticos bajo iniciativa propia que las personas del área urbana, pero los indicadores demográficos no establecían una relación directa entre el estado socioeconómico y la automedicación.[2]

En Argentina, Brazil, Chile, Nicaragua, Colombia y Costa Rica se ha atribuido la alta incidencia de la automedicación a la baja accesibilidad a servicios de salud de buena calidad.[3]

El Salvador

Un estudio realizado en el año 2000 en el municipio de Soyapango acerca de la eficiencia clínica de los antibióticos en pacientes con historia sugestiva de enfermedades infecciosas por infecciones de vías urinarias, faringoamigdalitis aguda, otitis media, úlceras y enteritis aguda determinó que el 65% de las cepas aisladas presentaban resistencia a antibióticos y hubo una respuesta clínica insatisfactoria del 48%, calculándose una tasa de resistencia de 24 casos por cada 1000 habitantes y una tasa de fracaso terapéutico en 12 de cada 1000. La resistencia bacteriana in vivo y en vitro más la baja calidad del fármaco contribuyen a incrementar la prevalencia e incidencia de las Enfermedades Infecciosas en El Salvador.[4]

Otro estudio llevado a cabo en el año 2007 en el área de emergencias del Hospital Nacional de Cojutepeque pone de manifiesto que los factores socioculturales, económicos y publicitarios influyen en el hábito de automedicación de la población, siendo las recomendaciones por parte de amigos como el factor de principal incidencia. Además se identificaron las consecuencias principales que trae el uso indiscriminado de medicamentos de uso popular (en especial antibióticos) en la salud pública, entre los cuales se encuentran la gastritis medicamentosa, retraso en el diagnóstico de la enfermedad por parte del médico, alteraciones en la potencia del medicamento y resistencia bacteriana. Se encontró un índice de automedicación del 98.3% en la población entrevistada, lo cual evidencia la magnitud del daño al estado de salud que causa este hábito a la población.[5]

Finalmente, en lo que a las causas de la automedicación se refiere, se condujo una investigación en el municipio de San Ignacio en donde se identificó que la disponibilidad del medicamento en el hogar es un factor clave en la decisión de recurrir a la automedicación. Se evidenció que las principales afecciones que motivan a la automedicación son el dolor y la fiebre, para lo que recurren a los antipiréticos, antibióticos y sales de rehidratación oral. Además, se encontró que el uso de los medicamentos de uso popular de manera indiscriminada se debe tanto al desconocimiento de los efectos adversos que estos puedan tener como a las recomendaciones dadas por otras personas que han tenido sintomatología similar a los encuestados.[6]

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III. JUSTIFICACIÓN

La automedicación es un tema amplio y de alta relevancia en salud pública, pero desafortunadamente aún no se le presta toda la atención y los esfuerzos necesarios para su completa regulación y buen manejo. La automedicación es una práctica muy antigua que constituye una problemática de carácter tanto nacional como mundial. Se ha convertido en una actividad frecuente de las personas constituyendo una acción riesgosa para la salud, lo cual conlleva a establecer prioridades de carácter social para el control de esta.

La importancia de abordar esta problemática es porque la automedicación es una práctica muy común en nuestra sociedad, y aunque es fundamental considerar que los medicamentos administrados adecuadamente pueden ser muy útiles y beneficiosos, también es importante el hecho que todo fármaco es potencialmente dañino; y ante una utilización irresponsable, la automedicación se puede convertir en una costumbre riesgosa para la población que lo practica, y traer diversas consecuencias.

En El Salvador entre los estudios realizados de automedicación existe poca información publicada sobre la magnitud de este problema.

En la actualidad, desde una perspectiva integral, la salud es el resultado de la interacción y sincronización de diferentes factores como son: el perfil demográfico, el perfil económico, el de consumo, el acceso a los servicios de salud, la educación entre otros. Estos factores influyen en la decisión de automedicación en una persona, por esta razón se considera imperativo el conocimiento puntual de los factores de mayor relevancia que conllevan a un estudiante de doctorado en medicina al automedicarse, así como de los medicamentos de preferencia por el estudiantado. Por otro lado la falta de confianza en el tratamiento, la indisciplina del paciente, son factores que pueden influir en el inadecuado seguimiento de la terapia medicamentosa, lo que podría resultar en una mejoría incompleta por falta de tratamiento.

Teniendo en cuenta que desde nuestros primeros años de vida podemos forjar un futuro saludable, esto solo se logrará siendo partícipes de ello, mediante la educación a la comunidad por parte del personal que trabaja en pro de la salud y de todos aquellos que nos corresponde dar la información adecuada y clara sobre el uso de los medicamentos.

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IV. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

La automedicación es un problema común en nuestra sociedad, incluso en estudiantes, en el cual la persona hace uso de los medicamentos tomando la iniciativa de autorecetarse, sin conocer las consecuencias que esto puede generar en su salud. La automedicación, cuando no se realiza de manera responsable e informada por los usuarios, es considerada como un problema de salud pública. Debe tomarse en cuenta que el acto de automedicarse puede ocasionar graves daños a la salud