Trabajo Práctico Final: Neurosis Obsesiva.

...

Observamos que los neuróticos obsesivos presentan una especie de ambivalencia con respecto al amor y al odio, es decir que odia exageradamente algo que ama previamente, o viceversa.

Las obsesiones, son pensamientos, ideas, o imágenes, que surgen en la mente del sujeto de forma involuntaria, generalmente tienen poca importancia pero esta persona exagera la situación, provocando acciones determinadas.

La forma de reprimir estos pensamientos, combatirlos, es realizar estas actitudes. En pocas palabras, la personalidad neurótica es aquella que mantiene elevados mecanismos de defensa para no enfrentarse a emociones, pensamientos, o instancias de la realidad (tanto interna como externa) que le resultan amenazantes.

Freud separó algunos mecanismos de defensa que a continuación explicaremos:

La negación está estrechamente relacionada con la muerte, las enfermedades y otras experiencias igualmente de dolorosas y amenazantes; por ejemplo si a alguien le dijeran que le quedan tres meces de vida ¿Cuál sería su primera reacción? Podría pensar algo como esto: “alguien debe haber confundido las radiografías”, “el doctor debe estar equivocado” o, simplemente no puede ser verdad, ante la muerte repentina de un ser querido se presentan frecuentemente reacciones similares a ésta: “no puede ser cierto, simplemente no lo puedo creer”.

La represión está ligada con los pensamientos que inconscientemente tratamos de ignorar, con tal de conseguir satisfacción.

Hay otro caso en la que los impulsos no solo se reprimen, sino que, además se controlan exagerando el comportamiento opuesto. Por ejemplo la madre que inconscientemente desteta a su hijo, puede volverse sobreprotectora, volver sobreprotectora en un grado exagerando. Su pensamiento original se ve “tapado” por las acciones, de modo de que ella no se ve obligada a aceptar sus sentimientos reales. La idea básica es que los impulsos o sentimientos inaceptables son tan amenazantes que no basta simplemente con reprimirlos.

Otro mecanismo de defensa, es el que el individuo retrocede a acciones antiguas. Por ejemplo el hijo mayor puede regresar al lenguaje infantil, a mojar la cama, cuando su hermano menor tiene toda la atención. Sin embargo la regresión generalmente es menos severa. Otro ejemplo podría ser cuando un adulto manifiesta un berrinche o el individuo casado que se va a “casa de su mamá” está presentando una regresión.

La proyección es un proceso inconsciente que nos protege la ansiedad causada por nuestra propias características que de manera consiente consideramos inaceptables. Por ejemplo, una persona que estafa a los demás, solo por miedo a que estas personas lo estafe a él aunque esas no sean las intenciones. El mismo se ve reflejado en los demás

La racionalización es un mecanismo por el cual el individuo se justifica a sí mismo de acciones en las que no admite su error.

En una persona con actitudes que no puede satisfacer, busca en actividades sustitutivas, el placer. Por ejemplo una persona violenta, puede reprimir y satisfacer esas actitudes practicando Boxeo.

En resumen se pude decir que mucho de los mecanismos de defensa fueron identificados por Freud, quien supuso que funcionaban inconscientemente, sin embargo no todos los psicólogos aceptan este punto de vista. Pues algunos afirman que no hay por qué considerar que los mecanismos de defensa no se puedan utilizar conscientemente para controlar la ansiedad otros que posiblemente utilicen este concepto muy poco, sino que prefieren considerarlos como estrategias aprendidas para evitar la ansiedad.

Frued en 1896 dice que las representaciones obsesivas (acciones propias de la neurosis obsesiva) son reproches transformados, resultado de una transacción entre las ideas reprimidas y las represoras, que se vuelven conscientes y hace referencia a los actos sexuales ejecutados con placer en la niñez. Es decir que en la neurosis obsesiva, existe un componente sexual infantil que actúa como motor, como deseo, aclarando que para Freud, lo sexual es absolutamente todo lo que produce placer. Hablamos de un deseo sexual infantil reprimido.

Son muchas las teorías que intentan explicar las causas del trastorno obsesivo compulsivo, por lo que se cree que podría ser una combinación de varias de ellas. Se sabe que hay factores genéticos importantes que se implican en su desarrollo, pero el modo de transmisión es todavía desconocido. El problema de por qué y cómo contrae un hombre una neurosis es ciertamente uno de los que el psicoanálisis deberá resolver. Se pudo deducir entonces, una hipótesis en la que hay que investigar en qué o cual persona puede surgir esa neurosis.

Aunque esta neurosis se suele iniciar en la adolescencia o a principios de la edad adulta, también puede hacerlo en la infancia., sobre todo si se trata de formas de educar demasiado rígidas. La edad de inicio es menor en los varones que en las mujeres: entre los 6 y 15 años para los varones, y entre los 20 y 29 años para las mujeres. La mayor parte de las veces la aparición del trastorno es de carácter gradual, si bien se han observado casos de inicio agudo.

En una obra de teatro llamada “Toc toc” se manifiesta casos de neurosis obsesivas. Todos los protagonistas negaban su trastorno, usado como mecanismo de defensa, antes explicado. Al mismo tiempo que ellos lo negaban, manifestaban comportamientos propios de la neurosis obsesiva.

Una forma de tratamiento era ponerlo en plena situación de la obsesión y que el sujeto no manifieste las actitudes que reprimían esa sensación de angustia. Por ejemplo, una protagonista que era obsesiva con la limpieza, los otros integrantes estornudaban o provocaban suciedad, para que ella se resista al impulso de limpiar. El tiempo estimado de “resistencia” era de 10 segundos, pero todos llegaban hasta los 8, y hacían la acción propia de cada obsesión.

Al finalizar, los pacientes aceptaban su problema, y veían como una posible solución contar su obsesión a otras personas. Además, la acción de pensar la acción antes de realizarla ayudaba a los pacientes a resistir.

El enfoque de la neurosis obsesiva se observa en el sentido que la culpabilidad y los reproches están muy presentes, el sujeto se culpa por haber gozado de cierta forma y debe castigarse porque su goce no es moralmente aceptado. El obsesivo se siente culpable de algo que desconoce, culpable por algo que no hizo, y que con el fin de sentirse bien, lo hace (aunque sea insignificante).

“Debo reconocer que todavía no he conseguido desentrañar