Uno de los motivos de la presente elaboración es lograr un acercamiento teórico a los conceptos de alucinación y delirio
Enviado por monto2435 • 25 de Marzo de 2018 • 11.674 Palabras (47 Páginas) • 419 Visitas
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“El padre del magistrado Schreber no había sido ningún hombre insignificante… [su] memoria se conserva incluso hoy en día por numerosas sociedades sajonas que llevan su nombre… su labor en pro del desarrollo armónico de la juventud, de la colaboración de la educación familiar con la escolar y de la importancia de los cuidados corporales y del ejercicio físico para la conservación de la salud, ejerció gran influencia sobre sus contemporáneos. De su fama como fundador de la gimnasia terapéutica en Alemania testimonia aún la difusión de las numerosas ediciones de su Gimnasia Médica.” (pág. 20).
Pero a pesar de todo el favorecimiento popular con que contaba el Dr. Schreber, éste tenía una faceta oscura, el mismo Schatzman lo pone de manifiesto, el Dr. Schreber se presentaba de una manera al mundo y convivía con su familia de otra, cuenta de ello da una nota que el Dr. Baumeyer, director de un hospital cercano a Dresde, encontró en el historial clínico del presidente Schreber, refiriéndose así a su padre “Su padre, (fundador de los Jardines Schreber en Leipzig) sufría de manifestaciones compulsivas con impulsos asesinos” ( Schatzman, pág. 20)
Continua Schatzman y acerca de la madre del Presidente Schreber apunta, que, “La madre de Schreber es descrita por Baumeyer como inestable, nerviosa y muy depresiva. Una de sus hijas relata así su papel en la familia: “Papá discutía todo con nuestra madre, ella tomaba parte en todas sus ideas, planes y proyectos, leía las galeradas junto con él y era su íntima y fiel compañera para todo”. Sin embargo, es difícil acoplar en este retrato idílico la figura del padre que, aun obviando el diagnostico Baumeyer, evidencia en el contenido de su obra un carácter autoritario con aspectos sádicos integrados como sistema de creencias. Inevitablemente surge la pregunta ¿desde cuándo era Pauline “inestable, nerviosa y muy depresiva”?
Del resto de la familia del Presidente Schreber se sabe que tuvo un hermano y tres hermanas. El hermano, tres años mayor, se suicidó de un disparo a los treinta y ocho años, padecía de una psicosis evolutiva. De sus hermanas se sabe poco, una de ellas se casó y tuvo, al menos, un hijo; otra es descrita como histérica y la otra parece haber sido la que se ocupó del Presidente Schreber en sus últimos años.
Del Presidente Schreber, propiamente, Bornemann, (2009), dice que, “Al propio Daniel Paul se le describe como alumno sobresaliente, bien dotado y aplicado pero a la vez nervioso, inquieto y temeroso. A los 36 años, muertos todos los varones de su familia y dependiendo de él la continuidad del apellido familiar, contrajo matrimonio con Sabine Behr, 15 años más joven, de un ambiente cultural muy diferente (hija de un director de teatro) y bien situada económicamente. No tuvieron descendencia, Frau Schreber tuvo dos abortos, y según el propio Schreber esta fue la única pena de un matrimonio por lo demás dichoso, aunque esta opinión no parece coincidir con la de la esposa, que ante la posibilidad de la salida de Schreber del hospital psiquiátrico escribe al Dr. Weber manifestándole sus dudas y preguntando angustiada “¿qué voy a hacer si se pone a gritar en la calle?”.
Coriat y Pisani, (s.f. pág. 1), lo describen como “un intelectual de primer orden: doctor en Derecho y presidente del Tribunal de Apelaciones de Sajonia, es, evidentemente, un hombre fuera de lo común por su gran cultura, su viva curiosidad y sus capacidades de observación y de análisis poco corrientes.”
El primer internamiento del presidente Schreber se dio a sus 42 años, fue diagnosticado con hipocondría y, tras su restablecimiento, nacen en él un sincero agradecimiento y una gran admiración por el Dr. Flechsig, su médico tratante.
“Después de esta primera hospitalización, Schreber, quien ya estaba casado desde mucho tiempo antes, vive ocho años junto a su esposa, años que califica como muy felices, solo ensombrecidos por la decepción de no tener hijos. En 1893 es nombrado Presidente de la Sala del Tribunal de Apelaciones de Dresde, (a la edad de 51 años). Incluso antes de asumir el cargo, Schreber sueña en varias ocasiones que cae nuevamente enfermo. Un día, en medio de la duermevela matinal, lo asalta la idea de “que sería muy agradable ser una mujer en el momento del coito”[2], idea que él rechaza inmediatamente, según sus propias palabras, con la mayor indignación. Algunos meses después de su nominación, se le declara un segundo acceso, acompañado de insomnios cada vez más graves y de sensaciones de reblandecimiento cerebral. Luego aparecen ideas de persecución y de muerte inminente, así como una extremada sensibilidad al ruido y a la luz. Más tarde, surgen alucinaciones visuales y auditivas: “Se imaginaba a sí mismo muerto y descompuesto, atacado por la peste y la lepra, sentía que su cuerpo era sometido a repugnantes manipulaciones y debía soportar los tratamientos más espantosos”. Estas manifestaciones lo hunden, durante horas, en un estado de anonadamiento y de estupor alucinatorios. Llega a desear la muerte y, en varias ocasiones, intenta suicidarse. Con el tiempo, las ideas delirantes toman un cariz místico: relaciones directas con Dios y apariciones milagrosas.” (Nasio, pág. 47)
Durante su segundo ingreso, la esposa había acogido en su casa a una muchacha, huérfana de una actriz conocida suya, que más tarde Schreber adoptó. A ella y al Dr. Weber (hijo del Dr. Weber director del sanatorio Sonnenstein) debemos las descripciones más ingenuas y vitales de Schreber. El Dr. Weber, hijo, cuenta como algunas veces participaba Schreber en la comida familiar (por la descripción, da la impresión que en el sanatorio de Sonnenstein dirigido por su padre era práctica habitual que algunos ingresados participaran en ocasiones de la vida familiar) y le recuerda como conversador ingenioso y ameno, solo que en ocasiones tenía un tono especial, hacia muecas o interrumpía la comida para ir a su habitación a dar alaridos. La hija adoptiva de Schreber relata los agradables paseos en los que acompañaba a este después de su salida del sanatorio, por cierto, cifra en seis y no en dos los abortos de la Sra. Schreber.
Hasta aquí una pequeña introducción sobre la vida del Presidente Schreber. Desde ya se pueden apreciar elementos que hacen pensar que su padecimiento no deja de relacionarse con múltiples aspecto vividos por él durante su infancia, de los que sobresalen los concernientes a la relación del mismo con su padre.
Breve historia de la psiquiatría
Al pretender realizar un abordaje que implique la comprensión semiológica de los fenómenos alucinatorios y delirantes se considera necesario
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