ANALISIS EXPERIMENTAL DE LAS SENSOPERCEPCIONES Y SU RELACION CON LAS EMOCIONES

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Según Monster (1939) realizó un experimento sobre la tartamudez en 22 niños huérfanos de Davenport, Iowa, en 1939. Fue llevado a cabo por Wendell Johnson de la Universidad de Iowa, donde eligió a una de sus estudiantes graduados, para llevar a cabo el experimento y supervisar la investigación. Después de separar a los niños en 2 grupos (de control y experimentación), Tudor aplicó una terapia positiva en forma de elogios a la mitad de los niños, alababa su fluidez verbal. A la otra mitad de los niños les aplicó una terapia negativa consistente en menospreciar a los niños por toda imperfección verbal y diciéndoles que eran tartamudos. Muchos de los niños que recibieron terapia negativa durante el experimento sufrieron efectos psicológicos negativos y algunos problemas del habla que duraron para toda la vida. Este experimento fue apodado como “El Estudio Monster” por algunos de los compañeros de Johnson que estaban horrorizados por el hecho de experimentar con niños huérfanos para probar una teoría.

Según Carney Landis (1924) licenciado en psicología por la Universidad de Minnesota desarrolló un experimento para determinar si diferentes emociones crean expresiones faciales específicas a esa emoción. El objetivo de este experimento era ver si todas las personas tienen una expresión común cuando se siente disgusto, shock, alegría, y así sucesivamente (la mayor parte de participantes eran estudiantes). Fueron llevados a un laboratorio y sus rostros estaban pintados con líneas negras, con el fin de estudiar los movimientos de los músculos faciales y expuestos a una variedad de estímulos destinados a crear una fuerte reacción. A medida que la persona reaccionaba, era fotografiada por Landis, quien a su vez les hizo oler amoníaco, mirar pornografía o poner sus manos en un cubo de sapos. Pero la controversia en torno a este estudio fue por la parte final de la prueba. A los participantes se les mostró una rata viva y se les daba instrucciones para decapitarla. Si bien la mayoría de los participantes no siguió las instrucciones, un tercio lo hizo. La situación se vio agravada por el hecho de que la mayoría de los estudiantes no tenían ni idea de cómo realizar esta operación de manera eficaz y se infringía a los animales un gran sufrimiento. Las consecuencias de este estudio fueron más allá de lo que pretendía Landis, en realidad esta prueba puso de manifiesto que la gente está dispuesta a hacer casi cualquier cosa en determinadas situaciones.

Actualmente se han realizado otros estudios. Ekman investigó el papel de las expresiones faciales en el ser humano, llegando a la conclusión de que todas forman parte de un proceso de comunicación social y que éstas eran similares en todas las culturas. Hace algunos años (2009) en la Universidad de Toronto, en una investigación a cargo de la neuropsicología Marita Castro, buscaron entender los motivos de la expresión emocional, llegando a concluir que las gesticulaciones de miedo y asco, pueden tener un propósito que va más allá de la comunicación social (no como decía Ekman), como lo es contribuir a una mejor percepción sensorial que garantice la supervivencia. En su estudio, diseñaron un rostro en computador añadiendo cuatro expresiones diferentes: miedo, asco, felicidad y tristeza. Los participantes en él debían imitar la expresión mostrada en la pantalla y se iba tomando registro de la respiración y visión de cada uno. Los resultados fueron que el miedo causaba una ampliación de la visión periférica, rapidez en movimientos oculares, y aumento del ritmo respiratorio, todas estas expresiones tienen que ver con la respuesta de un individuo ante el peligro. Por el contrario, las expresiones de asco limitaban la visión y ritmo respiratorio, lo que sugiere que ayuda a evitar que sustancias nocivas lleguen a los pulmones y ojos.

Las investigaciones clínicas pueden ser un tanto riesgosas pero son indispensables. Por ende, es primordial realizar investigaciones para así aportar nuevos conocimientos en la Universidad Ruhr de Bochum, en Alemania, se realizó un experimento científico que intenta explicar cómo el sonido afecta nuestra percepción espacial en varias ocasiones consideramos las cosas que imaginamos y las cosas que vemos como claramente disociables, la imaginación de un sonido o una forma cambia la manera en que percibimos el mundo que nos rodea de la misma manera que cuando realmente escuchamos el sonido o consideramos una forma

2.2 VARIABLE INDEPENDIENTE

2.2.1 SENSOPERCEPCIÓN

Es un proceso realizado por la integración de los órganos sensoriales, además de la intervención de la memoria racional y el sistema nervioso central en forma conjunta. La sensopercepción consiste en la captación de los estímulos externos para que estos sean procesados e interpretados por el cerebro humano. Reyes, J. (2010).

Es un proceso de vital importancia así como el de procesos de la respiración u otros procesos, ya que sin este proceso, no seríamos nada. La sensación y la percepción que en conjunto la una con la otra realizan el proceso de sensopercepción, pero este por un lado, nos permite vivir y relacionarnos en nuestro medio, ya que sin ninguno de ellos, no sería posible la interacción del hombre con todo lo que se encuentra a su alrededor; la sensopercepción permite percibir y responder a los estímulos, peculiarmente una atención a los estímulos que se interpreta como dolorosos o desagradables.

FASES DE LA SENSOPERCEPCION:

Detección - El estímulo es captado por alguno de los órganos sensoriales (vista, tacto, olfato, gusto, oído).

Transmisión - Los órganos sensoriales transforman la energía proveniente del estímulo en señales electroquímicas que son transmitidas como impulso nervioso al cerebro.

Procesamiento - El estímulo llega al cerebro donde es interpretado.

2.2.2 SENSACIÓN

Los sentidos, con sus receptores sensoriales, son canales de información que captan los estímulos y los transmiten al cerebro donde se generan sensaciones, es un proceso más de carácter fisiológico. Tiene una estimulación atreves de los órganos sensoriales.

Los cinco sentidos:

Los cinco sentidos clásicos forman los llamados exteroceptores o sentidos abiertos al análisis de la realidad exterior del organismo.

- Vista

- Oído

- Tacto

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