Articulo de investigación el jardín de niños Club Sertoma Aztlán

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Algunos síntomas del maltrato emocional en los niños pueden ser los tics, miedos, fobias, llantos excesivos, temores de salir o de ir a la casa o a la escuela, comerse las uñas, tartamudeo, falta de interés en la escuela o de curiosidad, abulia, excesiva pasividad, agresividad y negativismo.

Este tipo de violencia puede ser favorecido mediante la observación de sus mayores y al no saber identificar que éstas acciones son incorrectas y pueden causar un daño al prójimo. Así como la falta de límites en la conducta, muchas veces no marcados en casa por los padres de familia o tutores.

Para poder prevenir o solucionar el problema del abuso es vital crear conciencia en los infantes de que todos tenemos derecho a ser respetados y aceptados como somos, darse cuenta que el otro piensa distinto a nosotros y algunos comentarios pueden herirlo, promover y desarrollar la capacidad de empatía y establecer y cumplir normas.

Un esquema para la eliminación de la violencia propuesto por Martínez-Otero (2005) considera que directivos, profesores, trabajadores del sistema escolar, niños, padres y familias son parte de la comunidad educativa y es su responsabilidad participar en resolver y prevenir la violencia escolar (Tabla 2)

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Es importante reconocer el rol que cada agente tiene en las diferentes etapas de la intervención que se señalan en el esquema de Martínez-Otero, del empeño que muestre cada participante resultara la eficiencia en los resultados para combatir el problema.

La familia y la escuela tienen responsabilidades en la educación de los niños, estableciendo una comunicación escuela-familia, donde la escuela sea un espacio abierto a las familias de los alumnos y de sus profesores, facilitando la socialización de los niños (Rivera y Milicic, 2006; Kliksberg, 2005).

Métodos

Para realizar este artículo de investigación fue necesaria la elaboración de un diagnóstico previo, para establecer la situación problema que acontece en el plantel y en base a eso enfocar nuestro trabajo.

Apoyándonos mediante la observación se pudo notar las conductas predominantes en el jardín de niños, esta observación fue realizada en el recreo de los educandos y de forma directa en el aula de 2° A y 3° B, así mismo se colaboró en conjunto con la maestra de apoyo “Iliana….” Quien trabaja con todos los grupos, nos aportó información relevante de los casos en que ella trabaja y su visión general del jardín y conductas de algunos niños en específico.

Otro método de gran ayuda fue el trabajo en conjunto con las docentes frente a grupo, quienes al estar en su temporada de diagnóstico, también realizan una observación del comportamiento de los niños y teniendo como foco el campo de desarrollo personal y social por acuerdo del consejo técnico, esto nos facilitó las cosas y nos hizo recuperar información valiosa.

Se considera que algunas estrategias que se pudieran implementar para regular el comportamiento de los alumnos (sin marcar al abusador) podrían ser las siguientes:

- Tabla de conducta

- Semáforo

- Decir las características positivas de sus compañeros

- Decir las características negativas y positivas de él

- El disco rayado

- Juego de empatía

- Realizar conducta positiva hacía los niños reconociendo sus buenos comportamientos

- Asignarle tareas de ayudar a otros

Al implementar estas estrategias no solo se mejorará la conducta de del alumno agresor, sino las de todo el grupo, previniendo en otros dichas conductas.

Resultados:

Son muchos los factores a tener en cuenta cuando se trata de solucionar un problema de abuso. Entre ellos podemos encontrar el grado de capacidad intelectual de una persona, es decir, si esa persona puede racionalmente comprender o no lo que hace (ya se trate de la víctima o del abusador).

Posteriormente hay que tomar cartas en el asunto empleando estrategias como las antes mencionadas que se adapten según las necesidades de los involucrados y del caso.

Investigar más este tema, nos ha dejado un gran impacto, primeramente abriendo los ojos ante la magnitud de este problema, que al no ser atendido puede llegar a marcar a un alumno y al hacer del abusador un ciudadano dañino para la sociedad incluso haciendo a este un ser solitario incapaz de interactuar con sus iguales.

Como docentes de preescolar nos deja en claro, el no pasar por alto estas “pequeñas manifestaciones” y evitar que aumenten con técnicas de convivencia sana, promoviendo el trabajo colaborativo y formando seres capaces de vivir y convivir en una sociedad diversa.

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Conclusión

En definitiva, la violencia emocional contra los niños sigue siendo una realidad escondida, con pocas estadísticas, tal vez debido a la dificultad de conceptualizar todas las posibles manifestaciones de este tipo de violencia y de cuantificar sus consecuencias. Pero no podemos pasarla por alto.

Se considera que es necesario reforzar las reglas, los valores y buscar estrategias para regular las conductas de los niños, sin llegar al castigo, evitar bullying entre los niños, con el apoyo de sus maestras, involucrando a los padres de familia en proyectos que propicien la convivencia sana y pacífica entre ellos, mantener un clima favorable en la escuela y en el aula, que haya inclusión de todos los niños sin hacer distinción de nada, establecer normas, y buscar estrategias para eliminar la violencia en las aulas, que por ende se puede ir transformando para llegar hasta el hogar y la vida diaria. Así mismo que los niños sepan identificar las actitudes positivas, negativas y las consecuencias que conllevan las actitudes y / o conductas negativas.