Creatividad - ensayo

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de la mayoría de los adultos, el deterioro de las pautas culturales, la decadencia de la civilización occidental, la mitad izquierda del cerebro, sim embargo esto puede considerarse de una forma más positiva si se trata de comprender lo que sucedió con el niño, existen tres misterios sin resolver ¿Cuál es la naturaleza de la habilidad artística propia de la niñez temprana? ¿Qué le ocurre a esta edad de la inocencia artística? ¿En que está relacionada la actividad del pequeño artistita con la práctica de un creador artístico maduro?

Iniciando con la primera interrogante.

¿Cuál es la naturaleza de la habilidad artística propia de la niñez temprana?

Según Howard Gardner la clave de la habilidad artística de los niños radica en comprender pautas globales del desarrollo infantil, durante los dos primeros años de vida el pequeño lega a conocer el mundo en forma directa, es decir la compresión se limita a su encuentro real con objetos y personas, a través de sus sentidos y sus acciones, adquiere su primer contacto con el mundo social.

Según Gardner los años que siguen a la primera infancia esta marcados por una revolución en el conocimiento, que es fundamental en lo que respecta a la habilidad artística, en el que periodo que va de los dos a lo siete años el niño llega a conocer, y empieza a dominar los diversos símbolos presentes en su cultura, además de conocer el mundo directamente, puede captar y comunicar su conocimiento a través de muchas formas simbólicas ya que el lenguaje no es la única forma ni siquiera la más importante los niños a prenden a usar otros símbolos, que van desde los gestos de las mano o los movimientos de todo el cuerpo hasta los dibujos , las figuras de arcillas, los números, las música y demás, cuando llegan a la edad de cinco o seis años no solo puede comprender estos diversos símbolos sino que suelen combinarlos de esos modos que tanto llaman la atención.

¿Qué le ocurre a esta edad de la inocencia artística?

Gardner alega que después de pocos años la inclinación a someterse a las convenciones, a adaptarse a los pares, viene a afectar las actividades de los niños. Así como en sus juegos los chicos manifiestan su determinación de acatar las reglas al pie de la letra y no de tolerar ninguna desviación, tampoco en el empleo de símbolos habrán de aceptar ni la experimentación ni la novedad. Ahora lo habitual es que los niños limiten sus realizaciones graficas de las formas que los rodean.

A medida que los niños van creciendo la mayoría de estos muestra un avance en su capacidad de comprender y responder a las obras creadas por otros más sin embrago es solo en la adolescencia muestra sensibilidad hacia las cualidades más importantes de las artes: al estilo, la expresividad, el equilibrio y la composición. Esta agudización de los gustos y de la compresión, sin embargo, tiene poca repercusión en el ámbito de la creatividad esto se puede ver en que solamente un minoría quienes crearon libremente cuando pequeños llegan a retomar sus actividades por ejemplo existen estudiantes de piano de mediana edad, lo cierto es que la mayoría nos sentimos bien con participar en las artes como miembros del público.

¿En que está relacionada la actividad del pequeño artistita con la práctica de un creador artístico maduro?

Gardner plantea que los artistas tienen mucho mejor desarrollada las aptitudes, un control mucho mayor de sus dotes y una pericia superior para experimentar en forma sistemática y para efectuar opciones deliberadas entre distintas alternativas, gran parte de su proceso creativo tiene puntos de contacto con el de los niños. Tanto el niño pequeño como el adulto muestran una disposición, por explorar su medio, por experimentar las alternativas, por dar rienda suelta a ciertos procesos inconscientes.

Por otro lado Según H. Gardner un factor de igual importancia es el medio en que se desarrolla el niño, durante la etapa de la habilidad artística natural en el tiempo preescolar, no es preciso intervenir activamente, basta con facilitar a los niños materiales y exponerlos a las correspondientes obras. Esta es la etapa en la que el niño quiere aprender muchas distintas cosas en consecuencia de esto los maestros adquieren un papel muy importante.

El individuo propenso a alcanzar la grandeza artística debe tener la firme motivación de sobresalir de destacarse, debe estar dispuesto a vivir en la incertidumbre, a correr riesgos de fracasar, entre otras cosas. Es importante destacar que todo lo dicho anteriormente se basa en estudio hechos a occidentales, realmente no se trató otro ámbito cultural.

Hoy en día la relación entre el niño y el artista no es tan extraña ya que nuestra tradición romántica cambiada en términos modernistas, nos ha predispuesto a aceptar la noción del niño como artista y también la noción de que en todo artista hay un niño entonces la cuestión no es cuando se vuelve artista un individuo, sino cuales son las similitudes y diferencias entre las habilidades artísticas de los niños y la de los artistas adultos.

Este cambio tiene como explicación motivos muy complejos, por esto solo se mencionara que en el siglo pasado aprendimos a darle atención y a tomar en serio las actividades y las producciones del niño, a observarlas cuidado y unas de las más importantes a buscar vínculos con las actividades más logradas del adulto.

La idea del niño como artista se hace más convincente a la luz de lo que ocurre durante los años siguientes a la primera infancia. Después de entrar a la escuela, el encanto, la originalidad y el atractivo de los trabajos que realizan los niños desaparece.

Por otro lado según Goodman un dibujo funciona como símbolo estético en la medida en que explota las propiedades plenas y expresivas del medio grafico. Cuando funciona de un modo pleno, el dibujo exhibe y destaca diversas potencialidades de la línea, tales como grosor, sombreado y textura. En cuanto al síntoma de expresividad, un dibujo se verá como un símbolo expresivo en la medida que transmita estados de ánimo, expresiones o emociones.

Bibliografía

Gardner, H. (1997) Alma, mente y cerebro. Explorando el misterio de la creatividad artística. El niño artista. Nueva York.

Piaget, j. (1991) Seis estudios de psicología. La infancia de los siete a los doce años. Barcelona.