Ensayo. Cómo las escuelas matan la creatividad

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A partir de ese momento mi orgullosa madre me considero el artista de la casa, no muchos meses después me regalo un curso básico de dibujo asistido por correspondencia, en la preparatoria participe en los programas culturales de artes. Al tomar la decisión de una universidad enfoque mis esfuerzos para ser publicista estudiando comunicación. Por esos años nuevamente gane un concurso, pero ahora de publicidad en el marco de un simposium de comunicación. Al finalizar los estudios en los próximos años tuve la oportunidad de trabajar en 3 agencias de publicidad. Tome cursos adicionales de Diseño Gráfico con el fin de ganar más técnicas. Y bueno a todo esto, la moraleja ¿dónde quedo?

Primeramente, creo que la educación que se recibe desde la primaria hasta la universidad y más allá, es importante, fortalece y ayuda a desarrolla habilidades y talentos. Todos los maestros, bueno casi todos, tienen la buena fe de ayudar, y de aplicar en sus especialidades los principios, verdades y las formas “correctas” de elección y resolver problemas. Y dentro de menor o mayor grado la formación se crea, efectivamente, no se reciben los obstáculos, ni los debates, ni los problemas reales a resolver. Tal vez en esta parte en que pudiera diferir de Robinson cuando comenta que “la habilidad académica, que ha llegado a dominar nuestra visión de la inteligencia, porque las universidades diseñaron el sistema a su imagen”. Por un lado, estoy de acuerdo que las universidades persiguen un fin con sus alumnos y es llevarlos al éxito empresarial con un perfil perfecto. Pero por otro lado toda persona tiene la capacidad de tomar decisiones y desarrollar en las etapas de su vida la creatividad que requiera, es cierto la educación no está centrada en desarrollar habilidades creativas porque considera que no sirven. En mi caso, creo que con el apoyo de mi familia pude tener un balance entre las exigencias de la sociedad al estudiar de manera universitaria, y el desarrollo de habilidades creativas. Hoy puedo decir que tal vez no sea el artista soñado, pero me permito seguir averiguando, que otras cosas me permitan desarrollar dones muy empolvados. Hace no mucho tiempo estudie un par de cursos de fotografía, porque deseaba tomarles fotos más creativas a mis hijos. Aunque soy amateur en esta materia algunos amigos me empezaron a solicitar servicios de fotografía. En su momento en la universidad lleve algunas materias de fotografía, pero nunca le preste atención, ni pude visualizar lo que se podría llegar hacer. Lo que sí creo es que la universidad siembra pequeñas capacidades que se pueden desarrollar después.

Otro ejemplo es que en el 2008 tomé algunos cursos de locución en el Tec de Monterrey, algunas veces me decían que tenía buena voz y decidí hacer la prueba. Fue una gran experiencia y a partir de ahí me convertí en maestro de ceremonias de varias universidades, comencé a grabar spots publicitarios, podcast y voz en off para eventos empresas y videos institucionales.

Cuando Robin menciona: Debemos usar este regalo de manera sabia para poder evitar algunos de los escenarios sobre los que hemos hablado. Y la única manera es ver lo ricas que son nuestras capacidades creativas, y ver la esperanza que nuestros hijos representan. Y nuestra tarea es educar su ser completo para que puedan enfrentar el futuro.

Pienso que es correcto. Tengo una responsabilidad con mis hijos de ayudarles a identificar sus cualidades y talentos. No regirlos de algo y condicionarles a lo que sus padres quieren. Pero también no espero que pase el tiempo y no les haya ayudado a considerar seriamente y con disciplina su educación formativa que les ayudara en su vida.

Y a esto quisiera agregar otros elementos fundamentales que no se ha tocado, pero sí creo que ha de fortalecer los vínculos creativos y educativos y me refiero a: Dar tiempo para servicios desinteresado a los demás, la actividad deportiva y artística, la participación en servicios religiosos, la convivencia familiar, etc. En pocas palabras concluyo: Cuando un hombre está plenamente integrado y bien balanceado, los propósitos son más claros y precisos. La visión es más estable invariablemente de lo que la educación piense.