Creencias y deseos en Epicuro
Enviado por poland6525 • 18 de Febrero de 2018 • 10.865 Palabras (44 Páginas) • 308 Visitas
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Se ha mencionado que la cura ética de Aristóteles compagina inmediatamente con la política. Se ha dicho también que el acceso a la cura ética en Aristóteles es limitado, lo cual nos lleva a pensar que la cura ética aristotélica puede llegar a cumplirse en la política o no; dado que el buen funcionamiento político sería el indicio del buen tratamiento ético, el mal funcionamiento del mismo, sería el indicio del mal tratamiento. Que la ética se cumpla en la política parece ser una intención indirecta del fin ético. Puede bien cumplirse o no, mientras el sufrimiento humano está ahí, a la orden del día. También el acceso directo a la cura ética supone un determinado nivel cultural, económico, psicológico y de género.[20]; por lo que la cura ética tomada directamente de la enseñanza de Aristóteles parece ser un tanto elitista. Cuando Epicuro menciona que vana es la palabra del filósofo que no es útil para el alivio de los malestares del alma, no lo dice en forma a figurada, y en realidad parece ser una crítica a la filosofía ética de Aristóteles. Para Epicuro, había que modificar el método terapéutico de Aristóteles y transformar a la filosofía en compasiva, en una filosofía que sólo tiene razón de ser mediante que ayuda al buen vivir. La filosofía de Epicuro es una filosofía intencionalmente práctica, es sin más ni menos, una filosofía terapéutica o si prefiere, una terapia filosófica.
Retomando ya el proceso terapéutico de epicúreo, he mencionado que en éste no se hace un análisis de las emociones como tal, sino un análisis de los deseos. Será para el punto 1.3. en que desarrolle esta parte con más precisión, aquí sólo cabe mencionar que Epicuro no se fija en las emociones porque no considera que éstas sean la raíz del sufrimiento humano, lo son por otra parte, los deseos y su característica de insaciabilidad. Pero no está demás exponer –para finalizar este punto– el esquema trazado por los estoicos sobre las emociones, ya que éste podría representar con mayor claridad lo que significa que las creencias estructuren a las emociones: opinión que tuvo que compartir en su mayoría Epicuro mismo.[21]
Los estoicos trazarían un esbozo sobre las emociones de la siguiente manera: las emociones se forman a través de las creencias (juicios), éstas son las que estructuran a las mismas; en muchos casos las creencias son la condición necesaria para exista una determinada emoción. Las emociones son «racionales» en sentido descriptivo (que pueden ser comunicadas racionalmente), pero «irracionales» en sentido normativo (todas dependen de un juicio falso o infundado).[22] Las emociones entonces son de cierta madera irracionales al estar éstas fundadas dentro de un marco falso o infundado. En consecuencia, al modificar las creencias se estará modificando también las emociones. Por lo tanto, el buen juicio acerca de la vida traerá consigo una cura u orden para las emociones.
Para concluir este punto, la filosofía ética en el pensamiento de Aristóteles alcanza un estatus de terapia aunque indirectamente (también ajeno al sufrimiento humano y elitista por otro tanto); ésta será puesta en duda en varios puntos por las filosofías del periodo helenístico (epicúreos, estoicos y escépticos). Estas filosofías helenísticas transformaran la concepción de la filosofía y entrarán en el papel de filosofías prácticas, compasivas y terapéuticas. En el caso de los epicúreos, el fin ético es la felicidad, pero para poder acceder a ella había que comenzar por definir la causa de la infelicidad, ya que era sobrentendido que el ser humano adulto no era feliz de por sí. En el próximo punto me dedicaré a desarrollar más este aspecto.
- Vida sin turbación del alma: los animales y los niños en la filosofía de Epicuro.
En el punto anterior se planteo que los deseos (vanos) eran la raíz de sufrimiento humano, pero antes de exponer las razones por las cuales el deseo es la raíz del sufrimiento, primero hay que exponer la causa del deseo y el “prototipo” de la vida sin turbación (ataraxia).[23] Pero antes, también se decía que la terapia epicúrea era crítica a la filosofía ética de Aristóteles, Epicuro menciona: «Lo que produce alegría insuperable es haber escapado a un gran mal. Y en esto consiste el bien: si se da con él con acierto y luego se para uno y no da vueltas [peripatsi] charlando estúpidamente acerca del bien».[24]
Epicuro adopta una filosofía realmente crítica a la de Aristóteles, una filosofía práctica cercana a los malestares del alma y cuerpo humanos y fija el fin de la vida humana en la felicidad, pero como vemos en la cita anterior, la felicidad es intrínseca al bien mismo. Pero si el fin de la vida humana es la felicidad, se sobrentiende que la felicidad no es de por sí en el ser humano adulto; la filosofía terapéutica epicúrea se propone llevar al ser humano a esa finalidad: la felicidad. ¿Y cómo sé que la felicidad existe? ¿Cuál es el punto de base de Epicuro para referirse a la felicidad? –Aristóteles en este sentido hubiera atribuido que el punto de base para hablar del buen vivir es aquel hombre sabio que ha logrado la virtud. Con Epicuro pasa todo lo contrario, para Epicuro el punto de referencia será el niño y los animales.
Epicuro menciona a Meneceo que la vida humana adulta se corrompe por el vulgo, las creencias que éste aporta para la vida humana en general son suposiciones falsas:
«Pues, ciertamente, los dioses existen: en efecto, el conocimiento acerca de ellos es evidente. Pero no son como los estima el vulgo; porque éste no preserva tal cual lo que de ellos sabe. Y no es impío el que rechaza los dioses del vulgo, sino el que imputa a los dioses las opiniones del vulgo. Pues las afirmaciones del vulgo sobre los dioses no son prenociones, sino suposiciones falsas. De acuerdo a ellas, de los dioses vienen los más grandes daños y beneficios.»[25]
El vulgo es el fundamento de las falsas creencias sobre los dioses, se deduce entonces mediante la cita expresada, que existe una creencia verdadera sobre los dioses, creencia que sabe y puede compartir Epicuro; pero más allá de esto, lo que representa esta cita es que el fundamento de la infelicidad se encuentra también en las falsas creencias. Anteriormente se expuso que las creencias eran condición necesaria para la manifestación de la emociones, pero en la filosofía epicúrea se encuentra que no sólo las creencias son la condición necesaria de las emociones, sino que éstas son las que pueden determinar a la felicidad mediante emociones positivas y negativas.[26]
Las falsas creencias pertenecen al vulgo, el vulgo a través de las creencias propicia el mal vivir del
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