Cuales son los Adolescentes - Donald Meltzer y Marta Harris

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He descrito no tres, sino cuatro comunidades diferentes, el niño en la adolelscencia, el mundo de los adultos, el mundo de los adolescentes y el adolescente aislado.

El individuo está en constante movimiento de avance o retroceso entre estas cuatro posiciones: retrocediendo hacia una posición infantil, avanzando hacia una adulta, retrocediendo al mundo de la adolescencia, hacia afuera en una posición de aislamiento, retornando al núcleo familiar.

Intentar un análisis de un adolescente es extremadamente difícil porque no está realmente anclado en ningún lugar. Se encuentra en una posición llena de tormento, y sintiendo que nadie puede ayudarlo, y que debe arreglársela solo, por ello tiende a centrar su atención en la sexualidad, buscando encontrar en el pasado una identificación con los padres originarios unidos en el sentido de su capacidad de conocer y de hacerlo todo. Cuando el adolescente tiene la sensación de que está buscando avanzar y tornarse muy potente -un individuo que conoce todo y que puede controlar al mundo adaptándolo a sí mismo-, trata de encontrar también su camino hacia atrás, hacia alguna cosa que ha abandonado durante el periodo de la latencia, en el momento de la crisis del Complejo de Edipo.

Tambien intenta encontrar su camino hacia atrás –en el contacto y en la identificación con los objetos que conocían y podían hacerlo todo-. Busca dividirse en dos partes y restablecer la diferencia entre el self adulto y el self intantil. El joven vive todo esto de manera extremadamente confusa, encuentra su camino hacia adelante actuando en el mundo externo a través de las relaciones sexuales, aprobando sus exámenes, trabajando, ganando dinero, etc.

Encuentra su camino hacia atrás soñando, interesandose por el arte y la literatura, enfrentando problemas relativos al desarrollo cultural de la comunidad, en la política; en el ideal que emerge en la adolescencia, del tipo de mundo que él querría contribuir a crear. Por todo esto, en el adolescente se encuentra este extraordinario splitting: de un lado la envidia, el egocentrismo, la ambición, la falta de piedad, que lo llevan a la independencia; del otro, el altruismo, el preocuparse por los demás, la emotividad, la sensibilidad que lo llevan hacia atrás, hacia las artes, la literatura y las relaciones intimas.

Una de las paradojas es justamente esta: el adolescente piensa que lo que lo lleva hacia adelante es en realidad regresivo, mientras que lo que le empuja hacia atrás, hasta volverse otra vez niño, es en realidad lo que le convierte en adulto. En otras palabras, se podría decir que el adolescente se encuentra en un estado de confusión y desilusión enormes con respecto a la organización del mundo que ha experimentado en su infancia.

Cree que para crecer, debe ir hacia adelante si piedad, ser hábil y tener éxito. El adolescente piensa que las sensaciones, las emociones, la fascinación de la infancia en sí misma, el apego a la belleza del mundo y su conocimiento, y el de su propia impotencia y debilidad… puede retrotraerlo a la infancia, y, en cambio lo lleva hacia delante, hacia el mundo de los adultos, mientras que la falta de piedad en realidad, le impide convertirse en un adulto.

En general llegan a tratamiento dos tipos de adolescentes:

- Los adolescentes derivados que sufren y que parecen tener miedo: probablemente estos no tienen necesidad de nuestra ayuda, porque están encontrando su camino hacia atrás. Son aquellos que, más o menos, vienen solos porque se encuentran en un estado de gran stress por agotamiento físico o porque se encuentra en un estado de ansiedad; y es maravilloso trabajar con ellos.

- El adolescente que se aisla y no percibe sus dificultades, pero que preocupa a los demás. Son generalmente enviados porque los padres o la escuela están preocupados; o los delincuentes derivados por los tribunales, etc. Con esta categoría es muy difícil trabajar.

- Habría una tercera y vasta categoría del medio, que son aquellos que en general no vemos, los que consiguen liberarse de la ansiedad el agotamiento y la pena a través del éxito. Avanzan sin piedad y que terminan viviendo como adultos, una vida que no es más que una repetición del período de latencia. Este grupo sigue su camino hacia adelante y parece fijarse, sobre los veinte años, en un tipo de organización de “latencia burguesa”: éstos se vuelven neuróticos, la neurosis irrumpe, generalmente hacia los treinta años o incluso más tarde.

¿Podría hablarnos de la desilusión que el niño tiene con respecto a sus padres cuando descubre que ellos no saben cómo hacer niños?

En la pubertad, el niño es como si descubriese que los padres tienen solo relaciones sexuales, que no sólo no saben cómo hacer niños, sino que la madre ni siquiera es capaz de arreglar la instalación eléctrica, que el padre no es capaz de hacer de lampista, que ambos son incapaces, que no saben hacer más que algunas cosas, y, más tarde, que no saben hacer un niño trozo por trozo.

¿Pueden los adolescentes también negar toda actividad sexual entre los padres, no sólo desde el punto de vista de la creatividad, sino negar que tengan realmente relaciones sexuales?

Para un adolescente es muy fácil negar las relaciones actuales de los padres, más difícil es que nieguen que los padres hayan tenido relaciones sexuales una o dos veces. Les he hablado hoy de la adolescencia desde la perspectiva particular que pone el acento sobre el problema del conocimiento, de la comprensión y, por lo tanto, de la identidad. Les he descripto cómo el niño en el período de latencia experimenta esta desilusión respecto de sus padres.

El niño llega a la conclusión de que los padres no sólo no lo saben todo, sino que apenas saben algo, y no obstante, pretenden saber con el fin de mantener un tipo aristocrático de tiranía sobre todos los niños del mundo. Entra entonces a formar parte de la comunidad de adolescentes que es fundamentalmente rebelde y que tiene el objetivo de adueñarse del poder. La manera con que busca hacerlo es tratar de tener éxito, ganar dinero, obtener poder, influencia, etc. El punto central de todo esto se relaciona con alcanzar la libertad sexual.

Deseo ahora volver atrás, al problema de la infancia y de la primera juventud, para discutir la naturaleza de esta confusión en el periodo de latencia que ha sido momentáneamente dejada de lado. Klein descubrió que para el niño pequeño, el conocimiento significa conocimiento del cuerpo de la madre. Su teoría es que la búsqueda de conocimiento del niño está conectada con fantasías de penetración en el cuerpo de la