EL CHISTE Y SU RELACION CON LO INCONSCIENTE” DE SIGMUN FREUD

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Bajo el influjo del alcohol, el adulto vuelve a convertirse en el niño a quien deparaba placer la libre disposición sobre su decurso de pensamiento, sin observancia de la compulsión lógica.

Y sólo necesitamos repetir que ese placer proviene de un ahorro de gasto psíquico, un aligeramiento de la compulsión ejercida por la crítica.

En retrospectiva sobre los tres grupos separados de técnicas del chiste, notamos que la sustitución de las asociaciones-cosa-del-mundo por las asociaciones -palabra y el empleo del contrasentido, pueden ser conjuntamente considerados como unos restablecimientos de antiguas libertades y unos aligeramientos de la compulsión que la educación intelectual impone; son unos alivios psíquicos que uno puede poner en cierta relación de oposición con el ahorro. “Alivio de gasto psíquico”, sea este preexistente, sea reclamado en el momento: he ahí, pues, los dos principios a que se reconduce toda técnica de chiste, y, por tanto, todo placer derivado de tales técnicas.

Las dos variedades de la técnica y de la ganancia de placer coinciden al menos a grandes rasgos con la división de chiste en la palabra y chiste en el pensamiento.

En el chiste obsceno, que procede de la mofa indecente, convierte al otro perturbador de la situación sexual, en un cómplice ante quien la mujer debe avergonzarse, y lo logra sobornándolo mediante la comunicación de su ganancia de placer. En el caso de la tendencia agresiva, y con este mismo recurso, transformación al oyente, que al comienzo era indiferente, en partícipe del odio o del desprecio, y así levanta contra el enemigo de opositores donde al principio sólo había uno. En el primer caso vence las inhibiciones de la vergüenza y del decoro mediante la recompensa de placer que ofrece; en el segundo, en cambio, torna a revocar el juicio crítico, que de otro modo habría sometido a examen el caso dudoso.

El sueño y el chiste mantienen una interconexión, considerando que el hombre de manera usual se encuentra negado a observar su inconsciente y los chispazos de acceso generan reacciones no esperadas, las cuales difícilmente se desean analizar y en caso de hacerlo, la búsqueda de sentido a través de la racionalización deforma el contenido.

Sabemos que en el trabajo del sueño los desplazamientos señalan la injerencia de la censura propia del pensar consciente, y, de acuerdo con ello, cuando tropecemos con el desplazamiento entre las técnicas del chiste nos inclinaremos a suponer que también en su formación desempeña algún papel un poder inhibidor.

El sueño sirve predominantemente al ahorro de displacer; el chiste, a la ganancia de placer; ahora bien, en estas dos metas coinciden todas nuestras actividades anímicas.

¿Qué es el chiste?

El chiste, es la más social de todas las operaciones anímicas que tienen por meta una ganancia de placer. Con frecuencia necesita de terceros, y demanda la participación de otro para llevar a su término los procesos anímicos por él incitados.

La propia psicogénesis nos ha enseñado que el placer del chiste proviene del juego con palabras o de la liberación de “lo sin sentido, y que el sentido del chiste sólo está destinado a proteger ese placer” para que la crítica no lo cancele.

¿Por qué nos reímos?

- El hombre es, justamente, un «incansable buscador de placer»

- Reducción del gasto psíquico

- Empleo de la perversidad del pensamiento para obtener placer

- El ser no desea analizar material inconsciente “evita el gasto psíquico”

Referencia:

- VIII. El chiste y su relación con lo inconsciente: Freud S. (1905), España (Cadíz) Alianza editorial.