EL HOMBRE EN BUSCA DE SENTIDO. Víktor Emil Frankl – psiquiatra y neurólogo

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sea individual o colectivamente, con el objetivo de hacerles comprender que la vida todavía esperaba algo de ellos. Por ejemplo a uno de sus compañeros le quedaba su hijo en el extranjero y a otro le quedaba pendiente su publicación de colección de libros que debía terminar.

El jefe del barracón en el que se encontraba Viktor E. Frankl improvisó una charla en donde habló de los compañeros que habían muerto en los últimos días, dijo que la verdadera razón de esas muertes era la pérdida de la esperanza.

De lo anterior el autor saco como conclusión que hay dos razas de hombres en el mundo: la "raza" de los hombres decentes y la raza de los indecentes, ningún grupo es de "pura raza" es por eso que veces se podía encontrar, entre los guardias, alguna persona decente.

Tercera fase: después de la liberación

Desde el punto de vista psicológico, el autor decía que lo que les sucedía a los prisioneros liberados podría denominarse "despersonalización". Todo parecía irreal, improbable, como un sueño.

Un hombre que ha vivido bajo una presión mental tan tremenda durante tanto tiempo, corre también peligro después de la liberación, si se vuelve violento justificaba su conducta en sus propias y terribles experiencias.

Los prisioneros liberados sentían amargura y desilusión de volver a su antigua vida, algunos solían amargarse preguntándose por qué habían tenido que pasar por todo aquello, otros se desilusionaban porque nadie los esperaba.

Parte segunda

Conceptos básicos de logoterapia

En esta parte el autor da una breve explicación sobre los conceptos básicos de la logoterapia

La logoterapia es un método menos retrospectivo y menos introspectivo, mira más al futuro, es decir, a los cometidos y sentidos que el paciente tiene que realizar en el futuro.

De acuerdo con la logoterapia, la primera fuerza motivante del hombre es la lucha por encontrarle un sentido a su propia vida.

El autor habla de las neurosis noógenas que nacen de los conflictos morales o, en términos más generales, de los problemas espirituales, entre los que la frustración existencial suele desempeñar una función importante, en los casos noógenos, la terapia apropiada e idónea es la logoterapia, una terapia que se atreva a penetrar en la dimensión espiritual de la existencia humana.

El autor también menciona que la logoterapia difiere del psicoanálisis en cuanto considera al hombre como un ser cuyo principal interés consiste en cumplir un sentido y realizar sus principios morales, y no en la mera gratificación y satisfacción de sus impulsos e instintos.

La logoterapia basa su técnica denominada de la "intención paradójica" en donde por una parte el miedo hace que se produzca lo que se teme y, por otra, la hiperintención estorba lo que se desea, es decir, se invita al paciente fóbico a que intente hacer precisamente aquello que teme, aunque sea sólo por un momento, es un instrumento útil en el tratamiento de las situaciones obsesivas, compulsivas y fóbicas.

Un ejemplo claro que da el autor de este método es el siguiente caso: donde un tartamudo intenta tartamudear siendo incapaz de conseguirlo. Sin darse cuenta, había practicado la intención paradójica.

Durante mucho tiempo la psiquiatría ha tratado de interpretar la mente humana como un simple mecanismo, y ahora el autor dice que eso ha llegado a su fin ya que se comienza a vislumbrar una psiquiatría