El Divorcio y sus consecuencias
Enviado por poland6525 • 6 de Enero de 2019 • 3.390 Palabras (14 Páginas) • 327 Visitas
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Según Menéndez (2010) el proceso de separación consta de tres etapas: la primera es la etapa aguda donde se da la desilusión, el desenamoramiento, la infidelidad, los desacuerdos, los conflictos y la progresiva decisión de separarse. En la etapa de transición se consuma el hecho de separarse y se comunica a los hijos, situación difícil de asimilar por los niños debido a los cambios planteados y al desconocimiento de la etapa anterior; del mismo modo, la etapa de transición está estrechamente vinculada con el conflicto, razón por la cual ningún niño aprecia la separación como una oportunidad sino como una amenaza y un fracaso en la relación de sus padres. La última etapa es el restablecimiento de la estabilidad, momento que conlleva la re-adaptación a la nueva situación; en esta fase muchos padres buscan el apoyo de los hijos, incrementando en ellos las preocupaciones y la ansiedad al sentirse en medio de las discusiones parentales, instancia en la cual muchos padres tienden a utilizar a los hijos como objeto de sus agresiones.
El principio del divorcio de los padres supone un momento difícil y angustioso. En los adultos suele producir sentimientos de fracaso, frustración y depresión; pero para los hijos es una pérdida de seguridad y de estabilidad emocional. En un primer momento, cuando se produce la separación, los niños suelen mostrarse tensos, deprimidos o rebeldes y pueden pasar por dificultades escolares y disminuir su rendimiento o tener menos amigos.
Existen variables que influyen en la adaptación del niño a esta situación y en su desarrollo posterior:
Según Amato y Keith (2001), afirman que los niños que más sufren son aquellos que se enfrentan a una separación conflictiva entre sus padres, donde el hijo se ve contrapuesto a estar en una posición central en medio del conflicto interparental, generalmente por el hecho de que el niño es el objeto de la controversia de custodia que se disputa judicialmente. Esta situación tiene un impacto traumático y estresante para el niño, lo cual puede llegar a generar problemas de salud mental e incluso alteraciones fisiológicas que desencadenan patologías como la hipertensión, enfermedades infecciosas o enfermedades coronarias (Markovitz & Matthews, 1999).
En un estudio exploratorio realizado por Pedro Bengoechea (2012) sobre los efectos del divorcio en los hijos se analizó una muestra de 905 niños de familias intactas y 536 niños de familias separadas, los niños estuvieron entre la edad de los 618 años. El estudio tuvo como conclusiones que tanto el rendimiento escolar, la conducta y los sentimientos depresivos se ven alterados en los niños afectados emocionalmente por la separación de sus padres. Además de ello, los hijos al no lograr valorar la situación de manera adecuada presentarán una tendencia a culparse a sí mismos del divorcio, por lo cual temen al abandono de los padres y tratan constantemente de reconciliarlos. Igualmente, Gould, Shafer, Fisher y Garfinkel (1998), en su estudio de autopsia psicológica en casos de suicidio de adolescentes, encontraron que las variables que influyen en la adquisición de secuelas psicopatológicas frente a la situación de divorcio son: la edad del niño en el momento de la separación, los nuevos vínculos afectivos de los padres con personas externas a la familia, la ausencia del contacto con el padre o la madre durante el proceso de separación, la calidad de la relación padres-hijos y la psicopatología parental.
Pese a todas las consecuencias descritas, la separación paterna puede producir efectos positivos hacia el futuro en los niños y de las niñas; Como ejemplo se puede citar que los estudiantes con padres no separados fortalecen el valor de la tolerancia, el mismo que es considerado por éstos como un factor importante en sus relaciones afectivas (amigos, autoridades, subordinados, figuras de poder, etc.), al tiempo que aquellos hijos de padres separados, llegan a considerar que la confianza y el respeto son valores y actitudes indispensables para mantener una buena relación con otros y consigo mismo (Agudelo, 2009).
Marco teórico
Adolescencia
Según Monton, J. y Casado, E. (2012) La adolescencia es un periodo en el desarrollo biológico, psicológico, sexual y social inmediatamente posterior a la niñez y que comienza con la pubertad. Es un periodo vital entre la pubertad y la edad adulta, su rango de duración varía según las diferentes fuentes y opiniones médicas, científicas y psicológicas, generalmente se enmarca su inicio entre los 10 y 12 años, y su finalización a los 19 o 20 años.
Existen diferentes enfoques y disciplinas que se encargan de definir este período:
Cronológicamente: De acuerdo al criterio utilizado por la Organización Mundial de la Salud, la adolescencia se la define como el lapso de tiempo que comprende aproximadamente entre los 10 y los 19 años. Este período, a su vez, puede ser subdividido en tres fases: adolescencia temprana, media y adolescencia tardía.
Sociológicamente: Es el período de transición que media entre la niñez dependiente y la edad adulta y autónoma, tanto en los aspectos económicos como sociales.
Psicológicamente: "La adolescencia es un período crucial del ciclo vital, en el cual los individuos toman una nueva dirección en su desarrollo, alcanzando su madurez sexual, se apoyan en los recursos psicológicos y sociales que obtuvieron en su crecimiento previo, recuperando para sí las funciones que les permiten elaborar su identidad y plantearse un proyecto de vida propia." (Krauskopf, 1982, Montenegro & Guajardo, 1994. Citados por Gumucio M. 2012).
Familia
La familia, según la Declaración Universal de los Derechos Humanos, es el elemento natural, universal y fundamental de la sociedad, tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado. La familia es una institución social básica y constituye un entorno eminentemente existencial, donde suelen ocurrir un gran número de experiencias que inducen vivencias intimas y esenciales derivadas de la convivencia cotidiana con la familia.
En la sociedad, es fácil definir distintos tipos de familias basándose en la presencia y el soporte que aportan los integrantes. Las Naciones Unidas (1994) define los siguientes distintos tipos de familias.
- Familia nuclear, integrada por padres e hijos.
- Familias uniparentales o monoparentales, se forman tras el fallecimiento de uno de los cónyuges, el divorcio, la separación, el abandono o la
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