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El existencialismo.

Enviado por   •  2 de Mayo de 2018  •  2.559 Palabras (11 Páginas)  •  363 Visitas

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Subjetividad

Todos los existencialistas han seguido a Kierkegaard al resaltar la importancia de la acción individual apasionada al decidir sobre la moral y la verdad. Han insistido, por tanto, en que la experiencia personal y actuar según las convicciones propias son factores esenciales para llegar a la verdad. Así, la comprensión de una situación por parte de alguien que está comprometido en esa situación es más alta que la del observador indiferente, objetivo. Este énfasis puesto en la perspectiva del agente individual ha hecho que los existencialistas sean suspicaces respecto al razonamiento sistemático. Kierkegaard, Nietzsche y otros escritores existencialistas fueron, de un modo intencionado, no sistemáticos en la exposición de sus filosofías y prefirieron expresarse mediante aforismos, diálogos, parábolas y otras formas literarias. A pesar de su posición antirracionalista de partida, no se puede decir que la mayoría de los existencialistas fueran irracionales en el sentido de negar toda validez al pensamiento racional. Han mantenido que la claridad racional es deseable allí donde sea posible, pero que las materias más importantes de la vida no son accesibles a la razón o a la ciencia. Además, han sostenido que incluso la ciencia no es tan racional como se supone. Nietzsche, por ejemplo, afirmó que la visión científica de un universo ordenado es para la mayoría una ficción práctica, una entelequia.

Elección y compromiso

Tal vez el tema más destacado en la filosofía existencialista es el de la elección. La primera característica del ser humano, según la mayoría de los existencialistas, es la libertad para elegir. Los existencialistas mantienen que los seres humanos no tienen una naturaleza inmutable, o esencia, como tienen otros animales o plantas; cada ser humano hace elecciones que conforman su propia naturaleza. Según la formulación del filósofo francés del siglo XX Jean-Paul Sartre, la existencia precede a la esencia. La elección es, por lo tanto, fundamental en la existencia humana y es ineludible; incluso la negativa a elegir implica ya una elección. La libertad de elección conlleva compromiso y responsabilidad. Los existencialistas han mantenido que, como los individuos son libres de escoger su propio camino, tienen que aceptar el riesgo y la responsabilidad de seguir su compromiso dondequiera que les lleve.

Temor y angustia

Kierkegaard mantenía que es crucial para el espíritu reconocer que uno tiene miedo no sólo de objetos específicos sino también un sentimiento de aprehensión general, que llamó temor. Lo interpretó como la forma que tenía Dios de pedir a cada individuo un compromiso para adoptar un tipo de vida personal válido. La palabra angustia posee un papel decisivo similar en el trabajo del filósofo alemán del siglo XX Martin Heidegger; la angustia lleva a la confrontación del individuo con la nada y con la imposibilidad de encontrar una justificación última para la elección que la persona tiene que hacer. En la filosofía de Sartre, la palabra náusea se utiliza para el reconocimiento que realiza el individuo de la contingencia del universo, y la palabra angustia para el reconocimiento de la libertad total de elección a la que hace frente el hombre en cada momento.

Planteamiento del existencialismo

El objeto que se propone estudiar la filosofía existencialista es la existencia de humana concreta y no la existencia universal del hombre, que había sido estudiada por la Metafísica esencialista o de las esencias. El término existencia es utilizado por los existencialistas para designar al hombre en concreto y en singular. El punto de partida para estudiar la existencia humana es la llamada “vivencia existencial”, es decir, un acto una experiencia por la cual vemos lo que es la existencia del hombre. Para Heidegger, esta evidencia es la angustia, y para Sartre es la náusea. La existencia así captada no se manifiesta como algo que es, sino como algo que se hace en el tiempo por obra de su propia libertad. Puestos a elegir entre el ser y el devenir, el existencialista se decanta por el devenir. Ha sido la corriente de pensamiento con mayor resonancia y repercusión de este siglo, y no se ha limitado a ser una filosofía, sino que también es una cultura general.

El existencialismo es un ateísmo y un nihilismo. Aquí el nihilismo es una negación de todo fundamento de sentido del mundo y del hombre. Se puede decir que es una filosofía de lo absurdo, porque desde su punto de vista, las cosas y el mundo existen sin razón. Dice que el ideal humano es una tendencia hacia lo imposible (porque no hay esencia) “el hombre es una pasión inútil”.

El ser en sí, en términos lógicos, se puede decir que es absurdo, en términos metafísicos, contingente y en términos literarios, está de sobra. Esta descripción alcanza en cierta medida al ser humano y abarca cuatro aspectos fundamentales

El cuerpo (parte material)

El pasado: porque está petrificado y es inmutable (no cambia)

La situación: es opuesta a la libertad, ya que limita las posibilidades de escoger (hay cosas que nos e pueden escoger).

La muerte: es el colmo de la absurdidad, es absurdo que hayamos nacido es lo es también que muramos.

El ser en sí y la angustia.

El ser para sí es el ser humano en cuanto tal.

El hombre es conciencia y es libertad absoluta. El hombre se hace o se escoge por la libertad, que es total e infinita. El hombre se tiene así mismo en sus manos y es su propio autor. El hombre está “condenado a ser libre”, por su misma libertad construye las situaciones en las que se encuentra y fundamenta todos los valores que escoge. Cada existente es su proyecto, es un proyecto original y fundamental, implica la elección de un conjunto de valores, pero estos valores no se imponen desde el exterior, no vienen dados, son valores porque yo los escojo. El hombre se encuentra sin apoyo posible, no tiene ningún tipo de guía ni orientación, todo depende de su elección, y elige sobre la nada, por lo que en todo momento puede elegir lo contrario, puede modificar su proyecto y contradecirse; entonces surge en el hombre la angustia. La mayor parte de los hombres huyen de su angustia, pero esa misma es una manera de tener conciencia de ella. El que huye de la angustia, cae en la mala fe, que es una paradoja que consiste en rechazar la angustia y negar la libertad,

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