El valor de Educar- Ensayo
Enviado por Rimma • 30 de Agosto de 2017 • 3.043 Palabras (13 Páginas) • 638 Visitas
...
3.-El eclipse de la familia.
Se dice que el aprendizaje familiar usa un modo muy efectivo de coerción, a saber, la amenaza de perder el cariño de los seres más importantes para nosotros. Citando a Goethe, se dice que da más fuerza saberse amado que saberse fuerte. Uno de los modos que utiliza la familia para la educación es el ejemplo. Por ello, lo que se aprende en la familia es bastante fuerte y da como resultado los principios morales estimables. Sin embargo, ahora pareciera que la familia está dejando esta tarea a la escuela. Parte de la explicación es que ahora en los hogares hay menos mujeres y ancianos que se encarguen de los niños, cuando antes era la costumbre. También se encuentra otra explicación en que estamos ante una cultura de lo joven, un fanatismo por lo juvenil, en donde ser viejo o parecerlo es casi una obscenidad. Por ello, aquellos que ya entran en la clasificación se apuran a rechazarla y a veces, esto resulta en un rechazo de conductas maduras, necesarias para la educación adecuada en los jóvenes, al menos en la familia. Tal pareciera que la familia se niega a asumir autoridad sobre los más jóvenes, cuando en realidad es una de sus tareas, incluyendo el hecho de enseñarles a ser adultos, no seguir siendo niños. Asimismo, la educación tiene la aspiración de que el individuo llegue a respetar con interés vital lo que aprendió de por coerción, o por temor. Llegar a este punto significa aprender a liberarse. Sin embargo, citando a Bruno Bettel, el miedo puede ser una forma de educar bastante efectiva, usado en cierta medida. No significa ello promover la educación en un temor autoritario. Cuando una persona logra ir más allá de este tipo de educación es un logro bastante grande, aunque el extremo en la familia de educar sin control o autoridad no ayuda a las personas a desarrollarse en una libertad responsable. Siendo así, la familia tiende a estar eclipsada en su función formativa y dentro de ésta, la figura del padre es la más eclipsada. Esto ha sido así, por variados factores, y en algunos países por el incremento de la protección social a madres solteras o divorciadas. Esto ha llevado a la decadencia de la figura de la autoridad y por tanto, al fracaso de la familia en formar como adultos a los más jóvenes. El ideal es que un padre no renuncie a serlo, pero a la vez que aprenda a cómo maternizarse. Otro aspecto a resaltar en esta decadencia de la función educativa de la familia es el auge de la televisión. Ésta ha dejado por lado las anteriores fuentes de información, que eran los libros y las lecciones orales de padres y maestros. En cierto modo, la infancia transcurría ignorando varios aspectos, o se manejaban fábulas sobre temas de la vida. La televisión viene a romper con todo esto, contando todo y a veces de la forma más literal o inadecuada posible.
4.- La disciplina de la libertad.
En cuanto al aprendizaje, en realidad ningún niño quiere aprender aquello que le lleva trabajo, o que le quita tiempo para el juego. Es la idea de que educamos a los niños por su propio bien, aunque en realidad lo que pretendemos es preservar nuestra cultura. La sociedad lo que busca en preparar humanos y la aspiración debiera ser formar individuos libres. Esto, en principio, significa liberarse de la ignorancia y la forma es educar al neófito, incluyendo a los niños, quienes no saben lo que ignoran. Citando a Oliver Reboul se dice que educar es liberar en cada persona lo que le impide ser ella misma, incluyendo liberar su “genio” y lograr que con autonomía adquiera las virtudes sociales y la disciplina intelectual que le serán tan útiles. Es así que la maduración psicológica incluye el adiestramiento y, o la eliminación de ciertas conductas; aunque la mejor educación debe lograr potenciar el mayor número de virtuales que puedan coexistir. Por lo anterior, ningún aprendizaje puede realizarse sin algo de disciplina, por lo que el neófito debe prestar atención a aquel que le enseña, que es quien sabe. Todo este proceso apunta a que la persona sea productiva socialmente; proceso que en el pensamiento de Platón y Montaigne puede realizarse por medio de la enseñanza en el juego. Con todo, muchos de los contenidos no pueden ser aprendidos de esta forma, dado también que el propósito de la educación es lograr que una persona sea adulta, que deje de comportarse como niño. Debemos recordar que los niños vienen a un mundo que no está específicamente diseñado para ellos y que deben asumir cierta cultura; cultura que les es enseñada por adultos, sin lo cual podrían llegar a deformarse. El papel del maestro en todo esto es vital, y éste debe recordar que trata con personas que no son sus iguales y que no son, tampoco, una minoría a la cual se explota. Esto es visualizado por algunos métodos educativos modernos, pero no es realidad; aún más, son los mismos adultos los que llevan a los niños a sublevarse contra sus maestros. Estos aspectos pueden incluye procurar la violencia en los jóvenes; tras lo cual no debe olvidarse que una de las tareas de la educación es humanizar a las personas, sin llegar a extremos de permisividad ni de cuarte militar. Los maestros deben recordar que deben ejercer su autoridad, sin el sometimiento ciego de los más jóvenes, sino procurar llevar los conflictos de una forma civilizada. No deben temerlos, sino afrontarlos.
5.- ¿Hacia una humanidad sin humanoides?
En los planes educativos actuales se está tendiendo a eliminar el estudio de las humanidades y esto, para favorecer los conocimientos científicos o técnicos que se suponen son más útiles de forma inmediata. Sin embargo, no debe olvidarse que el estudio de las humanidades pretende favorecer la capacidad de análisis, la curiosidad, el sentido de razonamiento y la sensibilidad para apreciar las esferas del espíritu. Muchos maestros enseñan asignaturas para las cuales no están preparados, ni existían en sus tiempos de preparación, llevando esto a una educación ineficaz, que pretende exaltar el conocimiento propio, antes que el bien del alumno. Algunos maestros, incluso, enseñan con pedantería sus cursos, lo cual no genera aprendizaje, pues la humildad del maestro debe llevarlo a renunciar a esa creencia de que está muy arriba de sus alumnos. Otro aspecto importante en este tema es el uso de la memorización en la educación. Contrario a lo que dicen muchas teorías modernas, debemos recordar que no hay adiestramiento sin memoria, como tampoco inteligencia. El profesor debe procurar cultivar intelectualmente a sus alumnos. Y, volviendo al tema de las humanidades, debemos concluir que es necesaria una formación intelectual de la persona, sin restringir sus urgencias laborales de conocimiento. Debemos
...