Formación de dirigentes para el cambio

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La administración actual está centrada en el predominio del factor capital y en el enriquecimiento individual, predominan los aspectos cuantitativos y el cálculo económico. Todo esto debido a que la administración es vista como el arte de hacer dinero, de hacer el capital como el factor más importante y único a considerar, esta inaceptable enseñanza está formando líderes en administración desconectados de la realidad. El papel de los administradores actuales está centrado en los intereses del capital y del trabajo y no en la toma de decisiones conjuntas porque se da demasiada importancia al cálculo y a la matematización y surge una creencia de que es el mejor método para resolver problemas, pero no es así, esta es una creencia errónea que muchos dirigentes de la administración tienen. Se debería implementar en las escuelas de administración cursos de humanidades que implementen la cultura general y la sensibilidad de los futuros administradores para ampliar conocimientos más diversificados sobre el ser humano y dejar de considerar este como un recurso sino como la parte más esencial e importante en una organización. Cuando una empresa comete errores o presenta dificultades a causa de una mala gestión, culpan a los empleados como ineficientes sin observar bien que el problema puede venir desde los más altos dirigentes de la organización. Como dice Fayol, los dirigentes son los primeros que deben dar el ejemplo y sancionarse ellos mismos cuando tomen una decisión incorrecta que afecte la empresa. Los contenidos que se deben enseñar en las escuelas de administración deben ser al servicio de un objeto social, de una visión colectiva y comunitaria, y ser compatible con un proyecto social. Los estudiantes están muy poco comprometidos y esto implica una lectura fácil y superficial de las cosas; por esta razón se debe implementar la actividad de investigación a fondo de obras y textos completos y no simplemente extractos y casos de anécdotas, además, se puede enviar a los estudiantes a hacer trabajos de campo tanto al lado del obrero como del sindicato, con el cliente, el ecologista etc.; para enriquecer el aprendizaje y desarrollar la sensibilidad y cultura general a través de la percepción de situaciones en su conjunto. La educación en administración debe integrarse en el futuro a un proyecto social más amplio, más colectivo, a una mayor equidad social y no tender exclusivamente al aumento indefinido de la rentabilidad.

En conclusión se debe despertar personas creativas, emprendedoras, productoras de calidad y respetuosas con el medio ambiente, donde además, deben integrar su cultura general tanto en el terreno de la gestión como en el terreno de las ciencias humanas.