Historia sobre el termino Histeria en piscologia

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Este fantasma fundador de la histeria está estrechamente ligada a la castración, castración del Otro (madre) y su correspondiente angustia, que se permitirá la erotización de todo el cuerpo, pero presentando algún tipo de inhibición en la zona genital; las consecuencias son los sufrimientos somáticos, la insatisfacción sexual y el sufrimiento generado por el deseo de insatisfacción.

Al respecto Freud dirá: “Los síntomas representan la actividad sexual de los enfermos”.

Esto quiere decir que este fantasma inconsciente produce en la histeria un desorden general de la sexualidad y es aquí donde se presenta lo paradojal, debido a la extrema erotización de su cuerpo acompañada por la inhibición del acto sexual. No existe indiferencia hacia la sexualidad, sino repulsión o asco. Dice Freud: “No vacilo en considerar histérica a toda persona a quien produce asco cualquier ocasión de excitación sexual, manifieste o no esta persona síntomas somáticos”.

El histérico tiene miedo y tiene miedo de vivir la satisfacción de un goce, por eso se resguarda en la insatisfacción.

Esta repulsa no se manifestará en forma consciente, sino que la podemos encontrar en trastornos como la impotencia, la eyaculación precoz, vaginismo o la frigidez, cuando forman parte de las manifestaciones sexuales histéricas. Estarán referidas a la angustia de penetrar a una mujer o a la angustia de dejarse penetrar, por parte de la mujer.

En la actualidad ya no son tan frecuentes los cuadros histéricos, y muchos casos de presuntas posesiones diabólicas o de fenómenos de aparición paranormal, son en realidad cuadros de histeria. Es curioso como desde las primeras civilizaciones los síntomas que las mujeres presentaban en aquellos tiempos se atribuían a la histeria y como por consiguiente se le atribuyo al hecho de que era por la falta de sexo, años más tarde varios autores afirmarían esa teoría y otros tantos dirán que no necesariamente la histeria tiene algún contenido sexual.

Otros términos que se han atribuido por todos estos estudios es la llamada histeria sexual ya que aparte de su origen ya bien sabido, su síntoma de contorsiones similares a las de cuando se está teniendo un orgasmo alude al acto sexual, también Freud nos dice que la histérica se crea un deseo insatisfecho.

La falta en tanto constitutiva del deseo está articulada a través de una demanda con el otro, definido como lugar simbólico del lenguaje. El deseo de la histérica revela la naturaleza general del deseo de ser deseo del otro. Recordemos que Freud es el primero en plantear la histeria como concepto teórico. Ya que en tiempos remotos Thomas Syndeham dice: Todo en la histérica es irregular, pone de rodillas el saber médico.

La histérica apunta a señalar una vida sexual insatisfecha, Kahim Papyrus señala a las histéricas como a animales deseos, que se irritan y enfurecen. Es algo que está escondido y no se ve.

Hipócrates por su parte sólo menciona que se debe a movimientos del útero que son como marcas demoniacas en el cuerpo, manifestadas como convulsiones.

La mujer en el siglo XVIII y XIX era conectada a lo demoniaco ya lo más familiar: y lo más familiar es la mujer. Si bien Freud con todas sus investigaciones acerca de la histeria dejo en claro que el contenido sexual hace referencia a situaciones vividas que se quedan en el inconsciente y que de alguna manera estas le aquejan al manifestarse de manera poco consiente en su cuerpo y es aquí cuando surgen todos estos síntomas.

Concluyo con lo siguiente: Freud nos dice “si por una parte reconocemos ciertos indicios de retorno constante (p, ej., Que el estado histérico seria el efecto retardado (nashwirkkung), de la larga permanencia, de la emoción que una vez sobrevino)”.

Esto quiere decir que un suceso de tipo sexual, cuyo traumatismo ocurre en el momento del recuerdo y no del suceso mismo. Es por ello que la mayoría de los pacientes histéricos acudieron con Freud cuando su trauma pasó del inconsciente al consiente y le vino el recuerdo.

Bibliografía

Freud, S. (1976) "La etiología de la histeria", en Obras Completas, T III, Buenos Aires. Amorroutu.

Freud, S. (1979), "Apreciaciones generales sobre el ataque histérico (1909), en Obras completas, Buenos Aires, Amorrortu, Tomo IX.

Freud, S. (1995) Estudios sobre la histeria en obras completas. Vol.2; Buenos Aires, Amorroutu (Orig.1895).