LA MUERTE UN AMANECER

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Además nos da temas para analizar, el sufrimiento es uno de ellos, ya que nos dice que es una oportunidad de crecimiento, ya el que vive este sufrimiento llega a hablar de sus arrepentimientos, de sus molestias antes de morir, cuando ellos piensan que ya es demasiado tarde.

Kübler-Ross nos habla de cómo las personas que pierden la vida tienen algo en común, eso es que aquellas personas que abandonaron el cuerpo físico con toda conciencia, explica que este nuevo estado de conciencia se continua experimentando, viendo, oyendo, comprendiendo, riendo y tiene la posibilidad de continuar creciendo, que lo único que perdemos es el cuerpo ya que después de la muerte ya no lo necesitamos.

Así mismo, Kübler-Ross refiere que después de haber vivido una experiencia como lo es el umbral de la muerte ninguno de sus pacientes ha tenido miedo a la muerte, ya que han contado que sienten paz, calma y tienen la certeza de percibir lo que sucedido sin que sean percibidos.

Kübler-Ross nos da a entender porque muchas personas que están al borde de la muerte prefieren morir, quiero imaginar que si encontrara un lugar donde todo es bello, maravilloso y perfecto, no dudaría yo en querer regresar; también nos refiere que siempre tenemos quien esté con nosotros en ese momentos te transformación, ya que contamos con guía espirituales, con nuestros ángeles de la guarda o nuestros seres queridos que perecieron antes que nosotros.

Algo de lo que quede asombrada fue cuando menciona Kübler-Ross que la señora Schwarz se le apareció, para hacerle saber que no tenía que abandonar el trabajo de investigación sobre el morir y la muerte, y es cuando se da cuenta que su verdadera misión seria hacer conocer a los hombres que la muerte no existe, que es la única manera de no volver a tener miedo, que todo lo que nos pasa es para poder tener algo mejor.

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LA VIDA, LA MUERTE, Y LA VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE

Kübler-Ross en este capítulo nos habla acerca de la gente antes tenía un acercamiento más profundo con la muerte, que creía en el cielo y de que existía vida después de la muerte. También nos menciona que el cuerpo físico es algo material, que solo lo podemos tener como propiedad hasta el momento de la transición entre la vida y la muerte.

Además nos señala que muchas personas que viven este trayecto de la vida y la muerte suelen alucinar, comienzan a repetir palabras de sus familiares ya fallecidos; también señala que los enfermos difíciles y rebeldes tenían calma antes de la muerte, y que después de que fallecían se desprendía de ellos una paz, equilibrio y se presenciaba una expresión solemne de júbilo

Menciona que después de haber analizado los casos de personas que habían tenido una muerte aparente o del umbral de la muerte, habían vivido un desprendimiento del cuerpo físico, y que se daba a conocer el verdadero yo inmortal el cual es llamado también alma o entidad; refiere que las personas que vivieron esto relataron que podían ver su propia muerte, podían escuchar, ver y conocer los sentimientos de las personas a su alrededor, en ese momento cuando ellos se percataban de lo que sucedía, como cuando una persona perdía una pierna en un accidente automovilístico, su alma siempre estaba integra.

Por tal motivo se daba por entendido el porqué de muchos de los pacientes con los que trabajo no mostraban alegría ante el hecho de que habían sido reanimados, ellos preferían dejar el cuerpo que ha vivido con dolor, sufrimiento y enfermedad.

Me parece interesante el hecho que menciona Kübler-Ross sobre como algunas personas pueden ir y venir de la vida a la muerte, ya que muchas veces ellos no quieren ver sufrir a sus familiares, ya que piensan que si realmente se van a vivir su nueva vida sus familiares se culparan por lo sucedido. Otro punto importante es que muchas personas que regresan después de la muerte se han encontrado con sus familiares que recién acaban de morir, lo mencionan sin que se les haya informado.

Kübler-Ross nos proporciona información importante para conocer y para poder llegar a aceptar nuestro cuerpo físico debemos conocer nuestro yo verdadero, y este yo verdadero está compuesto por cuatro cuadrantes que son el físico, emocional, intelectual y espiritual.

BIBLIOGRAFÍA

Kübler-Ross, E. (1989). LA MUERTE: UN AMANECER. Barcelona: Ediciones Luciérnaga.