La locura lo cura
Enviado por Mikki • 28 de Octubre de 2018 • 1.667 Palabras (7 Páginas) • 820 Visitas
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Una de las cosas que hace preguntarme el libro es sobre los métodos, recursos técnicos y sin fin de nombres para justificar de una manera lo que se hace, tomemos de ejemplo al gran maestro Guillermo Borja, que no puedo mencionar más lo que vi en unos videos, pero las técnicas, y métodos que el utilizaba no eran para nada aceptados para todos, solo unos pocos podría tener sesiones con él, y bueno termino en un reclusorio por el resto de sus días, ahí dentro fue capaz de compartir las grandes técnicas que lo caracterizaban y que hoy en día para mí lo tienen en posición de un maestro único y extravagante. No cualquiera podría hacer las cosas que él hizo, relatos existen muchos, testimonios de como se le ocurría tan método para tal paciente que eran muy descabellados y que al final terminaban siendo efectivos según los mismos pacientes. Como nos mencionaron un día, creo que si hoy en día alguien intentara realizar algo de lo que él hizo dentro del reclusorio, y fuera de este, seria rápidamente vapuleado por las personas, y digamos que hoy en día las personas se ofenden con cualquier cosa, agregándolo lo rápido que es la propagación de videos de indignación, pues bueno, nos deja con la cuestión de que no cualquiera puede intentar realizar algo así de fuerte.
Pero lo que el libro me enseña no se ha confrontar a los pacientes a tal punto de que se terminen estrangulando unos a otros, que yo estoy totalmente consciente que algo muy bueno había detrás de eso, por qué insisto, no cualquiera puede, tiene y sabe hacer las cosas como Guillermo Borja, quien si fue o no un maestro con locura, lo que importa al final de todo lo que leí del libro, es ser auténticos, y si tienes una corazonada que se justifique con todos lo teórico, y técnico del terapeuta podrías realizar algo que ayudaría bastante o no al paciente. Sin temer y sin titubear, seguros de unos mismo hay que saber distinguir la línea de lo legal, lo permitido y lo justificable para el propio paciente y terapeuta, no olvidemos algo importante, estas palabras que derivan de las palabras de Claudio Naranjo, que a su vez derivan de las sesiones y enseñanzas de Guillermo Borja dentro del reclusorio tienen todo lo Gestáltico detrás, todo lo humano, el aquí y el ahora, por eso es importante saber cómo el paciente esta y en qué circunstancias se encuentra para la realización de cualquier cosa que uno sienta como terapeuta que se debe hacer para la ayuda del paciente, hay que tener cuidado y hago especial énfasis en esto por mi miedo que hay detrás de causar sufrimiento en los pacientes que no vaya a mejorar en algo.
Si bien uno tiene que estar muy loco para atreverse a dar terapia, porque locos todos, pero pocos los que se atrevan a mostrar su locura frente a la de otro en un momento de vulnerabilidad, mencionaba un poco de mis pensamientos al comienzo, y me atrevo a decir que si estoy loco, y bastante, independiente mente si deje la terapia con cada uno de los terapeutas que he tenido la oportunidad de visitar, dejando de lado eso, sigo preguntándome si la psicología es para mí, un pregunta que es genérica, pero que espero me lleve a la resolución de ese dilema pronto, porque no quiero estancarme en algún trabajo que no haga participe a los conocimientos que adquirí en la carrea, y hablo más de los técnico, porque la manera de pensar, ver las cosas y esperar del mundo si será de gran ayuda. Y agradezco a los maestros que más que darnos clases, que se agradece mucho el que compartan, se atrevieron a hablarnos con la verdad y aparte de formarnos como terapeutas éticos, que no ignoren lo que sientas, también nos orienten a ser personas se bien y de ayuda, al vivir el aquí y el ahora, en especial a un maestro que me quede con muchas ganas de seguir en el proceso en el que estaba y que seguramente estará leyendo esto, muchas gracias Máximo Santana, al final de todo y quitando los tintes de dudas existenciales, termino mi carrera después de todo, con una figura que me apoyo en esos momentos frágiles.
El terapeuta deberá siempre creer en sí mismo y no dudar de aquello que aprendido, sin dejar de lado que el miedo y el temor estarán siempre presentes en lo que cuidado se trata, hay que saber decir que no, pero también a entrarle cuando hay que entrarle.
Bibliografía
Borja, G., & Naranjo, C. (1998). La locura lo cura: un manifiesto psicoterapéutico. Cuatro Vientos.
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