La nueva Confidencialidad en el psicólogo

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de un proceso de evaluación/intervención psicológica. (2)

Cuando evaluamos dicho informe debemos tomar en cuenta lo siguiente:

1. Poseer la cualificación adecuada. Esto se refiere a que debe realizarse con una persona competente, es decir, un licenciado en psicología, con la formación adecuada. Aquí es importante que el psicólogo considere su nivel de competencia profesional y sus limitaciones respecto a la elaboración e información que debe suministrar.

2. Respetar la dignidad, libertad, autonomía e intimidad del cliente. Tomar importancia de la información que se puede solicitar al cliente y qué tipo de información si puede ser rebelada, tomando en cuenta que solo la información que sea estrictamente necesaria debe ser plasmada.

3. Respetar y cumplir el derecho y el deber de informar al cliente. El cliente tiene derecho a conocer el tratamiento, este debe ser explicado de acuerdo a su nivel de comprensión; así como tomar en cuenta que el paciente en cualquier momento puede tener acceso a su información clínica o bien a no querer conocerla, si este decide conocerla debe ser basada en las hipótesis y justificaciones de lo que se está dando a conocer.

4. Organizar los contenidos del informe. Que se encuentre estructurado de manera lógica y adecuada para los fines que se deberá utilizar, incluyendo pruebas utilizadas, procedimientos y conclusiones.

5. Describir los instrumentos empleados y facilitar la comprensión de los datos. Ya que siempre deben utilizarse instrumentos validos y confiables.

6. Incluir el proceso de evaluación, las hipótesis formuladas y justificar las conclusiones. Las conclusiones que se realizan deben estar justificadas con las demandas del cliente, incluyendo obviamente la valoración clínica del psicólogo.

7. Cuidar el estilo. Se refiere simplemente a la redacción del informe, cuidando los términos que s utilizan, los cuales no lleven a tener algún prejuicio sobre el cliente.

8. Mantener la confidencialidad y el secreto profesional. Que implica que solo podrá ser eximido por el cliente, representante legal o por requerimiento judicial.

9. Solicitar el consentimiento informado.

10. Poseer los documentos. El sector salud se ve en la obligación de preservar información con un mínimo de 5 años a partir de la fecha de alta, convirtiéndose en responsabilidad del profesional cualquier mal uso de estos. (2)

Esta información lleva a cuestionarse de que manera uno debe trabajar con su cliente, y que tan dispuesto nos encontramos como profesionales a asumir responsabilidad que lleva nuestra labor, por eso es importante que siempre se le informe a los usuarios que atendemos y desde el inicio de la relación terapéutica, los limites que se establecen de acuerdo a ciertas leyes que nos rigen, de qué manera y ante que circunstancia podrían verse violada su confidencialidad, también de gran importancia el conocimiento de un consentimiento informado, ya sea este escrito o verbal. (3)

Considero que es importante no confundir que algunas situaciones “justifican” el romper la confidencialidad, ya que podrían deberse a labor científica, esto es cuando le comentas a un colega o asesor para mejorar nuestro conocimientos y nuestras técnicas, ya sea para trabajarlo con el usuario actual, o bien con alguno futuro; o bien tener la confianza de compartir con alguien profesional cuando consideras que una situación compromete el bienestar de una persona.

Es importante que cuando vamos a tomar la decisión de informar sobre alguna situación que implica confidencialidad, tomemos en cuenta las circunstancias, y haciéndolo de manera prudente, haciendo así un balance de la magnitud del daño que se puede producir; creo que cuando se presenta un situación que lleva a presentarse dicho enigma (como abusos, vida en peligro, contagio de enfermedades, etc.), más que meternos en la conflictiva de si debe ser informado o no, porque como sabemos hay leyes que nos amparan, nos metemos más en la conflictiva de a quien precisamente deben ser informados dichos conocimientos.

Bibliografía:

1. Sánchez C. Dilemas éticos relacionados con la confidencialidad. Revista Información psicológica. 2007; (90): 12-16

2. Pérez E., Muñoz M., Ausin B. Diez claves para la elaboración de informes psicológicos clínicos. Revista Papeles del psicólogo. 2003; 24(86): 48-51, 54, 55

3. Gamba Janota M, Hernández Meléndrez E, Bayarre Vea H, Rojo Pérez N. Problemas éticos y psicológicos de la atención a personas viviendo con VIH. Revista Cubana de Salud Pública. 2007; 33(2):3,4, 10.