NO LOGO: EL PODER DE LAS MARCAS

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Es debido estas grandes fusiones entre empresas, que los corporativos tienen la capacidad de promover sus ofertas, dejándonos a los consumidores sin opción alguna, ya que el objetivo después de la fusión es buscar medios para ser más autosuficientes por múltiples promociones coordinadas desde el interior, o sea por medio de la sinergia.

Todo lo que las grandes empresas prometían se desvanece con el poder que adoptan las fusiones, las franquicias, las sinergias y la censura que practican las grandes compañías. Lo que nos lleva a los consumidores a enfrentarnos a un insoportable e incesante bombardeo por parte de la mayoría de las marcas, de la clonación constante de los productos y como consecuencia: la guerra de precios de distribuidores que adquieren productos en un país que puede ofrecer el mejor precio para después revenderlos en el mercado minorista de muy diversas naciones, el control de los espacios en los anaqueles de las tiendas, en los que alrededor de tiendas grandes se establece un gran numero de tiendas de especialidades (generalmente se trata de franquicias) que le impiden la participación a cualquier empresario independiente pequeño.

En la siguiente parte del libro nos habla de la tendencia del mercado laboral, el cómo la globalización económica permite a las grandes multinacionales desplazar toda su labor productiva a los países más pobres, para así poder abaratar costo de mano de obra, se expone lo que podríamos denominar como: una cortina de humo que utilizan las empresas para enmascarar algunos actos o algunas consecuencias de su gran codicia permitiendo de este modo que muchas personas en las grandes zonas de libre comercio y las zonas de procesamiento de exportaciones (ZPE) (en México las conocemos como maquiladoras) vivan y trabajen en condiciones precarias de esclavitud moderna que caen en lo inhumano, en estos lugares es donde se fabrican los artículos, las fábricas son apenas cobertizos malolientes, con poca ventilación e inseguros. donde no se pagan gravámenes de importación y exportación, y a menudo tampoco por los ingresos ni la propiedad, la gestión del personal es de tipo militar, la arbitrariedad habitual, los salarios por debajo del nivel de supervivencia y las condiciones de trabajo: paupérrimas y por si fuera poco hay explotación de menores, represión constante de las reivindicaciones laborales y alta tolerancia fiscal para los fabricantes. Estas zonas surgieron del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas en 1964 con el fin de promocionar el comercio con los países en vías de desarrollo. Un acto con pinta de bondadoso que resulto contraproducente en el cual ahora se encuentran millones de personas trabajando en jornadas de más de 14 horas. Estas empresas se preocupan mucho más por las necesidades de sus marcas que por las de los obreros que elaboran sus productos.

En la ultima parte del libro la autora nos expone los grandes movimientos y las grandes protestas en contra de lo que hay detrás de estas grandes marcas y que la mayoría de nosotros decidimos no ver o simplemente somos ignorantes de su existencia pero que sin embargo cada día se suman mas y mas personas a estos movimientos y protestas sobre la antiglobalización, personas que van desde estudiantes, ecologistas, protectores de animales, etc. Todos estos activistas tienen un fin común: tratar de detener y dar a conocer lo que estas marcas gigantes han causado, en como han herido al planeta, a los seres vivos (animales, humanos) y el como nosotros mismos lo hemos permitido.

No hay todavía un futuro positivo o prometedor a la reacción contra el poder de las marcas, de las grandes trasnacionales, esto es debido a que nosotros los consumidores no hemos podido o querido vincular esta capacidad invasora de las marcas con los problemas económicos, sociales, ambientales y laborales a los que nos enfrentamos diariamente.