Lo primero que percibo en mí, yendo al consultorio a esperar a mi consultante es cierta tensión o mejor definido, expectativa y nervios.

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Como positivo, siento que logré estar presente, y que hubo un clima de confianza, calidez y seguridad.

Recuerdo haber tenido la certeza de pensar por algunos segundos, qué me está diciendo. Pero para no perderme y poder seguirla, no me quedé en eso. Intenté ser lo más espontanea posible .Tengo que separar mi angustia, mi historia para no apegarme. Más adelante averiguar que parte mía se fue de viaje con lo que me contaba Agustina, aunque sospecho por dónde puede venir.

Por experiencia propia sé que no se siente acompañado, ayudado, contenido el otro, si mi angustia pasa a primer plano. Es dejarlo solo, no tener con que acompañarlo si me ocupo de mí en ese momento.

Lo que espero de mi es hacerle sentir a la otra persona que estoy ahí que ese momento es único, es su momento, su espacio. Conmigo ahí, pero sin dejar de ser la que acompaña.

Valide su experiencia y la escucha atenta, pero con algunas intervenciones que no aportaron, además de no centrarme en ella, fui guiando yo el camino con preguntas más bien cerradas. Intenté no pronunciar juicios de valor.

Al terminar el encuentro, le agradecí su confianza en mí, en compartir su tiempo conmigo. Me sentí emocionada por el tiempo que compartimos, me noté entusiasmada, motivada por aprender y tener ese espacio de práctica.

En los días que siguieron, me encontré pensando en todo y en que me quedé pegada a su historia, me quedé pensando en la importancia de un espacio de escucha donde tener la posibilidad de expresar experiencias de vida, autenticas, genuinas, dolorosas. Lo que nos pasa.

También me siento agradecida por lo que aquí surge .Significa para mi un poco menos de soledad e incertidumbre. No quiero ponerme teórica, sin embargo todos los conceptos que venimos viendo y en los cuales no había pensado hasta ahora me trajeron compañía .Todo lo que significa el proceso de acompañar desde el enfoque .La humildad que se necesita también se hace presente en mi.

Solo agregaría la importancia que le quiero dar a tener siempre presente que mientras acompañamos debemos diferenciar nuestro bagaje interno, nuestras vivencias, nuestras sensaciones de las de la persona a la que estamos escuchando. Sumergirnos en su marco de referencia. Día a día en proceso lo estoy trabajando, y seguiré haciéndolo.

Finalmente quiero agradecerles por ayudarnos a crecer y a conectarnos con nosotros mismos de esta manera tan especial y tan genuina. Llena de respeto y validación. Gracias

Deborah Sampayo