Lo que los niños necesitas para ser felices

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Luisa como siempre tan buena no podía dejar de pensar en cómo utilizar ese talento para ayudar a mejorar a Sergio y así controlar su hiperactividad pero sabía con suma seguridad que no podía entrar nunca más a su casa y para suerte ella sabía del tema pues Daniela, su sobrina, había pasado por lo mismo. Y pensó si Daniela habla con sus padres tal vez cambien de opinión y ayuden de corazón a su hijo sin importar lo que los demás digan al respecto.

En la escuela Luisa emocionada por contarle al profesor de educación física la fabulosa capacidad de Sergio para jugar futbol se dirige corriendo donde Jorge y este al escuchar solo Sergio le dijo a la maestra: él no es más que una cosa en forma de humano, un problema, no le haga caso. La instructora solo vio como una lagrima cayo por su delicada mejilla hasta el piso, se armó de valor y le respondió diciendo: a veces el problema es que tu corazón no quiere admitir lo que tu mente ya sabe y eso es reconocer que Sergio es igual que usted. Y se retira.

El profesor Jorge se puso tan molesto por haberlo comparado con Sergio que desde ese día juro hacerla la vida imposible cueste lo que le cueste. Toco la misma sirena de siempre pero ahora la clase que tanto temía Sergio seria la peor de su vida, Jorge lo comenzó a apodar escordio de la vida, fue tan terrible esa clase que Sergio término desmayándose.

La maestra al escuchar un grito deja todo y corre, tomó a Sergio en sus brazos y sin esperar un segundo lo llevo a la enfermería, después de unas horas se recupera a pesar de las circunstancias debía aprovechar esa oportunidad para hacerles ver la ayuda que necesita su hijo pero solo dijeron un desmayo a cualquiera.

Luisa después de luchar en el tribunal logra que el profesor page por el mal que hizo, cuando estaba en clase recibe al fin la llamada que tanto esperaba y se expresó así misma hora si podrán hablar con Daniela y se darán cuenta de todo, ¡al fin! Pero para mala suerte si eran sus padres, pero para decirles que se iban al extranjero y que lo regalaban como si fuese cualquier cosa, y pensar que existen padres así.

Así que al parecer tenía un nuevo hijo Sergio, Luisa tuvo que luchar demasiado tiempo para obtener la custodia pero todo valió la pena y lo volvería a hacer, si fuera necesario dijo y ahí todo comenzó las terapias, su sobrina Daniela la ayudaba, finalmente dialogó con un psicólogo, ayuda profesional y lo inscribió en academias de futbol. Entreno cerca de diez años. Gracias a la tenacidad de Sergio, su deseo de superación, su empuje arrollador, que lo impulso a realizar esfuerzos mayúsculos, colaborando en su propia recuperación pudo tener fuerza de carácter, alegría de vivir, y sobretodo fe en el futuro y confianza en si mismo.

Ahora que Sergio tiene veintitrés años de edad se convirtió en un extraordinario jugador de futbol o como dirían los paparazzi es el famoso Sergio Agüero, el jugador que necesito solo amor para cambiar la historia de la humanidad o como él dice siempre: todas las personas con discapacidad merecemos el derecho de poseer una educación regular y que posibilite que todos los niños , niñas y adolescentes independientemente de sus condiciones o diferencias personales, aprendan juntos en un mismo salón de clases , en situaciones favorables con calidad , calidez y respeto para lograr ciudadanos integros en nuestro contexto social.