Los vínculos sociales en la construcción de la identidad adolescente.
Enviado por Jerry • 26 de Febrero de 2018 • 2.847 Palabras (12 Páginas) • 510 Visitas
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Se observa que los diferentes tipos de disciplina parental se relacionan con la probabilidad de aceptación, por parte de los hijos, de los padres democráticos; el rechazo de los padres autoritarios y los excesivamente permisivos, ya que los adolescentes lo interpretan como desinterés de los padres hacia ellos.
Tipos de disciplina paternal y su influencia en la adolescencia
PADRES DEMOCRÁTICOS: Los adolescentes con conductas más autónomas e independientes, proceden de familias con padres democráticos o igualitarios que favorecen la adquisición de la autonomía personal, que ofrecen un gran calor emocional, una comunicación abierta, una disciplina dialogante y razonada, una tolerancia y flexibilidad adecuadas, y unas exigencias de madurez acordes con la edad de su hijo. Este tipo de disciplina favorece y potencia el desarrollo integral del adolescente, además de una mayor adaptación y madurez del joven, e incluso con resultados académicos positivos.
PADRES AUTORITARIOS: Son aquellos padres que no favorecen el diálogo y la comprensión, que no demuestran afecto a sus hijos, que ejercen un fuerte control sobre ellos y exigen demasiado a los adolescentes. Estos padres se convierten en padres autoritarios al no permitir que se discuta su autoridad y su poder sobre los hijos. Estos padres no exigen de sus hijos superaciones personales, y este tipo de disciplina da lugar a que aparezca: la incomprensión, falta de comunicación, así como también continuos conflictos familiares.
PADRES EXCESIVAMENTE PERMISIVOS: Son padres que no ejercen ningún control sobre sus hijos, no les exigen superaciones personales, provocan en los adolescentes sentimientos de abandono y de no ser importantes para los padres, sintiéndose poco apoyados en su desarrollo.
Tanto la familia como la escuela trabajan para educar al niño, antes tenían una alianza: la familia se hacía cargo de la socialización primaria de los chicos y la escuela de la socialización secundaria, pero esto ya no funciona de esta manera.
Estamos ante una generación que vivió peleándose con sus padres autoritarios y que a la hora de ejercer autoridad sobre sus propios hijos se pasó al otro lado; se volvieron no padres. Además se sienten culposos porque trabajan muchas horas, porque se separaron o porque no tiene plata para comprar todo lo que le piden sus hijos; entonces tiene muchas dificultades para establecer un límite y reclaman que lo imponga la escuela. Es decir que le dan a la escuela una responsabilidad que es de ello y luego ni siquiera le permiten ejercerla
En relación con el video, queremos tomar algunas palabras de la entrevista a Gustavo Iaies. Gustavo Iaies afirma que se perdió la alianza que antes existía entre los padres, la escuela y los alumnos. Los padres se hacían cargo de la educación primaria de los chicos y la escuela de la educación secundaria.
Hoy la escuela sufre mucha violencia y esto tiene que ver con la falta de autoridad.
Para él la violencia de los chicos tiene que ver con la ausencia de los padres.
Está faltando tenerle miedo a alguna autoridad, que sepan que son responsables de sus actos y que sus actos pueden traerles consecuencias. La escuela no puede mantener un orden social, por eso es difícil la aplicación de normas.
Hoy en día en vez de tratar de estar aliados los padres con los docentes, ocurre todo lo contrario. No solo no están de acuerdo, sino que existe y se conoce una violencia extrema de los padres hacia los docentes. Los padres por momentos se corren del rol y lugar de padres, y espera que ese lugar y rol de autoridad lo ocupe la escuela. Pero cuando esto pasa, lo primero que hacen los padres es ir contra la escuela o docente que haya querido ponerle limites o tan solo una mala nota a su hijo.
Si lo que quieren los padres es educar y lo que quiere los docentes también, deberían de ponerse de acuerdo y encontrar un equilibrio entre el orden y la libertad.
El vínculo con los docentes
La adolescencia es una etapa difícil, llena de cambios y descubrimientos y tanto los padres como los maestros son una columna importante en el crecimiento y desarrollo de los jóvenes. Es por esto, que se debe de tener en cuenta ciertos factores importantes al momento de impartir la enseñanza, de manera que el docente no sea considerado un enemigo a vencer, sino una figura de consejo y experiencia.
Establecerse como una figura de autoridad
El adolescente empieza a desarrollar una actitud de rebeldía, tanto con sus padres como con sus profesores, por eso es importante siempre hacerle saber que dentro del salón de clases, el docente es la autoridad pero sin llegar a crear enemistad.
Conviene recordar que el maestro es un apoyo no un látigo, por lo tanto es recomendable tener una relación cordial que invite al alumno a abrirse y no exista un ambiente de tensión en el aula.
Los adolescentes, los docentes y la autoridad
Hoy en día el término autoridad es criticado y cuestionado por la gran mayoría. ¿Qué es la autoridad? ¿Cómo se lleva a cabo en el aula?
La autora Ines Dussel afirma que la autoridad es cuestionada desde hace tiempo, pero que en las últimas décadas alcanzo dimensiones inusuales e insólitas. “La critica antiautoritaria de los años 60 y 70 con movimientos radicalizados en la política, la cultura y la sociedad, abrieron una época en donde la autoridad debe demostrarse día a día para seguir siendo legitima”
Frente a esta crítica que se le hace a la autoridad se abrió un cierto miedo a educar y a poner límites en la Escuela.
El regaño o castigo siempre es un tema delicado dentro del aula, generalmente es bueno corregirlo con firmeza sobre todo si ha sido una situación reiterativa, sin embargo, en numerosas situaciones el adolescente tiende a interpretar estas llamadas de atención como algo personal.
La típica frase de “Esta empecinado conmigo” o “Me reta solo a mi” son muy utilizadas y sugieren cierta subjetividad por parte del docente, para evitar este tipo de situaciones, es recomendable hacer un seguimiento al alumno y no crear una enemistad. Felicitarlo por alguna otra actividad que haya logrado exitosamente o incluso hacerlo parte de la clase del día pero suavizando el tono con el cual se dirige. Esto demostrará que el regaño no es nada personal, sino simplemente parte del rol de ambos por eso no exige una ruptura
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