Padres difíciles niños con problemas

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Después de varias charlas en el taller, a los padres de Peter se les pregunta por el recuerdo que tienen de sus propios padres. Él recuerda a su padre con palabras tan duras como miedo, odio, abusos, nada de afecto… Ella recuerda a su padre con cariño, aunque dice que piensa que su madre no la quería porque no le mostraba ningún tipo de afecto. Y aunque lo dicen con tristeza y saben que fue negativo, son los modelos que están reproduciendo con Peter. Están siguiendo los mismos pasos que sus padres. Él, aunque lo intenta con distintas estrategias que les enseñan en el taller, finalmente piensa que la única forma de educar a Peter es infundirle miedo, utilizando frases como “vas a ser bueno, porque yo voy a ser horrible” o amenazándole con un palo. Ella, decide algo tan duro como que no va a darle ninguna muestra de cariño al niño, tanto es así que llega a confesar que aunque el niño se le acerca en actitud cariñosa, ella es incapaz de abrazarlo, no quiere abrazarlo.

A lo largo del documental vemos que intentan distintos métodos como compartir más tiempo con el niño, jugar con él, hablar más con él…pero también vemos que, aunque lo intentan, pronto se cansan y vuelven al antiguo régimen de disciplina severa sin afecto o comunicación. Vemos unos padres cansados de la situación y frustrados, porque como dice el padre del niño, no le gusta estar todo el día regañando…pero tampoco sabe otra forma de enfrentarse a ello. El taller les ha dado las herramientas pero ellos no han sabido utilizarlas. Pero también vemos esa frustración en un niño que se esfuerza por hacerle caso a sus padres pero que sólo recibe gritos incluso cuando se porta bien, que su madre le grita y le rechaza cuando le pide un beso de buenas noches, que es obligado a decir “por favor” cuando a él nunca se lo dicen, que escucha a su madre decirle una y otra vez que no le quiere y que no lo va a querer…situaciones diarias que lo confunden, lo frustran y no lo ayudan a mejorar. Lo llenan de una ira que no sabe manejar y lo refleja con violencia hacia los demás.

Tal y como el documental muestra, la participación de los padres en estos talleres o escuela de padres es muy importante. Es una herramienta primordial para actuar en estos casos. A través de las escuelas de padres podemos hacer que tomen conciencia de la importancia que tiene crear un hogar con un ambiente cálido y acogedor, donde prime el respeto y el amor a todos los miembros de la familia, donde puedan compartir tiempo juntos y de calidad, donde haya una buena comunicación, etc. Pero no debemos olvidar, que aún hay una cosa más importante, y es como siempre, la prevención.

Muchas veces, los padres conocen y participan en las escuelas de padres cuando los niños entran al colegio. Una vez más, se le da al docente la labor de educar, tanto en el ámbito académico como en el personal, a todos y cada uno de los niños que están su aula. Y seguramente sea el docente el que organice esas charlas y talleres; así que ahora, también tiene que educar a los padres, “enseñarlos a ser padres”.

Quizás pueda resultar una comparación un poco extraña, pero cuando una mujer está embarazada acude a clases preparto para aprender a parir y a manejar la situación de esos primeros días con el bebé. Durante las clases, te dan unas nociones básicas y sencillas sobre los aspectos más importantes como la lactancia, cuidados higiénicos del bebé, parto natural, parto con epidural, crianza con apego... te transmiten información y a partir de ahí, es la madre la que se sigue formando y decide lo que más le interesa…o no; es decisión de cada madre elegir una cosa y otra.

¿Por qué no se hace algo así con los padres? Informar a todos y dar opciones para formarse, darles unas directrices, unas líneas de actuación básicas que puedan orientarles y guiarles…porque sabemos, que muchos sí se formarán y leerán numerosos libros que los ayuden a la educación de sus hijos; pero otras familias, como la familia de Peter, no lo harán, seguirán repitiendo los modelos educativos de sus padres…

Los centros de salud, los propios pediatras, en colaboración con colegios y guarderías, asuntos sociales, con entidades externas, etc podrían dar más voz a que se celebren estas charlas informativas y lleguen a más gente. Que no se convierta sólo en una tarea del colegio.

Está demostrado que la intervención y atención temprana es primordial en cualquier tipo de incidencia, pues evitémoslo y hagámoslo también con los niños y sus problemas de conducta desde bebés.

Me gustaría finalizar con esta frase, que contiene la esencia de lo que hoy discutimos con esta actividad.

“Un niño que no se siente querido, difícilmente podrá ser educado”, Johann Heinrich Pestalozzi