Psicología y post conflicto en Colombia una perceptiva global
Enviado por Albert • 22 de Enero de 2018 • 2.511 Palabras (11 Páginas) • 481 Visitas
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(Colombia, Ley 1090 de 2006). “La psicología es una ciencia sustentada en la investigación y una profesión que estudia los procesos de desarrollo cognoscitivo, emocional y social del ser humano, desde la perspectiva del paradigma de la complejidad, con la finalidad de propiciar el desarrollo del talento y las competencias humanas en los diferentes dominios y contextos sociales tales como: La educación, la salud, el trabajo, la justicia, la protección ambiental, el bienestar y la calidad de vida. Con base en la investigación científica fundamenta sus conocimientos y los aplica en forma válida, ética y responsable a favor de los individuos, los grupos y las organizaciones, en los distintos ámbitos de la vida individual y social, al aporte de conocimientos, técnicas y procedimientos para crear condiciones que contribuyan al bienestar de los individuos y al desarrollo de la comunidad, de los grupos y las organizaciones para una mejor calidad de vida”
Teniendo en cuenta la contextualización de nuestra disciplina y las implicaciones de la misma, es factible destacar que en este panorama de guerras, violencia, abusos, desigualdades y posible camino hacia la paz, la psicología se tornaría como una ciencia altamente necesaria para la comprensión de diversos fenómenos derivados de toda esta problemática social. Los psicólogos deben ser agentes de cambio y trasformación, altamente dedicados al fortalecimiento de las potencialidades de nuestro país y de las personas que habitan en él, y que han sido de alguna u otra forma víctimas de todo el conflicto colombiano; siempre encaminados a enfrentar diversos desafíos provenientes de innumerables necesidades, ya sean de tipo colectivo o individual, siempre se debe trabajar en aras del mejoramiento.
Como se había mencionado la psicología está cimentada en el paradigma de la complejidad (¿como da cuenta de esta afirmación?), esta debe reivindicar la subjetividad sin dejar a un lado la objetividad y brindar una visión holística de la situación actual del país.
La psicología ante esta situación debe ser una ciencia capaz de trabajar inter y trasdisciplinarmente con otras ciencias con el fin de abordar y contextualizar la realidad social en la que está inmersa el país, debe aportar teoría y llevarlas a las praxis “Como dice Luhmann nuestro tiempo enfrenta el reto de la complejidad, y por ello la teoría debe afrontar la complejidad, debe retomar la exigencia planteada por Kant de que toda teoría radical debe ser una teoría de carácter trascendental, es decir, que plantee las condiciones de posibilidad de su propio objeto, que sea radicalmente dinámico, que permita su transformación interna, o sea un mecanismo capaz de generar nuevos problemas sobre la base de soluciones parciales.” (Izuzquiza Ignacio. La sociedad sin hombres, Nikholas Luhmann o la teoría como escándalo. Barcelona, de Anthropos, 1990.p. 9)
Ahora bien, en Colombia se debe generar una consciencia o cultura de paz, se debe entender que tras de firmar tan anhelado acuerdo hay múltiples factores a tener en cuenta, es decir, no es sólo una firma la que resolverá todo un sinnúmero de problemas, sino que se deben abarcar muchos más aspectos en los que se incluyen cambiar la cultura de la violencia, esa que nos ha agobiado desde hace innumerables años. Para tener en cuenta este aspecto del postconflicto y más específicamente el tema de la paz, se debe remitir a la población más pequeña, pues son estos los artífices del futuro.
Miedzam, advierte que “se empuja al niño a un mundo de conflictos sin fin a los que se hace frente a base de puñetazos, espadas, pistolas y sofisticadas armas destructivas. Al reflejar y amplificar nuestros peores aspectos, agrava significativamente estas tendencias, especialmente en el caso de niños y niñas, ya que sus valores y actitudes están en proceso de formación... La gran mayoría de los estudios muestran que la exposición a la violencia de la TV y de las películas no ayuda a los niños a liberarse de las tendencias antisociales y violentas.
Muy al contrario, provoca el aumento de las mismas... Puesto que la infancia occidental dedica más tiempo a ver TV que a ninguna otra actividad, es imposible comprender sus valores, actitudes y conductas -incluida la conducta violenta- sin tener en cuenta los efectos acumulativos a largo plazo de la televisión”.
Ciertamente la televisión juega un papel fundamental en el aumento de esa cultura violenta, y sin lugar a dudas, resulta contraproducente cuando se quiere disminuir un sin número de conductas que van en contra de muchos de los derechos humanos, con esto no se asegura que todo lo que hay en la televisión tiene un contenido negativo para la sociedad en general, sin embargo, es muy cierto que en este país el contenido televisivo gira en torno a tramas violentos y a figuras que han sido iconos de innumerables crímenes de lesa humanidad, un ejemplo de esto fue la serie “Escobar el patrón del mal” que como lema tenía “quien no conoce su historia está condenada a repetirla” de cierta forma esta premisa es cierta, pero si se mira desde una perspectiva un poco más subjetiva hay que tener en cuenta de que un sin número de niños querían ser como el “patrón”, soñaban con tener dinero y poder; en ese orden de ideas, surge la pregunta de qué papel juegan los padres en este tipo de situaciones, cuando es la televisión quien comparte más tiempo con sus hijos. Cuando deben ser ellos sus redes sociales, su principal fuente de apoyo, cuando deben ser ellos los que interactúen con sus hijos y no la televisión o el internet. “la educación comienza desde casa” esta afirmación es bastante cierta si se quiere fomentar la “cultura de la paz” si en realidad se desea prevenir los índices de violencia y aumentar los de tolerancia. “Las redes sociales constituyen el principal sistema de apoyo natural de las personas al que se acude en primer lugar en caso de necesidad de ayuda” (Villalba Cristina; Redes sociales: Un concepto con importantes implicaciones en la intervención comunitaria) Partiendo de este concepto se abre paso a dos ideas, la primera es la de prevención que puede ser perpetuada en casa desde las redes de apoyo natural (familiares o microsistemas) en donde los niños y adolescentes encuentren un verdadero núcleo de apoyo, donde padres le inculquen a sus hijos el valor de la tolerancia y el respeto, y es que desde casa se puede enseñar la paz; por otro lado, está la idea de utilizar las redes de apoyo formales en intervención comunitaria con personas que hayan sido víctimas de la violencia Colombiana.
Están los desplazados por la violencia, los niños que han perdido alguna de sus partes por minas antipersona, las mujeres y niñas abusadas,
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